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«Este día cambió mi vida»

mayo 5, 2018

Autor: Dinara Ganzer

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Confesar la fe se puede convertir en un desafío para la supervivencia. Así lo experimenta Mannki Nag. En la entrevista, la joven oriunda de la India de 27 años de edad ofrece con toda franqueza algunos vistazos a su vida cotidiana signada por la lucha por la existencia y la alegría de la fe.

¿Dónde vive?

Vengo de una aldea llamada Krushnar, situada en el distrito Jagdalpur del estado federal Chhattisgarh en India Central. En esta región se habla tanto el idioma oficial, el hindi, como también las lenguas locales, el gondi y el halvi. Es una región tribal muy atrasada, en la cual la religión, la integración y las castas tienen gran importancia hasta el día de hoy.

El 94 por ciento de la población de esta región no es cristiano y en nuestra aldea no se sabe nada de Jesucristo. En nuestra cultura se practican ritos para adorar a los ídolos.

¿Cómo llegó a la fe cristiana?

En el curso de mi vida me pregunté muchas veces qué tienen que ver los ídolos de metal, piedra o madera con Dios. Cierto día en marzo de 2014, cuando estaba en camino para ver a mis parientes en una aldea distante a 25 kilómetros, me encontré inesperadamente con un Evangelista de la Iglesia Nueva Apostólica. Él me contó sobre Jesucristo, el único Dios verdadero y la vida de fe nuevoapostólica. El Evangelista me explicó en la conversación qué es el «altar de gracia» y el único camino a la salvación. En el camino de regreso a casa supe que Jesucristo es el verdadero camino de la redención y me decidí a seguirlo. Este día cambió mi vida.

¿Y cuándo llegó a ser nuevoapostólica?

Al mes siguiente, el 13 de abril de 2014, caminé cinco kilómetros para participar de un Servicio Divino al aire libre que fue oficiado por el Apóstol Christranjan Nanda. Fue algo poco habitual en mi región, ver reunidas 200 personas. Todos los que nos habíamos reunido de las aldeas vecinas estábamos muy excitados porque era la primera vez que veíamos a un Apóstol de Jesucristo. El Apóstol habló sobre la salvación que es ofrecida en el altar de gracia del Señor. Ese día fui una de las 19 almas que recibimos del Apóstol Nanda el Sacramento del Santo Sellamiento y tomé la determinación de quedar firme bajo cualquier circunstancia.

Todavía tenía muchas preguntas y estaba segura de que el Apóstol Nanda era la persona que podía responderlas. Eso me preocupó por algunos días hasta que lo llamé por teléfono. Después cada día durante todo un mes mantuvimos largas conversaciones telefónicas y orábamos juntos.

¿Hay una comunidad nuevoapostólica cerca de su domicilio?

Unos dos meses después de mi Sellamiento, el Apóstol Nanda visitó una aldea llamada Mardapa que queda a una distancia de dos kilómetros de mi aldea. En el Servicio Divino fue ordenado un Pastor. Me alegré mucho, pues finalmente me fue posible concurrir a los Servicios Divinos todos los domingos. Actualmente nuestra pequeña comunidad cuenta con 20 hermanos y hermanas que se reúnen en casa de un miembro de la comunidad para los Servicios Divinos. Me produce mucha alegría ir a lo de otros pobladores de la aldea para invitarlos a venir a la Iglesia. Cuando nuestro Pastor está de viaje, organizo círculos de oración y también realizo horas bíblicas para mantener firme la comunión de nuestros hermanos y hermanas en la fe. Cada domingo me gusta pasar el día con los miembros de nuestra comunidad y comparto con ellos mis experiencias en la fe, ya que la mayoría de los pobladores de mi aldea durante la semana ya no me dirige la palabra.

¿Y cómo reaccionó su familia a que usted se confesara a Jesús?

Con entusiasmo les conté a mis padres y a mi hermano menor sobre mis nuevas ideas y mi convicción de fe. Mis padres se negaron rotundamente a aceptar a Jesucristo ya que sabían que toda la familia sería excluida y desplazada de la comunidad rural. Y a pesar de que mis padres se rehusaron a aceptar mi convicción de fe, les fue negado que trabajen en el sector agropecuario. Fueron excluidos de la comunidad rural porque yo soy cristiana.

Su decisión de vivir como cristiana rompe entonces algunas tradiciones de su entorno…

En India, la edad promedio para que una joven se case está en los 22 años. Según los rituales locales, sin embargo, una joven debe darse en casamiento ya a la edad de 15 años. Por eso es habitual que los padres planeen el casamiento de su hija ya antes del nacimiento, y yo no soy una excepción. El joven elegido para mí fue un no cristiano. Pero estoy firmemente decidida a llevar una vida cristiana, y preferiría quedar soltera antes de casarme con alguien que no es cristiano. Oro para que Dios me revele su voluntad.

¿Con qué se mantienen a flote materialmente?

Nuestra región es conocida como el «tazón de arroz de la India» porque aquí se cultivan muchos tipos de arroz y también legumbres de estación. Mi familia también vivía de la agricultura. Ahora ya no pueden trabajar en las granjas, como ya mencioné, y la vida para mí y para mi familia se ha vuelto muy difícil. Aprendí a coser ropa y apoyo a mis padres trajando como sastre para los habitantes de las aldeas vecinas. Así tratamos de llegar a fin de mes. Como en la escuela aprobé hasta el año 12, me gustaría cursar un bachillerato en arte, lo que me ayudaría a contribuir más para el sostén de mi familia y el bienestar de la sociedad.

¿Cuál es su más grande deseo, su sueño?

Deseo que mi familia pudiese entender lo que yo siento. Espero el día en el que todos los habitantes de la aldea conozcan sobre Jesucristo y la enseñanza nuevoapostólica y recibamos un edificio para nuestra Iglesia.

mayo 5, 2018

Autor: Dinara Ganzer

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