La Casamanza es el granero de Senegal. Allí viven unos 15.000 cristianos nuevoapostólicos. Cuando en febrero de 2017 el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider visite la ciudad de Sédhiou en la Casamanza, será la segunda visita de la máxima autoridad de la Iglesia Nueva Apostólica en el país.
Senegal, un país especial en el oeste del continente africano. Alrededor de 14 millones de personas viven en ese estado, en el cual muchos entienden francés y que forma parte de la parte francófona de África.
Las actividades de asistencia espiritual de la Iglesia Nueva Apostólica en el país están bajo la dirección del Apóstol Francisco Gomis. El Apóstol Gert Opdenplatz de Hesse/Alemania respalda localmente a la Iglesia desde 1999. Los alrededor de 15.000 cristianos nuevoapostólicos se dividen en 210 comunidades y están esperando con alegría la visita ya próxima del Director internacional de la Iglesia. La fase caliente de los preparativos ya comenzó en el otoño de 2016. Además de numerosos Servicios Divinos, fueron parte del programa de visitas de los Apóstoles reuniones de siervos locales, seminarios y hasta la apertura de una nueva administración de la Iglesia. Y desde hace poco, el país incluso tiene el propio sitio web de la Iglesia.
Tolerancia frente a los cristianos
La Casamanza es una región en el sur de Senegal. Allí, en el «granero del país», están la mayoría de las comunidades nuevoapostolicas. El río homónimo va serpenteando por una extensión de 320 kilómetros desde el este en dirección al Atlántico, creando las condiciones ideales para el cultivo de importantes bienes económicos como plantas de maní y algodón. La Casamanza limita al norte con Gambia.
Más del 75 por ciento de la población senegalesa se confiesa al islamismo. Pero el país es laico, la religión y el estado están separados uno del otro. Así reina una tolerancia comparativamente alta frente a las personas que profesan otra fe. De todos modos, hay en la Casamanza más de 15 por ciento de cristianos, lo que se debe a la distribución de los grupos poblacionales. En la capital Dakar viven principalmente los wólofs –en la ciudad de millones la Iglesia Apostólica sólo tiene dos comunidades–, pero en la Casamanza viven ante todo diolas y mandingos.
Una y otra vez nuevos edificios de iglesias
Numerosos edificios surgieron desde los años 1970. También en la actualidad se pueden inaugurar regularmente nuevas iglesias en la región. En su viaje de agosto de 2016, los Apóstoles Gomis y Opdenplatz visitaron, entre otras, dos comunidades, de las cuales el Apóstol Gomis informa: «Nuestros hermanos construyeron completamente la iglesia por sus propios medios y con sus propios recursos financieros. La comunidad juntó dinero para la compra de materiales, se hornearon ladrillos y los artesanos levantaron la edificación aportando sus conocimientos técnicos. Hasta el terreno fue puesto a disposición por un hermano en la fe». Y el Apóstol Opdenplatz completa: «Todo esto es expresión de la gran alegría que reina en la comunidad y que tiene su origen en la fe. Uno también la siente en la atmósfera especial que hay en el Servicio Divino y en su sentir comunitario; las ofrendas en los Servicios Divinos quedan estables a pesar de las prestaciones que realizan los propios hermanos. Al mirar en esos países a los muchos hermanos y siervos me gusta citar a nuestro Apóstol Mayor: ‘Es hermoso lo que se vive en la Obra de Dios: uno siempre encuentra a alguien que hace más que uno mismo, y lo hace bajo condiciones más difíciles que las propias'».
Reapertura de la administración
Mientras ambos Apóstoles visitaban numerosas comunidades, los Obispos Tounkang Mane y Pascal Strobel realizaban seminarios sobre el desarrollo de actos de duelo con los siervos de distrito. En el lugar donde se efectúan estos seminarios en Ziguinchor también se encuentra la administracion de la Iglesia Nueva Apostólica de Senegal. Esta pudo ser reabierta después de siete meses de trabajos de renovación. Durante el acto festivo fue recordada la historia de la Iglesia en el país y se oró con los empleados de la administración y los siervos de distrito por la protección y la ayuda de Dios.