En Cuba hay que recorrer un largo camino para que una Iglesia sea reconocida oficialmente. Pero pudo lograrse un primer éxito en el camino al reconocimiento legal de la Iglesia Nueva Apostólica en Cuba: ha quedado oficialmente constituida.
«Fue un gran paso para nuestra Iglesia allí. Ahora ya nos podemos presentar públicamente y realizar como entidad las actividades necesarias para una Iglesia. Estoy muy contento», dijo el Apóstol de Distrito Markus Fehlbaum allí competente. Para él el quedar constituida como entidad es un acontecimiento especial en el camino al reconocimiento de la Iglesia Nueva Apostólica en la isla del Caribe. Por años se comprometió para conseguirlo. En el último tiempo las condiciones fueron más favorables que nunca: la Iglesia en Cuba había recibido su propio Obispo. En febrero el Apóstol de Distrito Fehlbaum había ordenado al hasta ese momento Anciano de Distrito Alex Michel Reyes de Martínez de Santiago de Cuba como Obispo. Ahora la Iglesia cubana tiene un rostro oficial y además, un Obispo de su propia tierra.
Asimismo ayudó mucho el contacto mantenido con otras Iglesias. Para el acto festivo de la constitución de la Iglesia Nueva Apostólica, por ejemplo, se puso a disposición como patrocinador el Obispo Ismael Laborde Figueras, Primado de la Iglesia Evangélica Luterana en Cuba. La constitución se realizó en una sede de su Iglesia.
Acto festivo oficial para la constitución
Para el Apóstol de Distrito Fehlbaum, de Suiza, quien hace ya muchos años viaja a Cuba, este fue un punto culminante muy especial. Portadores de ministerio y hermanos en la fe de todas partes del país se reunieron para participar de las festividades. La constitución eleva a la Iglesia Nueva Apostólica al rango de una organización reconocida jurídicamente. Adquiere con ella la autorización para su libre desarrollo religioso. Los 40 miembros de la comunidad que tomaron parte del acto festivo, estaban todos muy felices de que después de más de 30 años de actividades religiosas fuese posible dar semejante paso en Cuba. Siete miembros de la comunidad fueron elegidos por votación para desempeñarse en el directorio de la Iglesia siendo introducidos en sus funciones.
Ser nuevoapostólico se vuelve más fácil
Por muchos años la Iglesia vivió una existencia muy retraída en la isla del Caribe. Como faltaba el reconocimiento oficial, los Servicios Divinos solamente se podían realizar en las viviendas de los hermanos y hermanas en la fe. No era posible efectuar Servicios Divinos públicos en comunidades a las que se pudiese acceder públicamente. Esto cambiará en el futuro. En el ínterin, se han enviado las correspondientes solicitudes de reconocimiento de tales comunidades a las autoridades. «Las viviendas se convierten en una ‘casa de culto'», informa el Apóstol de Distrito Fehlbaum. El objetivo que hay detrás de ello es que todos puedan concurrir legalmente a los Servicios Divinos. «Cuando esto ocurra, también los turistas que pasan sus vacaciones en Cuba, podrán asistir a los Servicios Divinos. Por el momento, todavía no es posible».
En los estatutos, la Iglesia explica por escrito que en la Iglesia Nueva Apostólica de Cuba se reúnen personas que –llenas del Espíritu Santo y de amor a Dios– orientan su vida en el Evangelio de Jesucristo, reconocen la Confesión de fe nuevoapostólica y se sujetan a las instrucciones de la Iglesia Nueva Apostólica Internacional. Además, manifiesta su interés ante el Consejo de Iglesias de Cuba, de ser adoptada como miembro observador en esa institución ecuménica, así como su disposición y compromiso para promover el desarrollo del ecumenismo en el país. Estos estatutos actualmente son examinados por el estado y todavía deben ser aprobados.
En unión con las demás Iglesias
La última vez que el Apóstol de Distrito Markus Fehlbaum estuvo en la isla fue en febrero. En varios Servicios Divinos pudo sellar a nuevos miembros de la Iglesia y además de un Obispo, pudo ordenar a dos Diáconos. En su programa de viaje también había un encuentro con los siervos y sus esposas, así como un Servicio Divino para niños. «En todas partes hay gran alegría y mucho entusiasmo por el desarrollo de la Iglesia Nueva Apostólica en Cuba. ¡Al fiel Dios le agradecemos por la ayuda que brindó hasta ahora!», dice su resumen.