En la oración: los venezolanos se unen en la necesidad y el peligro

Había invitado el Apóstol de Distrito Leonard R. Kolb. Desde hace más de dos años, él y su ayudante, el Apóstol John W. Fendt jun. ya no pudieron estar en Venezuela. Su motivo fueron las agudas tensiones políticas entre los EE.UU. y el estado sudamericano.

Así y todo, a los hermanos y hermanas nuevoapostólicos de Venezuela les hubiese venido bien recibir algo más de aliento. Pues ya desde 2015 reina en el país una crisis de abastecimiento. La tasa de inflación más alta del mundo se ocupa de que los alimentos se vuelvan cada vez más caros y el acceso a la atención médica casi no se pueda pagar.

«La escasez de alimentos y los precios en aumento condujeron a saqueos y estallidos de violencia», informó «Vision«, la revista para los miembros de la Iglesia Nueva Apostólica EE.UU. en su edición de verano 2018. «Por la falta de equipamiento médico bebés, niños y adultos sufren y mueren de enfermedades evitables». Lamentablemente es difícil ayudar con donaciones materiales o con dinero. Pues «el gobierno venezolano con frecuencia no acepta la ayuda humanitaria».

Peligroso: el camino al Servicio Divino

Las necesidades económicas, pero también la violencia afectan tanto a los miembros de la Iglesia como a sus compatriotas, informa el Apóstol de Distrito Kolb en el sitio web nac-usa.org. «Así por ejemplo un Diácono de 42 años de una de nuestras comunidades fue asesinado cerca de su lugar de trabajo». Deja atrás a su esposa y seis hijos. «Lamentablemente esos hechos acontecen regularmente».

Debido a los disturbios el camino al Servicio Divino se volvió peligroso para muchas familias. Por eso, los portadores de ministerio muchas veces visitan a las familias en sus hogares para celebrar con ellos el Servicio Divino teniendo que afrontar ellos grandes peligros.

De ayuda: el asistente espiritual de la vecindad

Y justamente en esa situación, a mediados del año pasado partió a casa en forma totalmente inesperada el amado Apóstol Félix Manuel Díaz Salazar. Y a comienzos de 2018 el Apóstol José Rafael Lara-Tovar pasó a descanso ministerial anticipadamente por motivos de salud. De esa manera, el peso de la responsabilidad de asistencia espiritual se halla sobre los hombros del Apóstol César Benito Barrera Báez, quien fue ordenado recién en junio de 2017.

En esta necesidad vino a ayudar un vecino: el Apóstol de Distrito brasileño Raúl Eduardo Montes de Oca tuvo a comienzos de 2018 la posibilidad de viajar a Venezuela. En siete Servicios Divinos se reunieron con él en total más de 3000 miembros de las comunidades. Pese a las muchas dificultades, las personas no perdieron la esperanza y siguen creyendo, informó el Apóstol de Distrito Montes de Oca.

Unidos: cada día en la oración de la noche

Para fortalecer a los portadores de ministerio de Venezuela durante este tiempo difícil en su país, el Apóstol de Distrito Kolb viajó a Cucuta, un ciudad en Colombia, cerca de la frontera con Venezuela. En el programa había un seminario, intercambio espiritual y, naturalmente, un Servicio Divino en conjunto.

La noche anterior a la reunión, el Apóstol Fendt visitó la comunidad San José en Bogotá, también Colombia. Participaron de ese Servicio Divino 113 hermanos en la fe, entre ellos también un grupo que había venido de Venezuela.

Durante las conversaciones del fin de semana, el Apóstol de Distrito se enteró de que en su situación tan especial los portadores de ministerio y los miembros venezolanos habían recobrado una tradición nuevoapostólica: independientemente de dónde se encontraban cada noche a las 22 horas oraban juntos, unos por otros y por el pueblo de su país. «Me conmoví profundamente cuando lo escuché. E invito a todos los que puedan a unirse a nuestros hermanos y hermanas en esa oración de la noche a las 22 horas».