Si una comunidad cabe en una caja, el gran mundo se vuelve un poco más pequeño: nuevos vínculos para el ya viejo y conocido vínculo de amor en torno al orbe resultaron de una acción que tuvo lugar en el Día Internacional de la Iglesia. ¿Qué pasó después? Una retrospectiva a sus comienzos.
Argentina y Uruguay, Sudáfrica y Zambia, Canadá y EE.UU., Australia, Gran Bretaña, Francia y Alemania: de estos países proceden la mayoría de las 500 comunidades que se encontraron entre sí por el foro de contactos «Mi comunidad en una caja de zapatos».
Creatividad en la presentación
Esta idea nació en la comunidad Dorstadt (Baja Sajonia/Alemania) durante un debate alegre y constructivo que realizaba el equipo de organización del Día de la Iglesia 2014 que estaba por delante en Múnich: las comunidades se debían presentar a sí mismas en el marco de una caja de zapatos. Cada una lo podía hacer como se le ocurriese. Y por el intercambio de las cajas debían surgir nuevos contactos entre los hermanos y hermanas de todo el mundo.
Surgieron así verdaderas obras de arte, como por ejemplo la miniatura de la comunidad Dortmund-Marten realizada artesanalmente y con mucho amor en todos sus detalles. O el surtido de condimentos de Essen-Frohnhausen: colorida pimienta para la colorida mezcla que forma la comunidad, la música como la sal en la «sopa de la comunidad», así como azúcar y canela como opuestos que armonizan muy bien juntos. El trabajo en conjunto en este proyecto fortaleció el sentimiento del nosotros ya en las mismas comunidades.
Emocionante elección
Fue emocionante después en el predio del Día de la Iglesia en Múnich cuando los representantes de las comunidades pudieron pasar a elegir a las comunidades con las que harían el intercambio: contaban entonces los valores internos de las cajas que se podían revisar en los respectivos estantes. Y cuando al observar las presentaciones se pronto surgía la decisión de cuál elegir, esta se podía llevar directamente para que la comunidad de inmediato tome contacto con la otra. Algunos de estos contactos ya se entablaron durante el Día de la Iglesia.
Los enviados de las comunidades vivieron más de una experiencia, como por ejemplo los representantes de la comunidad Berlín-Köpenick. Le habían echado el ojo a la caja de Río de Janeiro (Brasil), pero cuando la quisieron tomar ya era tarde. Pero después vino la sorpresa: los brasileños por su parte habían elegido la de Berlín. Ya que cada comunidad pudo elegir y ser elegida, tuvo en seguida dos nuevos compañeros para contactarse. Así también surgieron vínculos a través de tres continentes, por ejemplo Bethlehem (Sudáfrica) con Vernon (Canadá) y Wolfenbüttel (Alemania).
Curiosidad tras el primer contacto
Después del primer contacto –por mail o teléfono– los miembros de las comunidades estaban muy curiosos por conocer a sus hermanos en la fe: siempre que se podía ideaban planes para un primer encuentro: invitación a alguna fiesta de la comunidad, o incluso a la inauguración, a visitas para conocer la ciudad o excursiones.
Y entonces surgían similitudes que hasta ese momento habían permanecido ocultas, como por ejemplo cuando los hermanos de Sarreguemines (Francia) se enteraron en Friedrichsdorf (Alemania) que la ciudad había sido fundada por los hugonotes y que los Servicios Divinos se habían oficiado hasta 1940 en francés. La conclusión de los huéspedes: «Básicamente entonces también son franceses».
Regalos significativos para los huéspedes
Mucha creatividad caracterizó a los miembros de la Iglesia también cuando se ocuparon de los regalos para los huéspedes: así los representantes de Ittersbach trajeron un árbol de manzanas para el jardín a la iglesia de Mundelsheim. Y la comunidad Backnang donó un tubo de órgano como capital inicial para la construcción de un instrumento en Würzburg.
La mayor parte no quedó en el primer encuentro, otros más continúan, también más allá de las fronteras de los países. Y en un caso se reunieron cuatro comunidades. En las próximas semanas nac.today informará sobre las «historias de amor» más interesantes entre las comunidades.