La elección cotidiana: lo realmente importante
Las personas toman decisiones. No pocas veces las equivocadas. Es cuestión de prioridades. Pero Dios también ama justamente a las personas que se han apartado de Él. Él lo demostró. ¿Y cómo reaccionamos nosotros?
Las personas podían elegir: y mandaron a la muerte no al homicida, sino al inocente. ¿Y por qué habrá sido así? Así comenzó el Servicio Divino del 30 de marzo de 2018 en Cottbus (Alemania). Su texto bíblico fue Juan 3:16: «Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna».
¿Por qué habrán querido la muerte de Jesús? Las autoridades religiosas temían por su poder, explicó el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider. El pueblo estaba desilusionado porque esperaba a un Mesías que los liberase de sus invasores. Y los romanos querían evitar levantamientos.
Se volvió a repetir lo que ya había ocurrido en el paraíso: «Los hombres podían elegir entre el bien y el mal». Su bienestar material les resultó más importante que su relación con Dios. Ese fue el motivo de su decisión equivocada».
Pero Dios no cesó de amar al hombre: «A esas personas que se decidieron por el mal, que se apartaron de Dios, justamente a esas Dios las ama y justamente esas personas Dios entregó a su Hijo».
Totalmente del lado del hombre
«Estoy vinculado contigo». Este es el gran mensaje de la vida de Jesús sobre la tierra, enfatiza el dirigente de la Iglesia:
- «Jesús vivió toda la vida como ser humano. Sabe lo que significa el sufrimiento, sabe lo que es el dolor. Incluso experimentó la muerte. Dios quiso mostrar con ello que Dios está del lado de los que sufren».
- «No hay nada más terrible para un ser humano que ser crucificado. Como Jesús lo asumió, demostró que: ‘También estoy vinculado con el peor malhechor'».
- «Demostró que también ama a los que lo traicionaron, que ama a los que lo condenaron, que ama a los que lo ejecutaron».
- «Tomó sobre sí toda la carga del pecado, por lo que experimentó la lejanía de Dios. Esta es la señal que Dios dio, la prueba de su amor: ‘¡Estoy de tu lado!'».
Firmemente vinculado con el Padre
«Como hombre Jesús demostró que, con la ayuda de Dios, un hombre puede vencer el mal», dejó claro el Apóstol Mayor. El fundamento para su posición es: «Para mí la comunión con Dios es lo más importante».
- «Estoy firmemente vinculado con mi Padre, no lo podéis coartar. Aunque probéis todo, aunque tenga que morir, no cederé».
- «Sabía con exactitud lo que el Padre quería de Él. Y hasta el final cumplió la voluntad de Dios porque eso era lo importante para Él».
- «También hasta el final mantuvo su confianza en Dios. Como tenía esa comunión con Dios sabía que Dios haría todo bien».
Con su victoria sobre el mal, Jescristo le brindó al hombre la posibilidad de acercarse a Dios. La condición previa para ello ya no es el cumplimiento sin errores de los mandamientos, sino en primer lugar la fe en Cristo.
Cada día una nueva decisión
«Ahora depende de nosotros: ¿Qué elegimos?», dijo el Director de la Iglesia. «Amados hermanos y hermanas, decidámonos una y otra vez por Jesucristo».
- «Queremos morir para el pecado y queremos vivir para Jesucristo y en Él».
- «No nos dejamos apartar de Dios, ya sea que nos vaya bien o realmente muy, muy mal».
- «Cumplimos su voluntad. Él quiere que guardemos los mandamientos. Él quiere que lo sirvamos a Él y al prójimo. Él quiere que seamos uno».
- «Sí, la resurrección vendrá, sí, celebraremos la cena de bodas con Jesucristo en su reino». Tenemos esta confianza y seguimos aferrados a ella».
La conclusión del Apóstol Mayor: «Cada día tenemos que tomar nuevas decisiones. Demostremos siempre que nuestra prioridad es la comunión con Dios».