¿Doce huevos por el salario de un mes? Increíble pero desgraciadamente una amarga realidad. En tales circunstancias, solo puede ayudar la esperanza de un futuro mejor. El Ayudante Apóstol de Distrito John Fendt (EE. UU.) informa sobre su tarea como asistente espiritual.
Nuestro lema para 2021 es especialmente significativo teniendo en cuenta que nos encontramos en el segundo año de la pandemia. La certeza de que Cristo es el garante de nuestro futuro ayuda a nuestros hermanos y hermanas a mantener su fe a pesar de las mayores dificultades.
En muchos países que atendemos fuera de los Estados Unidos, las condiciones de vida se han deteriorado enormemente. Por ejemplo, está la crisis de Venezuela. Incluso antes de la pandemia, la economía estaba en ruinas. Ya entonces, la mayoría de nuestros hermanos y hermanas tenían problemas para alimentar a sus familias. Debido a la hiperinflación, un salario medio mensual apenas alcanza para comprar doce huevos, por ejemplo. Muchos huyeron a otros países en busca de una vida mejor.
Entonces, en marzo del año pasado, estalló la pandemia. La ya débil situación económica se profundizó. Para empeorar las cosas, ya no era posible reunirse para el Servicio Divino. Los hermanos y hermanas no pudieron sacar fuerzas ni de la comunión con Cristo en la Santa Cena ni de la comunión con otros hermanos y hermanas. Además, muchos se infectaron con coronavirus o sufrieron otras enfermedades. Era difícil conseguir ayuda médica. A principios de 2021 la desesperanza se convirtió así en el peor enemigo del pueblo.
El año 2021 tiene como lema “Cristo, nuestro futuro”. Antes de la pandemia, se nos enseñó que debemos esperar el retorno de Cristo no porque queramos escapar de las dificultades de la vida cotidiana, sino porque lo amamos y queremos estar con Él por toda la eternidad.
Nuestros hermanos y hermanas de Venezuela luchan por no perder de vista su futuro eterno con Dios. Aún no se han rendido. En los últimos meses, el Apóstol de allí ha podido viajar a las distintas regiones del país. A pesar de las enormes dificultades, nuestros hermanos y hermanas están alegres en su fe. Se esfuerzan por crecer en su relación con Cristo y por prepararse para su futuro eterno con Él.
Foto: Jens Lange