Con motivo del Día Mundial de la Lengua Kiswahili, un alegato espiritual a favor del entendimiento, la identidad y la fe vivida.
¡Jambo Waswahili! Un sonido familiar que llega al corazón y al alma, y que hoy se celebra en el Día Mundial de la Lengua Kiswahili, declarado por la UNESCO. “Jambo” significa simplemente “hola”. Pero Waswahili significa mucho más: toda la comunidad de habla swahili. Y esta comunidad es grande. Más de 200 millones de personas hablan kiswahili, una lengua que no separa, sino que une. Un vínculo entre pueblos.
Un idioma con historia y futuro
El kiswahili es lengua oficial en países como Kenia, Tanzania, Uganda y Burundi. Se desarrolló a lo largo de siglos en la costa este de África, a partir de un núcleo bantú, impregnado de influencias árabes, persas, portuguesas y, más tarde, inglesas y alemanas. ¿Algunos ejemplos? Kitabu (libro, del árabe), shule (escuela, del alemán). Esta complejidad convierte al kiswahili en un idioma de encuentro, desarrollado como medio de comunicación para el comercio, la diplomacia y la convivencia. Mientras que otros idiomas servían para delimitar, el kiswahili siempre ha sido una herramienta integradora.
Por cierto, casi todo el mundo conoce al menos una frase en kiswahili. ¡No hay problema!: Hakuna matata.
La fe en el idioma del corazón
El kiswahili no solo es importante desde el punto de vista político o cultural, sino que también es un idioma de la fe. Se utiliza para orar, cantar y predicar. Quien asiste a un Servicio Divino nuevoapostólico en África del Este, oye las familiares exclamaciones de “¡Amina!” y rápidamente siente que aquí el Evangelio está en casa.
Yesu Kristo ni Mwokozi wetu
Jesucristo es nuestro Salvador
Porque la fe despliega su fuerza cuando se comprende. Y se comprende mejor en la lengua en la que se piensa, se siente y se tiene esperanza. Por eso, en la Iglesia Nueva Apostólica se aplica lo siguiente: los Servicios Divinos se celebran en la lengua nacional, siempre que sea posible. Y, por supuesto, el Espíritu Santo, Roho Mtakatifu, está activo en todas las lenguas maternas. Cuando las personas escuchan el mensaje de Jesús en kiswahili, la fe no les resulta extraña, sino algo natural, parte de su vida cotidiana.
Unidad en la diversidad
Ya sea en Dar es-Salam, Buenos Aires o Berlín, el desarrollo de los Servicios Divinos es el mismo, la liturgia es familiar y los Sacramentos son idénticos. Y, sin embargo, cada Servicio Divino suena un poco diferente. Esto no es una contradicción, sino una riqueza: porque unidad no significa uniformidad, sino pertenencia a una misma fe.
La Iglesia Nueva Apostólica cuenta hoy con más de dos millones de miembros en África del Este y Central. El kiswahili es la lengua materna espiritual de muchos de ellos. En ella se componen cantos del coro, se imparten clases de formación religiosa y se mantienen conversaciones de asistencia espiritual. Y así, la lengua misma se convierte en testimonio de un Dios que se comunica en todas las lenguas.
¿Una frase que hay que saber en kiswahili? Cuando se le preguntó al respecto, el Apóstol de Distrito de África del Este, Joseph Ekyuha, respondió: Umoja ni nguvu, la unidad es fuerza.
Baba yetu Uliye Mbinguni
Padre nuestro que estás en los cielos,
Jina Lako Litukuzwe.
santificado sea tu nombre.
Ufalme Wako uje,
Venga tu reino.
Mapenzi Yako yatimizwe, hapa duniani kama huko Mbinguni.
Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
Utupe leo riziki yetu.
El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.
Kama sisi nasi tuwasamehevyo wadeni wetu.
Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.
Na usitutie majaribuni, Lakini utuokoe na yule mwovu.
Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal;
Kwa kuwa Ufalme ni Wako
porque tuyo es el reino,
Na nguvu, na utukufu,
y el poder, y la gloria,
Hata milele.
por todos los siglos.
Amina.
Amén.