Impulsos del DJI: entrenamiento de la memoria para el alma
Un Servicio Divino no es igual a otro Servicio Divino. Algunos todavía ejercen efectos después de años. Y otros casi caen en el olvido ya en el camino a casa. ¿Llevarse más del Servicio Divino? Hay un truco para eso.
«Necesitamos un incentivo para acordarnos de las cosas y volver a traerlas a la memoria». Esto explicaba Axel Föllinger, Pastor de Alemania del Sur, durante el Día de la Juventud Internacional (DJI) en su taller sobre mnemotecnia «Todos los días veo las mismas señales de tránsito en el camino al trabajo, pero sin embargo no las tengo en la cabeza». Esto depende de que lo que nos grabamos más son ante todo las cosas fuera de lo común, especialmente las informaciones emocionales, divertidas o dolorosas.
«Ser cristiano comienza en la vida cotidiana, cuando el Servicio Divino termina», recordó Axel Föllinger. Es nuestra tarea reconocer los pensamientos centrales y vincularlos para que nos los podamos llevar con nosotros. Un recurso de ayuda es la mnemotecnia. Desde 2013 él se ocupa intensivamente del arte de la memoria. Este arte ya se aplicaba en la antigüedad.
Paso 1: Generar puntos de anclaje
Para aplicar la mnemotecnia se necesita una secuencia natural que uno pueda recordar fácilmente. Axel Föllinger mostró cómo se hace. Se generó 10 puntos de anclaje que puede vincular con impulsos. Su regla mnemotécnica: un paseo por su comunidad. (1) Vitrina en la entrada, (2) Diácono en la puerta, (3) guardarropa, (4) caja de ofrendas, (5) órgano, (6) himnario, (7) altar, (8) Biblia, (9) cáliz, (10) emblema.
Paso 2: Guardar en el cerebro la base de datos de imágenes
¿Cómo acordarse de un impulso de una prédica o una alocución? Vinculando cada información con una imagen. Alcanza con acordarse de una palabra clave para recordar el contexto general. Ejemplo: un impulso trata sobre los valores cristianos. ¿Qué imagen aparece entonces en tu cabeza? Podría ser por ejemplo la imagen de un cofre del tesoro. Aquí no hay correcto ni equivocado; cada uno se construye su propia base de datos de imágenes.
Paso 3: Vincular las imágenes y los puntos de anclaje
En el tercer paso se vincula la imagen al primer punto de anclaje. Ejemplo: en la vitrina que hay delante de la iglesia hay un cofre del tesoro. Este principio se continúa con los demas impulsos de una prédica o una alocución. Cada una de las imágenes (paso 2) se guardan en la secuencia previamente definida (paso 1). Surge así una historia con muchas reglas mnemotécnicas que más adelante se pueden traer a la memoria más fácilmente.
Paso 4: Probar y no rendirse
La mnemotecnia necesita ejercitación. «Hay que involucrarse y quererla aprender. No hay que enojarse si no funciona directamente la primera vez», alentó Axel.
La prueba práctica
Entonces me propongo dar este fin de semana el primer paso. Para el Servicio Divino de cierre del Día de la Juventud me decido por una lista del cuerpo y comienzo con cinco puntos de anclaje: (1) pies, (2) rodillas, (3) cadera, (4) corazón, (5) orejas.
- Primer impulso: Al comienzo del Servicio Divino el Apóstol Mayor se refirió a la doble perspectiva del lema del DJI. «Heme aquí». Yo estoy aquí. Pero también Dios está aquí. Vinculo «Heme aquí» con que uno está presente, ocupa un lugar y está parado sobre sus propios pies.
- Segundo impulso: Como comunidad cristiana queremos compartir el amor que Dios ha regalado a cada persona. Vinculo con el amor de Dios una imagen de las manos que siempre me recogen cuando estoy a punto de caer. Sujeto esta imagen a mi segundo punto de anclaje, las rodillas.
- Tercer impulso: Ahora la prédica se pone concreta. ¿Qué significa compartir y transmitir el amor de Dios? Jesús aceptó a cada ser humano, no lo repartió en categorías como pobres o ricos, jóvenes o mayores, enfermos o sanos. Se presenta ante mí la imagen de cajones de un armario en los que a muchas personas les gusta esconder a los demás. Los cajones los vinculo con los bolsillos de mi tercer punto de anclaje: la cadera.
- Cuarto impulso: Si transmitimos a otros el amor de Dios también significa que compartimos las alegrías y las aflicciones unos con otros, nos ayudamos y oramos unos por otros. En este caso, mi asociación es compatible con mi próximo punto de anclaje: el corazón.
- Quinto impulso: Orar unos por otros, ayudar a nuestro prójimo en pensamientos es bueno. Pero compartir el amor de Dios y transmitirlo necesita acción. Ir a los hechos, volverse activo, ponerse en marcha. Me desvío un poco del concepto y me genero espontáneamente un nuevo punto de anclaje: las manos.
- Sexto impulso: El Apóstol Mayor le recuerda a la gran comunidad del DJI que busque la comunión. Hablar unos con otros, intercambiar pensamientos, no solo en forma digital, sino también en la vida real, cara a cara. Este impulso se adapta al otro punto que genero espontáneamente: la boca.
- Séptimo impulso: Transmitir y compartir el amor de Dios es una tarea que vincula a todas las Iglesias cristianas. Se me aparece la imagen de una visión que surge en nuestro cerebro. Vinculo este impulso con el punto de anclaje «cabeza».
- Octavo impulso: En su aporte a la prédica, el Apóstol de Distrito Michael Deppner recuerda otra característica de cómo compartió Jesús su amor. Hace referencia a que Jesús lavó los pies a sus discípulos y que este servicio se lo dispensó a todos, también a Judas, el discípulo que más tarde lo traicionaría. Jesús ve más allá, así fue el impulso de la prédica. Él ya sabía que su discípulo se quitaría la vida y necesitaba la salvación. Ver más allá, cambiar la perspectiva, este impulso lo vinculo con otro punto de anclaje: los ojos.
Mi conclusión: ¡Probar vale la pena! En el Servicio Divino de cierre del DJI no me anoté nada, a pesar de que tenía que escribir un artículo sobre intentarlo yo mismo. Todo lo escribí solamente con lo que tenía en mi memoria. ¡Y esto es una sensación bastante «cool»!