Hacer el bien hace feliz (4): caminos escarpados, nuevos sonidos y mucho desvelo
“¡Es tiempo de hacer el bien!”, el lema del año 2025 inspiró a hermanos y hermanas de todo el mundo. Las experiencias vividas en Perú, Zambia, el Congo y Suiza muestran lo que significa el amor al prójimo.
“Una familia, incluso cuando las cosas se ponen difíciles”
En Lima (Perú) tuvo lugar un aventurado acto de amor. Un pequeño grupo de hermanos y hermanas, junto con toda la orquesta, emprendieron un viaje a Huaycho, Tallabamba Lucma. Su misión: asistencia espiritual, fortalecimiento de la fe y música en directo.
El camino a Huaycho no es fácil. Es estrecho, exigente, empinado. El último tramo solo se puede recorrer a pie y ya no es un camino oficial. “Las condiciones geográficas parecen recordarnos que lo bueno, si es auténtico, siempre requiere un pequeño sacrificio”, explica Jenefri Vanessa Orihuela Calderón.
Pero el esfuerzo y el trabajo duro valieron la pena. La alegría fue grande. El pequeño grupo fue recibido por los hermanos con una gratitud “que solo puede surgir en aquellos que han aprendido a apreciar cada gesto”.
Escuchar una orquesta o celebrar un Servicio Divino no es algo habitual para ellos. Así, “la música llenó la pequeña iglesia y las montañas parecieron callarse para escuchar”. La visita no solo fortaleció la fe, sino que también trajo comunión y afecto. Jenefri explica: “No fuimos allí para dar algo. Fuimos allí para compartir algo: la convicción de que la Iglesia es una familia, incluso en los lugares donde el camino se vuelve más difícil”.
En el camino de vuelta, el viaje a Huaycho había enseñado al pequeño grupo lo siguiente: “El bien no es teoría, sino movimiento. Requiere caminar, ascender, esforzarse, acompañar y recordar que la fe solo florece cuando se vive”.



Foto/Video: Jenefri Vanessa Orihuela Calderon
En armonía más allá de las fronteras
Magnífico trabajo en equipo en Zambia. Las comunidades Sesheke, Kazungula/Mambova, Livingstone, Monze, Choma y Lusaka pudieron disfrutar de una gran variedad de instrumentos. Entre ellos, flautas dulces (soprano, alto, tenor y bajo), violines, clarinetes y otras flautas. Esto ha sido posible gracias a donaciones procedentes de Alemania y a la organización y distribución local por parte de David Sambi, de Zambia. De este modo, los instrumentos cobraron una segunda vida con músicos entusiastas. David destaca: “Queremos expresar nuestro agradecimiento a todos los que nos han apoyado en el desarrollo de la música en nuestra área de Apóstol de Distrito (Zambia, Malawi y Zimbabwe)”.



Foto: David Sambi
Comienzo del colegio con corazón
Algunas madres y portadores de ministerio de Kinshasa (República Democrática del Congo Oeste) han ideado algo especial para el comienzo del año escolar en agosto, bajo el lema de este año: un paquete de inicio con material escolar para huérfanos. Se lo entregaron a los niños después de un Servicio Divino en la comunidad Bamanga.



Foto: Trésor M. Kalolo
Una fiesta de convivencia
“Hacer el bien” en el distrito de Thun (Suiza) era el lema que se habían propuesto algunos hermanos y hermanas en la fe. Una pequeña idea se convirtió en una gran fiesta de distrito de dos días en el “Tellareal” de Interlaken.
Gracias a las sorprendentes y generosas donaciones, así como a las numerosas manos de ayudantes y colaboradores, la fiesta fue todo un éxito. Así, en mayo de 2025, siete comunidades del Oberland bernés pudieron participar en los numerosos talleres y en el Servicio Divino festivo con el Apóstol de Distrito Thomas Deubel.
Andrea Glatthard y Brigitte Landmesser recuerdan: “Fue una experiencia maravillosa celebrar el Servicio Divino con tantos hermanos y hermanas e invitados, entonar cantos, experimentar la comunión y dar cabida a la comunidad ecuménica”. E hicieron un resumen: “Con esta actividad, los hermanos participantes se han hecho un bien duradero a sí mismos y a la comunión”.
Fotos: Isabelle Landmesser, Marcel Gyger, Martin Schmid










