Allí donde mora el Espíritu de Dios, Él obrará. Pero para que todo el efecto de su obrar se pueda desarrollar, es necesario un agregado: tener fe en el propio Sellamiento. He aquí parte del Servicio Divino de Pentecostés con el Apóstol Mayor.
“Y fueron todos llenos de Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen”. Esta cita bíblica de Hechos 2:4 fue el fundamento del Servicio Divino que el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider ofreció este domingo de Pentecostés, 4 de junio de 2017, en Viena (Austria).
El Apóstol Mayor comenzó su servir expresando que con los sucesos de Pentecostés se cumplió el anuncio de Jesucristo, en el sentido de que los hombres recibirían el don del Espíritu Santo por imposición de las manos de los Apóstoles. “Como cristianos nuevoapostólicos creemos en que hemos recibido el don del Espíritu Santo en el momento de ser sellados”.
“Pero esto no significa que otras personas no puedan ser hijos de Dios”, resaltó el Presidente de la Iglesia. “Dios es el Padre de todos los hombres, porque Él los ha creado” e inmediatamente el Apóstol Mayor puntualizó: “Todo cristiano puede orarle a Dios como su Padre celestial”.
Las obras concretas del Espíritu Santo
“En mi encargo tengo el firme propósito de fortalecer esta fe», dijo luego. ¿Por qué? Porque la fe en Espíritu Santo es la condición de su plena eficacia. “Por eso es tan infinitamente importante que creamos en nuestro propio Santo Sellamiento».
“Dejémonos guiar por el Espíritu Santo, ya que Él tiene algo que decir en nuestro corazón”, comentó el Apóstol Mayor sobre el obrar y agregó ejemplos relacionados:
- Serenidad y madurez espiritual: “Permanece muy calmo porque tu Padre celestial vela por ti”.
- Agradecimiento por los hechos del pasado: “Dios ha hecho grandes cosas en mí”.
- Estar atentos en el presente: “Con independencia de las vivencias que sea necesario atravesar y de lo que se deba experimentar, no quiero estar separado de Dios”.
- Alegría por el futuro: “Cuando nos ocupamos de la gloria de Dios”.
- Amor a cada persona: “Al recibir el don del Espíritu Santo, has recibido la capacidad de amar igual que Jesús. ¡Tú puedes, si quieres!”
Escuchar y compartir los sentimientos de otros
Este amor conlleva querer compartir la propia salvación y dar cuenta de ello a otros. Para hacerlo, sin embargo, es necesario hablar el idioma de la persona que tenemos delante, agregó el Apóstol Mayor Schneider puntualizando expresamente esta idea. Para aprender este idioma “primero es necesario aprender a escuchar”. Luego, se tratar de compartir los sentimientos de las personas, de compartir temores, sufrimientos o también alegría con ellas. Hacerlo, aclaró el Apóstol Mayor, nos predispone a recibir el alegre mensaje. “Dios te quiere redimir –hemos encontrado a Jesús– ven con nosotros”.
En especial, el Apóstol Mayor se dirigió a la próxima generación. Parte de la juventud se aleja después de la Confirmación, porque no pudo reconocer el valor del Espíritu Santo. “¿Cómo podemos explicar en su idioma lo importante que es este don?»
De nada vale decirles a los jóvenes, lo terrible que es la vida en la tierra o que algo terrible les ocurrirá si no se permanece con fieldad en la fe, o quisiéramos imponerles lo que tienen que hacer o dejar de hacer. “¡Este no es, definitivamente, su idioma!”
Se trata, antes bien, de explicar a los niños y jóvenes que la fe les ayuda “a fortalecerse en el hombre interior”. Con estas palabras, el Apóstol Mayor Schneider remitió primordialmente a la madurez de espíritu y a la capacidad de dar amor. «En tal caso, no basta con predicar y hablar sin parar. A nadie se convence. Debemos dar el ejemplo. Esta es nuestra tarea en todo el mundo”, concluyó
Una comunidad mundial
El Servicio Divino fue transmito vía satélite a cinco continentes y a más de 100 países. Varios cientos de miles de hermanos y hermanas en la fe estuvieron presentes en vivo desde sus comunidades. El número total llega a millones si se suma a los participantes que en algunos países de África se habían conectado a la emisión del Servicio Divino en la televisión pública y a los que ven la grabación en América del Norte y del Sur debido a la diferencia de horario.