Juntos en Cristo ¡nos hace fuertes!

El Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider fijó el lema del año y mencionó en su alocución de Año Nuevo cuatro niveles del “juntos”:

• la comunión con el trino Dios
• la comunión en el Servicio Divino
• la comunión unos con otros en la comunidad
• la comunión de vivos y muertos.

“Trabajar juntos en Cristo es un dar y recibir, una aceptación del prójimo, una superación de todo lo que podría dividir o incluso separar. Aprender los unos de los otros y orar por los demás también forma parte de esto”, escribe el Apóstol de Distrito Jürg Zbinden (Suiza) en el primer “En foco”.

Para el Apóstol de Distrito Michael Ehrich (Alemania del Sur) “Juntos en Cristo” significa ante todo “ser consciente de la comunión con el Señor y ajustar la propia actitud interior a Él. Esto funciona bien cuando se toma a Cristo como ejemplo”.

El Apóstol de Distrito Enrique Eduardo Minio (Sud América) acentúa: “Tenemos en común a Dios quien nos regaló una promesa, que deriva en una esperanza. Esto va más allá de nuestra nacionalidad, idioma o cultura y es ¡Cristo viene a buscarnos y deseamos todos alcanzar dignidad para ser partícipes de ese día!”.

El Apóstol de Distrito Michael Deppner (RD Congo Oeste) expresa un deseo a los hermanos y hermanas en la fe: “Permanezcamos en esta unidad: con Cristo y unos con otros en la comunidad. La comunidad es un verdadero “invernadero”, un entorno en el que es posible el crecimiento y el desarrollo para el futuro”.

El Apóstol de Distrito Leonard Kolb (EE. UU.) destaca en sus consideraciones la empatía: “Empatizar con el prójimo es lo que vale”, dice su apelación final.

“Si queremos tener comunión con Cristo necesitamos tener comunión unos con otros y compartir su cuerpo y su sangre”, fue el pensamiento central del Apóstol de Distrito Mark Woll (Canadá).

El Apóstol de Distrito Kububa Soko (Zambia) hizo alusión a unidad, humildad, seguimiento, gratitud, bondad y oración. El modelo en todo es Jesucristo: “Él es el punto central, nuestro ejemplo, y debemos imitarlo”.

El Apóstol de Distrito Joseph Opemba Ekhuya (Kenia) menciona los esfuerzos para edificar la Iglesia de Cristo: “El reto para 2022 es, por lo tanto, cómo podemos mantenernos juntos en este cuerpo tal como desea nuestra cabeza, que es Jesucristo”.

El Apóstol de Distrito Rainer Storck (Alemania del Oeste) considera la dificultad de encontrar un denominador común en todos los hermanos y hermanas en la fe. Su consejo: “Quien vive en Cristo, está atento a las necesidades del prójimo y responde a ellas. Comparte la alegría y el sufrimiento de los demás”.

La apelación del Apóstol de Distrito Rüdiger Krause (Alemania del Norte y del Este): “Hago un llamamiento a todos nosotros para que tengamos y mantengamos la comunión unos con otros en Cristo. Es una cuestión de voluntad y no de la limitación en las oportunidades. Solo así podremos seguir el ejemplo de los primeros cristianos”.

El Apóstol de Distrito Tshitshi Tshisekedi (RD Congo Sudeste) escribe: “Solos y aislados, corremos el riesgo de volvernos aún más culpables, pensando que nadie puede entendernos o que nuestro mal es mayor que el de los demás. Pero si participamos activamente en la comunidad, encontraremos que los demás no nos condenan, al contrario, se unen a nuestros sentimientos y Jesús es el centro de todo, dispuesto a perdonarnos”.

El último “En foco” del año 2022 vino del Apóstol de Distrito Edy Isnugroho (Asia del Sudeste). Informa de hermanos y hermanas en la fe que experimentaron el valor de la comunión de los creyentes. “Confiesan que han obtenido la fortaleza para permanecer fieles al Señor y crecer en la fe gracias a vivir juntos en la comunidad, porque los hermanos y las hermanas sentían empatía y compasión por ellos”.