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Hacer que se cumpla la voluntad de Dios

febrero 15, 2017

Autor: Andreas Rother

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«Hágase tu voluntad». Esto es muy fácil de orar. Pero, ¿qué se puede hacer para que a estas palabras les sigan las obras? La cuádruple respuesta de un Servicio Divino del Apóstol Mayor.

«No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos». Así dice el texto bíblico de Mateo 7:21 utilizado para el Servicio Divino del 15 de enero de 2016 en Lomé (Togo).

«El Señor nos dice hoy en nuestro texto bíblico cómo darle la gloria a Dios», dice el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider teniendo presente la consigna del año 2017. «No alcanza con reunirse cada domingo para darle la gloria a Dios. Y tampoco alcanza con trabajar para Dios para entrar en el reino de los cielos».

«Lo decisivo es nuestra posición del corazón», acentuó el máximo dirigente de la Iglesia. Lo decisivo es la disposición para hacer la voluntad del Padre celestial. «Por eso es importante saber qué quiere Dios».

Creer en Jesús

«El Padre quiere que creamos en Jesucristo, el Hijo de Dios». Y esto significa:

  • creer que el Hijo de Dios no vino a la tierra para ahorrar sufrimiento al hombre, sino para ofrecerle la vida eterna
  • creer sin contemplar, o sea confiar en Dios
  • creer en el llamamiento de los enviados de Jesús, los Apóstoles.

Cumplir los mandamientos

«El Padre nos ama. Nos hizo sus hijos y nos dio la promesa de poder entrar en su reino», dijo el Apóstol Mayor. «Ahora Dios espera de nosotros que le retribuyamos su amor. Le demostramos nuestro amor cumpliendo los Diez Mandamientos».

Trabajar en la santificación

«La voluntad de Dios es vuestra santificación», señaló en la prédica hacia las palabras de Pablo de 1 Tesalonicenses 4:3. «Nuestra tarea consiste en ocuparnos de que su voluntad se cumpla».

  • «Nos tenemos que ocupar de disfrutar la palabra y el Sacramento».
  • «Dios espera de nosotros que renunciemos a todo lo que no concuerde con su voluntad».
  • «Nos tenemos que ocupar de que el Espíritu Santo sea cada vez más la fuerza impulsora en nuestro corazón».

Amar al prójimo

«La voluntad del Padre es salvar a todos», completó el Apóstol Mayor. «Por eso Dios nos dice: ¡Ama a tu prójimo como a ti mismo!».

  • «Nuestra tarea no es condenar al pecador. Pues no queremos que Dios castigue al pecador».
  • «No seamos el motivo por el que nuestro prójimo caiga. Pues no quiero ser una piedra de tropiezo para él».
  • «Sirvamos con amor uno al otro. Apoyemos a nuestro hermano y ayudemos a nuestra hermana a poder mantener la fe en todas las cosas».

«Hacemos todo lo que sirve para que se cumpla su voluntad», fue la conclusión. «Así damos la gloria a Dios, nuestro Padre».

febrero 15, 2017

Autor: Andreas Rother

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