No solo predicar, sino hacer. Este fue el llamamiento dirigido a los portadores de ministerio en un Servicio Divino del Apóstol Mayor en Timor Oriental. El Servicio Divino contiene pensamientos que no solo servirán de inspiración a los portadores de ministerio ordenados.
De camino a España, el Apóstol Pablo visitó a los hermanos y hermanas en Roma. Anunció su llegada en una carta y prometió: “Y sé que cuando vaya a vosotros, llegaré con abundancia de la bendición del evangelio de Cristo”. Este pasaje de Romanos 15:29 sirvió de base para el Servicio Divino del 1° de junio de 2024 en Dili (Timor Oriental). El Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider expresó: “Es una bella descripción de nuestras tareas y nuestro servicio”.
¡Id!
En primer lugar, Dios envió a su Hijo, un ejemplo del servicio que cumplen los portadores de ministerio. “Claro, predicó y mucha, mucha gente vino a escucharlo”, subrayó el Apóstol Mayor. “Pero Él también iba a la gente, la visitaba, la escuchaba, compartía su alegría y su dolor. Lloraba con ellos. Incluso les lavaba los pies”.
También hoy, la tarea de los portadores de ministerio no es solo predicar. “En la Iglesia Nueva Apostólica, los portadores de ministerio ordenados no son solo predicadores. Tienen esta misión: ir a los creyentes, escucharlos, compartir sus alegrías y penas, llorar con ellos si es necesario, ayudarlos y estar a su lado. Esa es su misión: ¡Id!”.
Llevar bendición
La bendición descrita en el pasaje bíblico no consiste en beneficios terrenales. “Dios nos pide que llevemos a los creyentes la bendición del Evangelio, no la bendición terrenal”. Según Efesios 1:3-14, esta bendición es
- “la elección: Dios nos ha elegido”.
- “que recibamos los Sacramentos”.
- “que tengamos el perdón de los pecados”.
- “que podamos entender la voluntad de Dios”.
- “que recibamos la fuerza necesaria para cumplir la voluntad de Dios”.
Dios ha confiado la plenitud de su bendición al ministerio de Apóstol. Este, a su vez, ha enviado portadores de ministerio, cuya tarea es concretamente, dijo el Apóstol Mayor:
- “Nuestra tarea es administrar los Sacramentos y el perdón de los pecados a los miembros”.
- “Nuestra tarea es explicar la voluntad de Dios: La voluntad de Dios es que vivas con Él en su reino por la eternidad, porque te ama”.
- “No lo olvidéis nunca: los creyentes pueden experimentar el amor de Jesucristo a través de nosotros. Id a los creyentes, estad cerca de ellos. Hacedles experimentar el verdadero amor de Dios”.
- “Para ello, debemos ser santificados por Dios y debemos santificarnos a nosotros mismos. No es posible que una persona que debe bendecir, maldiga. Somos enviados para bendecir, no para maldecir”.
“A través del apostolado, el hombre puede tener todo lo que necesita para alcanzar la salvación”, dijo el Apóstol Mayor. “De este modo, los portadores de ministerio que trabajan en comunión con el apostolado pueden llevar la plenitud de la bendición del Evangelio”.
Recibir bendición
¿Y cómo es bendecido el siervo de Dios? No porque se le ahorren sufrimientos o se haga rico, tuvo que decir el Apóstol Mayor. Tampoco porque se le otorgue una posición especial en la comunidad o poder. “Así que la plenitud de la bendición para un siervo definitivamente no está en esta vida”.
Dios bendice de otra manera: “Te da la fuerza que necesitas para cumplir tu misión”. El Apóstol Mayor también arrojó luz sobre otro aspecto de la bendición: “Puedes experimentar el amor, el poder y la presencia de Dios. Después del Servicio Divino puedes experimentar: Dios ha estado presente hoy. Un siervo fiel recibe una gran sabiduría: recibe un gran conocimiento de cómo Dios ama a sus hijos. Comprende cada vez mejor cómo Dios ayuda a sus hijos y eso le da alegría y paz”.
Y luego está la “última bendición”: “Espero que te des cuenta de que un Pastor fiel, un Evangelista fiel, un Apóstol fiel no recibirá más que cualquier miembro de la comunidad”, se dirigió el Apóstol Mayor directamente a su audiencia. “El Apóstol Mayor –si permanece fiel hasta el retorno del Señor– recibirá exactamente lo mismo que una viuda fiel que ha permanecido fiel hasta el final. Ambos recibirán la vida eterna. Se beneficiarán del mérito de Cristo, que adquirió en la cruz. Llegarán a ser como Jesús y estarán con Dios en la gloria. Eso es todo lo que puedes conseguir”.
Equipados con nuevas fuerzas
Como afirmación, el Apóstol Mayor Schneider recordó dos parábolas:
- De los talentos confiados (Lucas 19:13-26): “El significado de esta parábola es que Dios ha asignado a cada uno una tarea según sus capacidades. Esta parábola explica que tenemos diferentes tareas que cumplir”.
- De los obreros de la viña (Mateo 20:1-16): “Lo que Jesús quiso decir era que nadie puede ganarse la salvación y no se puede ganar más que la vida eterna”.
Sus últimas palabras a los portadores de ministerio fueron claras, pero sobre todo el Apóstol Mayor también los animó: “Somos enviados para llevar la bendición del Evangelio a los miembros. No somos enviados para determinar su vida, sino para ayudarlos a comprender la voluntad de Dios y a cumplirla. Los que hagan esto lo harán con la bendición de Dios, Dios les dará la fuerza para cumplir su misión, experimentarán el amor, la presencia y la gracia de Dios de una manera especial y entrarán en el reino de Dios”.