El viaje a Kazajstán estaba previsto hace mucho, pero hasta último momento no se sabía si el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider realmente podía conducir el Servicio Divino planeado. Los estrictos requerimientos legales que era necesario cumplir lo hicieron peligrar.
Del 18 al 20 de diciembre, la máxima autoridad internacional de la Iglesia Nueva Apostólica quería visitar el estado vecino del sur de Rusia. El sábado estaba previsto un Servicio Divino para los siervos de Asia Central, el domingo un Servicio Divino para las comunidades de la capital Astana y sus alrededores.
Reglas entre protección y diálogo
Con la obtención de la visa en la semana previa se había superado un obstáculo importante para el viaje del Apóstol Mayor. Pero hasta el viernes aún quedaba pendiente si también recibiría el permiso necesario para predicar. El mismo se otorgaba localmente.
Como en muchos países de esa región, las personas en Kasajstán también son tradicionalmente musulmanas, comenta en relación con la situación planteada el Apóstol de Distrito Wolfgang Nadolny, competente allí. Pero el islamismo se practica en forma moderada. Por eso, Kazajstán procura protegerse de las influencias fundamentalistas. Esto se refleja en normativa legal relativamente estricta.
Por su parte, el gobierno valora mucho el diálogo entre las congregaciones religiosas. Por tal motivo, la Iglesia Nueva Apostólica invitó el sábado por la tarde a una recepción. Entre los invitados estaban, entre otros, el Presidente de la Comisión de Asuntos Religiosos, el Director del Centro Internacional de Cultura y Religión, el Obispo de la Iglesia Evangélica Luterana, el Decano de la Iglesia Católica Romana y un representante del Imán de la mezquita central.
Por un parentesco se establecen los primeros contactos
La historia de la Iglesia Nueva Apostólica en Kazajstán comienza a fines de los años 1980. Con la caída de la cortina de hierro comenzó el trabajo misionero en la entonces Unión Soviética. Por relaciones de parentesco de hermanos de Alemania se establecieron los primeros contactos y los primeros viajes, entre otros lugares, a Kazajstán. Así pronto surgieron muchas comunidades.
Sin embargo, con la independencia del país a comienzos de los años 90 emigraron muchos hermanos y hermanas de procedencia rusa y alemana. En la actualidad, la Iglesia en Kazajstán cuenta con unos 8.000 miembros. El Obispo Sergej Hanajew atiende junto a otros 88 siervos a las 26 comunidades registradas. La responsabilidad de su asistencia espiritual estuvo hasta ahora en manos de los Apóstoles de Berlín-Brandeburgo y desde el 1º de enero de 2016 pasó al Apóstol Marat Aktschurin de Omsk (Rusia).
La menor densidad de población de todo el mundo
Por su superficie, Kazajstán en uno de los diez países más grandes de la tierra, pero por su baja cantidad de habitantes, de 16 millones de personas, tiene la menor densidad de población de todo el mundo. Según datos oficiales un 70 por ciento de los kazakos son musulmanes y más de un cuarto son cristianos. Aunque el ateísmo dispuesto oficialmente por la anterior Unión Soviética dejó su impronta por décadas, hoy menos del tres por ciento de la población profesa esa ideología.