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Instituciones benéficas en tiempos de coronavirus: colaboradores de guardia permanente (parte 2)

agosto 14, 2020

Autor: Oliver Rütten

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Durante meses, los colaboradores trabajan en regiones remotas y luego, debido a los bloqueos, ni siquiera pueden volver a casa con sus familias. Una crisis que detiene a las personas y también las hace crecer.

¿Están al borde del colapso las medidas de ayuda o deben detenerse completamente debido a los proyectos del coronavirus? ¿Cómo afecta el coronavirus a las medidas actuales y futuras? ¿Y hay quizás proyectos completamente nuevos?

NAK-karitativ de Alemania sigue confiando: “Todos los proyectos continuarán. Sin embargo, debido a los efectos y las limitaciones de la pandemia, hay retrasos en muchos lugares. Esto a menudo conduce a aumentos de precios, por ejemplo, cuando se emplea personal en los proyectos o se incurre en gastos adicionales debido a las demoras”.

Human aktiv –como otras organizaciones de ayuda– está activa en varios países del mundo a la vez. “En Yibuti, el país más pequeño del “cuerno de África”, alrededor de una cuarta parte de la población vive en extrema pobreza; uno de los mayores problemas que existe es la malnutrición de los niños”. Con los alimentos y artículos más necesarios para protegerse contra la infección –por ejemplo, máscaras, guantes, jabón– human aktiv brindó ayuda a las personas necesitadas. Aquí también se pueden continuar los proyectos.

Congelación del presupuesto y suspensión del proyecto

NAC SEA Relief experimenta lo que ningún colaborador puede experimentar: “La pérdida de negocios y empleos pone a muchos filipinos en una situación personal delicada y difícil”. Como resultado, el organismo de ayuda inició una campaña de apoyo, pero debido a la magnitud del desastre, se vio obligado a limitar su ayuda a los miembros de la Iglesia. “La solución del problema no fue posible, pero nuestros paquetes de comida trajeron mucha alegría y la sensación de no ser olvidados”. Y también hay cierta preocupación: “Se desconoce hasta qué punto se intensificará la situación. También es demasiado pronto para decir si están afectados nuestros donantes, pero ahora tenemos congelado el presupuesto, esperemos que solo temporalmente. Seguimos vigilando para llegar a los necesitados, pero hemos aplazado los grandes proyectos hasta el año que viene”.

Y también en Sudáfrica el bloqueo ha llevado a medidas drásticas: “Tuvimos que suspender todos los programas que teníamos planeados. Continuaremos tan pronto como se levanten las medidas de bloqueo”, anunció la fundación Masakhe. Debido a la disminución de las donaciones, NACRO también ha suspendido los proyectos en Zambia: “Ahora tenemos algunos proyectos pendientes, como un programa de agua y saneamiento para escuelas, infraestructura educativa y así sucesivamente”. Pero Tebuho Yubai está convencido de que ningún proyecto debe ser suspendido permanentemente.

En la necesidad, nuevos proyectos e ideas inusuales

Pero también hay nuevos proyectos que las organizaciones de ayuda están desarrollando ahora. NAK-karitativ informa: “En los últimos meses hemos lanzado un proyecto de ayuda de emergencia para epidemias y pandemias. Con él, apoyamos a las personas de los países de Kenia, Burkina Faso, Sudáfrica, Malawi, Zambia y Armenia con paquetes de ayuda de emergencia que contienen alimentos básicos esenciales y productos de higiene, como desinfectantes”.

Sin embargo, la ayuda financiera no solo es necesaria en los países aparentemente pobres, sino también en los llamados países ricos de Europa. Susanne Raible, de human aktiv, explica por qué se apoyan especialmente las instalaciones de los bancos de alimentos: “La necesidad de la gente ha aumentado como resultado de la pandemia, pero los bancos de alimentos han recibido menos donaciones de productos y promociones financieras”. El apoyo financiero necesario para estos proyectos también aumentó considerablemente.

Y Urs Hebeisen, de Asia del Sudeste, informa sobre proyectos novedosos, incluso inusuales: “Una instalación de lavado de manos sin contacto para una iglesia central y una escuela pública fue una de las cosas más curiosas que pudimos hacer y muestra cómo la innovación está impulsada por la necesidad”.

Combinando fuerzas con la creación de redes de organismos de ayuda

En cooperación con el programa Grassroots, la fundación Re Charitable Ministry (EE. UU.) es socia a largo plazo del hogar infantil King’s Children Home de Belice. En este marco, los voluntarios interesados visitan el hogar dos veces al año –a su cargo – para ayudar con las reparaciones en curso, la construcción y otras actividades. El compromiso personal y una subvención anual para este programa constituyen la labor de la organización de ayuda. “Debido a las restricciones relacionadas con el coronavirus, nuestra visita en junio de 2020 tuvo que ser cancelada», se lamenta Kim Kolb. “Sin embargo, esto no acabó con nuestro trabajo en curso con el hogar. Belice depende en gran medida de los ingresos del turismo, que prácticamente han desaparecido. Esto ha llevado a una creciente fricción y desesperación en el país”.

Además, Re Charitable Ministry también presta apoyo en situaciones de desastre. “En las últimas semanas, estas actividades han tenido lugar tanto en los Estados Unidos como en varios de nuestros países misioneros, donde nuestros miembros se enfrentan cada vez más a graves limitaciones en la ayuda alimentaria y las necesidades diarias”. Con la ayuda de las comunidades locales, se han puesto en marcha programas de apoyo a la alimentación y a los medios de subsistencia en varios de los países más afectados por la pandemia. “También estamos recurriendo a nuestra creciente red de socios aquí en los EE. UU., incluyendo bancos de alimentos, autoridades locales y otras organizaciones benéficas”, explica Kim Kolb.

Y en Sudáfrica, la fundación Masakhe también puso en marcha nuevos proyectos en respuesta a la pandemia: “Proporcionamos ayuda alimentaria a los necesitados en toda Sudáfrica. Y seguiremos con sesiones de educación virtual sobre la problemática de las adicciones”, escribe Jacqui Naidoo.

Agradecimiento y confianza en Dios

¿Enterrar la cabeza en la arena? ¿Cerrar temporalmente la organización caritativa? Ni siquiera se piensa en ello. Optimismo, esperanza y confianza en Dios es lo que distingue a los colaboradores de todas las organizaciones de ayuda. Y esto también se puede ver cuando se les pregunta sobre la mayor alegría y las posibles preocupaciones:

Nadine Beckmann (NAK-karitativ) explica: “Por un lado, estamos agradecidos de que a pesar de la crisis sigamos recibiendo el apoyo tan benévolo de nuestros donantes y, por otro lado, de que todos hayan pasado hasta ahora por este momento ilesos y sanos”. El equipo de human aktiv se alegró especialmente de las muchas cartas de agradecimiento que recibieron por apoyar a la acción de bancos de alimentos en Alemania. “¡Parece que fuimos una de las primeras congregaciones religiosas en hacer algo aquí bastante temprano en la crisis del coronavirus!”.

Agradecimiento en estado de emergencia

Y en el sudeste asiático también hay no solo optimismo y esperanza, sino también mucho agradecimiento, como escribe Urs Hebeisen. Y esto incluye en particular el hecho de que el proyecto de la escuela, que se está llevando a cabo en cooperación con NAK-Humanitas (Suiza), pudo llevarse a cabo a pesar de varios bloqueos. “Sin un solo día de interrupción del trabajo”, dijo agradecido el Apóstol de Distrito en descanso Hebeisen. Lo especial de esto es que: “El sitio está ubicado en una zona rural remota cerca de Hinobaan/Negros”. Los trabajadores permanecieron en el sitio de construcción durante cinco meses. “Esto nos permitió obtener permisos de las autoridades locales, lo cual fue casi un milagro. Desafortunadamente no pudieron ir a casa inmediatamente después de haber terminado el trabajo. Nuestra maestra mayor de obras, Sofonie Nuyad, de Tagum/Davao en Mindanao, sigue en la provincia de Negros Occidental”. Viajar y cruzar provincias y distritos todavía no es posible. ¡Cinco meses de trabajo sin interrupción y luego no poder volver a casa!

Kim Kolb resume: “Vivir el mandamiento del amor al prójimo y actuar en consecuencia es una de las experiencias fundamentales y más formativas para todo cristiano creyente. Esto es lo que motiva a nuestros muchos voluntarios de las comunidades y también a nuestro equipo. Al mismo tiempo, a menudo nos agobia la enorme magnitud de las necesidades, la complejidad de cada situación local, los recursos limitados y la inevitable sensación de fracaso debido a que no podemos abordar plenamente cada situación en todo momento. Es precisamente en esos momentos que somos conscientes de que no podemos hacer nada solos, sino que hacemos nuestro trabajo basados en la comprensión de la fe en Dios. También debemos aceptar que no podremos resolver todas las necesidades del mundo, pero que donde Dios nos ha puesto en todo momento nos esforzamos por hacer lo mejor posible”.

Humilde, valiente y motivado

“El hambre es un gran desafío en Sudáfrica”, concluye Naidoo de la fundación Masakhe. “Ser capaces de proporcionar ayuda alimentaria a las familias y mostrarles aprecio nos anima a continuar y hacer más”. Y, al mismo tiempo, vuelve a surgir una preocupación: “La financiación. Sé que muchas personas en Sudáfrica quedarán desempleadas debido a los cierres y necesitarán apoyo con la ayuda alimentaria”. Las próximas semanas mostrarán lo que es posible y lo que no lo es.

Y otra preocupación es la que expresa Tebuho Yubai (NACRO): “La probabilidad de un aumento de las cifras de COVID-19 y las muertes relacionadas con ellas, como mencionan las autoridades sanitarias”.

Los colaboradores siguen de guardia. En todo el mundo.

Los datos de contacto, las cuentas para las donaciones y más información sobre las actividades de las organizaciones de ayuda de la Iglesia Nueva Apostólica en todo el mundo se encuentran en las páginas web:

En la parte 1, las instituciones de ayuda informan sobre los efectos de la pandemia de coronavirus sobre su trabajo local, como también en sus actividades internacionales, y describen la evolución de las donaciones y la ejecución de los proyectos.

agosto 14, 2020

Autor: Oliver Rütten

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