Hacer el bien es más que un momento en especial, es una misión. Y el tiempo para hacerlo siempre es ahora. Dejemos que el amor nos guíe, exhorta el Ayudante Apóstol de Distrito Robert Nsamba (Zambia).
Tenemos un lema sencillo, pero poderoso para 2025: “¡Es tiempo de hacer el bien!”. Estas palabras no son solo un eslogan, sino una invitación urgente. Llaman a todos los creyentes a reconocer que el momento presente es siempre el momento adecuado para actuar con bondad, compasión e integridad.
No solo por un momento, sino durante toda la vida de fe: Hacer el bien no es un acontecimiento puntual ni una campaña efímera. Es una vocación para toda la vida, inseparable del camino cristiano. Desde los primeros pasos en la fe hasta el último capítulo de la vida, cada etapa ofrece oportunidades para reflejar la bondad de Dios en palabras, acciones y actitudes.
Motivados por el amor a Dios y al prójimo: La razón detrás de cada buena acción es el amor: el amor a Dios, que nos amó primero, y el amor a los seres humanos, creados a su imagen. Este amor no es sentimental, sino activo. Mueve a los creyentes a cuidar, dar, perdonar y servir sin esperar nada a cambio.
Porque Dios es amor, y el que permanece en amor, permanece en Dios: Esta verdad, arraigada en la Biblia, es la base del lema anual. Cuando los creyentes eligen permanecer en el amor, también permanecen en la presencia de Dios. Esto transforma no solo su propia vida, sino también la de quienes los rodean, haciendo que cada acto de bondad sea un reflejo de Dios mismo.
Esta es la característica y el rasgo distintivo de los discípulos de Jesucristo: La bondad no es un extra opcional en el seguimiento, es su rasgo definitorio. El propio Jesús dejó claro que sus seguidores serían reconocidos por su amor. Del mismo modo, el lema nos anima a ser reconocidos entre nuestros semejantes como personas que encarnan activamente la compasión de Cristo.
Es realmente tiempo de hacer el bien: El llamado es urgente. En un mundo enfrentado a la división, las dificultades y la indiferencia, el lema nos exhorta a actuar ahora. No esperes la oportunidad perfecta, porque el momento perfecto es hoy. Cada gesto de bondad y cada elección de vivir el amor forma parte del cumplimiento de la misión encomendada a cada creyente.
Foto: Uwe Reukauf