Una fe, una doctrina – una Iglesia, muchas culturas. Esta fue la idea central que estuvo presente en casi todos los puntos del orden del día de la última asamblea de Apóstoles de Distrito en Zúrich (Suiza).
Comenzó con la parte espiritual, con la que el jueves pasado el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider marcó el punto de partida para la reunión que duró dos días. Expuso en esta parte las condiciones que sirven de marco para la Iglesia internacional en su conjunto: diversidad, globalización, migración. “Tanto una bendición como un desafío”, fue su diagnóstico.
Y esto no se detuvo en la mesa del almuerzo, donde los Apóstoles de Distrito y sus Ayudantes continuaron debatiendo sobre los desafíos a los que se enfrentan en sus países de origen. Europa, por ejemplo, tiene que luchar con un creciente hastío hacia el cristianismo. En India, a menudo no hay base para el diálogo porque solo una minoría es cristiana. En África, la multitud de lenguas es un desafío para comunicar una doctrina unificada.
La unidad en el altar
“La fe nuevoapostólica puede vivirse dentro de las culturas más diversas”, dijo el Apóstol Mayor en su entrevista sobre estrategia en 2018. Lo que esto significa en términos organizativos en la práctica quedó demostrado una vez más en esta asamblea. Pues los Apóstoles de Distrito siguen trabajando para dar suficiente cabida a la diversidad sin dejar de mantener la unidad de la Iglesia y la integridad de su doctrina.
Esto se puede ver, por ejemplo, en los informes de situación de los grupos especializados que trabajan colaborando con la asamblea de Apóstoles de Distrito. Entre estos informes están, por ejemplo, el próximo libro de liturgia del grupo de trabajo “Pensamientos Guía”, cuyas normas (solo ligeramente actualizadas) son vinculantes en todo el mundo. Sin embargo, los actuales “Pensamientos Guía” como base para los Servicios Divinos ya tienen en cuenta las diferencias regionales, pues están disponibles como folleto mensual o como anuario, dependiendo de la infraestructura disponible para su distribución en los respectivos países.
Espacio para la diversidad
La unidad en la imagen fue el tema de la “protección de la marca”: la Iglesia Nueva Apostólica Internacional (INAI), con su administración en Zúrich, es responsable de proteger el emblema y el nombre de la Iglesia del uso indebido por parte de terceros. Esto requiere medidas diferentes según cada país. Sin embargo, dentro del marco legal también hay espacio para la cultura regional. Por ejemplo, el grupo de trabajo “Comunicación en Europa” está ultimando un nuevo manual de diseño.
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A veces, sin embargo, tiene sentido armonizar las diferencias, como en la capacitación continua de los portadores de ministerio. No todas las Iglesias regionales disponen de un sistema de capacitación establecido. Esto se puso de manifiesto en una encuesta realizada antes de la última asamblea de Apóstoles de Distrito. La INAI está desarrollando un programa de aprendizaje electrónico, del que fue presentado un primer módulo de prueba.
Lo que cuenta es el mensaje
Las diferencias culturales también fueron el tema de una observación del Apóstol Mayor Schneider al comienzo del Servicio Divino para todos los portadores de ministerio europeos. “Vivimos en un mundo en el que se les da tanto valor a las palabras”, dijo. A modo de ejemplo, mencionó la formulación neutral en lo que respecta al género, que es un tema importante en la sociedad alemana en particular.
“No debemos olvidar nunca que el mensaje de la prédica siempre es más importante que el vocabulario”, dijo el máximo dirigente de la Iglesia, no solo en lo que se refiere al género. Al fin y al cabo, esto también se aplica al predicador, que tal vez no sea tan elocuente. Y cuando se trata de expresar valoración por el prójimo, entonces “les damos más valor a las obras que a las palabras”.
El mensaje de todo el Servicio Divino correspondió más o menos a la conclusión de la parte espiritual de la asamblea de Apóstoles de Distrito: “Anunciemos sin descanso el Evangelio de Jesucristo”.