«Habéis dado un magnífico testimonio de vuestra fe». Con estas palabras reaccionó el Apóstol Mayor a la mudanza de la iglesia de Kananga. Pero él no es el único que se mostró entusiasmado.
No sólo la nueva iglesia central de Kananga (República Democrática del Congo) estaba repleta, sino también el predio que la rodea. Debajo de los típicos baldaquines de tela estaban sentados casi más oyentes que en la misma nave de la iglesia. Alrededor de 19.000 participantes tuvo el Servicio Divino con el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider en julio de 2016.
«Os quisiera expresar mi agradecimiento y mi admiración», dijo al comienzo de la prédica. «Os felicito por lo que habéis logrado con la construcción de esta magnífica iglesia». El Apóstol de Distrito y el Apóstol responsable contaron cómo se llegó a esto. «Me entusiasmé por lo que escuché y por lo que vi».
Construcción de la iglesia con las manos y mudanza a pie
La exitosa historia comenzó en mayo de 2014: la iglesia central de la capital de la provincia de Kasai Occidental, al sur del país, estaba con riesgo de derrumbe. Las inundaciones habían lavado reiteradamente el terreno y producido fisuras masivas en la mampostería. Repararla parecía no tener perspectivas de éxito.
Aunque la Iglesia en el centro de la ciudad poseía un terreno apropiado, faltaba el dinero para una nueva construcción. Todos juntos, la Dirección de la Iglesia y sus miembros, entonces decidieron desarmar el viejo edificio de la iglesia, mudar el material y con el mismo, construir un nuevo edificio.
En diciembre de 2014 efectivamente comenzaron: piedra tras piedra, viga tras viga, miles de ayudantes transportaron su casa de Dios por los ocho kilómetros hasta la nueva ubicación. Sin camiones, todo a pie, en la mano o sobre la cabeza. Un mes y siete días duró la mudanza.
A fines de enero de 2015 se vio que el nuevo terreno no era lo suficientemente llano para la nueva construcción. Nuevamente los hermanos en la fe emprendieron el trabajo con alegría acarreando toneladas de arena desde un pozo ubicado a seis kilómetros de distancia, con baldes. En el lugar de la construcción, los miembros de la Iglesia, bajo la guía de trabajadores de la construcción profesionales, también abordaron el trabajo. Y finalmente, el 1º de diciembre de 2015, el Apóstol de Distrito Tshitshi Tshisekedi pudo inaugurar la nueva edificación.
Reacciones con mucho entusiasmo en todo el mundo
«Un inmenso agradecimiento a todos los hermanos y hermanas, los mayores como los jóvenes, los adultos y los niños. Habéis participado con tanto coraje y celo en la construcción de esta iglesia», dijo el Apóstol Mayor Schneider durante su visita. «Todo el mundo trabajó, sean los hermanos oficiantes o los creyentes, lo hicieron todos juntos y con alegría. Y entonces no sólo habéis construido una iglesia, sino que habéis dado un magnífico testimonio de vuestra fe».
Gran entusiasmo hay después del informe en nac.today también entre los hermanos y hermanas de todo el mundo, por ejemplo en las redes sociales. «Esto conmueve, en el verdadero sentido de la palabra», escribe una joven en Facebook. «Chapeau», «Respekt», «genial» o «wow wow wow», dicen allí los comentarios.
«Esto demuestra una vez más que trabajando juntos se puede conquistar cualquier desafío que uno se propone», escribe una sudafricana en nacworld.net. Y un hermano en la fe de Camerún llega a la conclusión de que: «La fe no sólo puede mover montes, sino que también puede mover iglesias».