Color del sitio web:

apostles.today

El Sermón del Monte como llamamiento al trabajo

febrero 24, 2021

Autor: Peter Johanning

Imprimir
Escúchalo

El Sermón del Monte es el Evangelio en pocas palabras, dicen los expertos bíblicos. Hay algo de verdad en ello, pues en pocas páginas Jesucristo describe lo que es importante para los cristianos: confiar en Dios y ser testigos de su amor.

“Y cuando terminó Jesús estas palabras, la gente se admiraba de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas” (Mateo 7:28-29). El Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider predicó sobre este interesante texto bíblico en la comunidad de Karlsruhe (Alemania) el domingo 10 de enero de 2021.

Al final de la gran prédica de Jesús, los oyentes quedaron “admirados”, es decir, impresionados, asombrados, explicó el Apóstol Mayor. “Estaban asombrados por la forma en que predicaba, y porque era algo completamente diferente”. En cuanto al contenido, su prédica era completamente nueva para la gente. Reinterpretaba muchas ideas tradicionales, reevaluaba los patrones habituales de pensamiento, dijo el dirigente de la Iglesia describiendo el resultado histórico. Para los judíos creyentes, por ejemplo, era natural pensar en la obediencia y la bendición unidas. “Si eres obediente, Dios te bendice, entonces eres rico, estás sano, te va bien. Llega Jesús y lo revoca totalmente, y les explica que no se puede medir el amor de Dios al ser humano por el destino de la persona, sino por la salvación que le da”. Jesucristo dijo que los pobres, los pequeños, los que sufren son bienaventurados. Esto fue algo completamente nuevo para el pueblo judío.

Impartiendo nuevos valores

El Apóstol Mayor confirmó que también interpretó la ley de forma diferente. Varias veces en el Sermón del Monte dice: “Oísteis que fue dicho, pero os digo…”. En otras palabras, dio vuelta la ley que les había sido transmitida, y así les explicó cuál era la ley más importante: amar a Dios y al prójimo. Jesús se preocupaba por el corazón, no solo por las obras, no solo por las reglas. Para Él, el amor a Dios y el amor al prójimo estaban en el centro.

Una persona con una irradiación especial

En su prédica, el Apóstol Mayor Schneider subrayó que Jesús fue una persona con un gran carisma, y preguntó cuál fue la base de esa irradiación especial. “En primer lugar, su relación entrañable con Dios. Tenía una confianza ilimitada en Dios. Eso es lo que impresionó a las personas, esa relación especial con Dios, esa confianza sin complicaciones ni restricciones en Dios”.
Lo que más les impresionó fue su amor por los seres humanos, añadió el director de la Iglesia. Uno se imagina: “Allí está ese hombre colgado en la cruz, sufriendo, por morir. Y todavía ora por sus torturadores. Todavía se preocupa por la suerte del malhechor que cuelga a su lado”. Eso es el verdadero amor por el prójimo, eso impresionó a la gente.

El Apóstol Mayor también señaló que dejó una impresión particular el sentido de su misión. Una y otra vez Jesús dijo: “Soy un enviado de Dios, debo cumplir mi misión”. Esto demuestra que su misión era más importante para Él que su propia persona. Esta irradiación especial fue lo que sorprendió e impresionó a las personas una y otra vez.

¿Qué significa todo esto para nosotros?

Al final de su prédica, el Apóstol Mayor Schneider hizo una comparación con la época actual y subrayó: “Creamos en la autoridad de Jesucristo y confiemos en ella. Creemos que no podemos medir el amor de Dios a nosotros por nuestro destino, nuestra suerte o nuestra situación en la vida, sino por la salvación que nos da. No importa cuál sea nuestra situación en la vida, si somos pequeños o grandes, pobres o ricos, estamos enfermos o sanos, sea lo que sea, Él nos da la salvación. Esto es una expresión de su amor, esto es lo que creemos”.

Tal fe se evidencia en la irradiación que uno tiene, expresó el Apóstol Mayor. “Estamos centrados en Dios, siempre nos orientamos en Jesucristo. Incluso en tiempos difíciles, Él es nuestro ejemplo, nuestro modelo, nuestra guía”. Especialmente hoy, cuando los tiempos se han vuelto más difíciles, se puede sentir cómo la gente reacciona a esto. Ya en sus dichos, algunos se han vuelto extremadamente agresivos, y uno se pregunta si debe reaccionar de esa forma como cristiano. No, en absoluto, uno debe amar al prójimo. “Eso también forma parte de la irradiación, eso se percibe”. Los cristianos son enviados por Dios para dar testimonio de Jesucristo: “Ya sea que ahora esté gravemente enfermo, pasando por gran necesidad, ya sea que esté bien y tenga éxito: Soy enviado, tengo una misión que cumplir, debo ser testigo de Jesucristo”.

febrero 24, 2021

Autor: Peter Johanning

Imprimir