Hacer el bien hace feliz (2): música, héroes y pequeños gestos
“¡Es tiempo de hacer el bien!”, el lema del año 2025 inspiró a hermanos y hermanas de todo el mundo. Tres historias cuentan el gran impacto que pueden tener un trombón, un canto o un bombón de chocolate.
Cuando el compromiso suena
En realidad, Gerhard Hendriks pertenece a la comunidad Slangrivier (Sudáfrica). Sin embargo, por motivos profesionales viaja mucho y, por lo tanto, está asistiendo al Servicio Divino en la comunidad Napier, a unos 130 kilómetros al oeste de su hogar. Gerhard es muy musical, toca el trombón y es director de coro.
“Ha decidido aprovechar su tiempo libre de forma provechosa”, cuenta Pieter van der Berg. Así, no solo ayuda en la comunidad que lo recibe, tocando el órgano durante los Servicios Divinos, sino que también ofrece clases de música a los hermanos y hermanas. Y lo mejor de todo: su iniciativa ha llevado a que sea reorganizada la orquesta.
Foto: Pieter van der Berg
Dar testimonio de la fe con invitaciones enrolladas
El 7 de diciembre de 2025 tuvo lugar un concierto de Adviento en la comunidad Albisrieden, en Suiza. Mientras preparaban el concierto, a Heidrun y Herbert Reif se les ocurrió una idea para las tarjetas de invitación. Les gusta pasear y, debido a su gran amor por los animales, a menudo entablan conversación con la gente. ¿Por qué no aprovechar esta oportunidad?
Heidrun Reif amplió la invitación en formato postal, añadiendo en el reverso los horarios de los Servicios Divinos y firmándola a mano con un saludo y su nombre. Después, enrolló la tarjeta agregando en el centro un bombón de chocolate envuelto.
A partir de entonces, siempre llevaban los rollitos consigo durante sus paseos. Y, efectivamente, se presentaron ocasiones para regalarlos.
Foto: Heidrun Reif
Un pequeño gran héroe
En la comunidad de Karlsruhe-Neureut, en Alemania del Sur, hay un niño que es diferente. “Diferente porque no puede hacer muchas cosas que yo puedo hacer… que todavía puedo hacer”, explica Hans-Joachim Rink, de 72 años. El niño no puede oír ni hablar, y mucho menos caminar. Sin embargo, “tiene un carisma magnífico, positivo y vital”.
Para Rink, que es músico, es un ejemplo a seguir. Por eso le compuso un canto: “Mi pequeño gran héroe”. Junto con el músico Kevin Karl, de la región, le puso música. En agosto de 2025, el canto fue interpretado en un concierto en una gran residencia de ancianos en Karlsruhe:
“En la vida de mi héroe hay muchas cosas que no son importantes, cosas a las que a menudo damos una gran importancia, a veces demasiada”, dice la letra. “Él ve el mundo con otros ojos, desde otro punto de vista”.
Foto y vídeo: Hans-Joachim Rink
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