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La hora del despertar 

17 12 2025

Autor: Oliver Rütten

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El Adviento nos advierte: el plan de Dios avanza y no debemos dormir en la fe. Es hora de examinar nuestro propio desarrollo espiritual.

El domingo 30 de noviembre de 2025, más de 3.000 creyentes se reunieron en el campus Missionvale de la Universidad Nelson Mandela (Gqeberha, Sudáfrica) para asistir a un Servicio Divino con el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider. Lo acompañaron el Ayudante Apóstol Mayor Helge Mutschler, el Apóstol de Distrito Peter Lambert y su Ayudante Mandla Mkhwanazi, así como los Apóstoles de Distrito John Schnabel (EE. UU.) y Tshitshi Tshisekedi (República Democrática del Congo Sudeste). La base de la prédica fue el texto bíblico de Romanos 13:11: “Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos”.

La certeza del retorno

El Apóstol Mayor Schneider recordó que los profetas del antiguo pacto anunciaron la venida del Salvador, que se cumplió con el nacimiento de Jesucristo. Al mismo tiempo, se refirió al futuro retorno de Cristo: “Esperamos el retorno de Cristo. No solo preparamos la celebración del nacimiento de Jesucristo, sino que también esperamos su retorno, porque creemos firmemente que Jesucristo vendrá otra vez”. 

El retorno es tan seguro como el nacimiento de Jesús, pero la fecha sigue siendo desconocida: “El Apóstol Pablo lo repetía con especial frecuencia: no se puede saber la fecha del retorno de Cristo. Nadie la sabe”. Las señales del tiempo final descritas por Jesús se extendieron a lo largo de toda la historia de la Iglesia, desde la fiesta de Pentecostés de entonces hasta su retorno. Estas señales no servían para calcular la fecha, sino para fortalecer la fe y exhortar a estar velando. “Dios nos dice: ‘Jesús vendrá’. Esa es la única base de nuestra fe; no hay cálculos, ni estudios, ¡solo porque el Espíritu Santo nos lo dice!”.

Despertar del sueño espiritual

El Apóstol Mayor explicó la advertencia de Pablo de no dormir como una advertencia contra el cansancio, el aburrimiento y el desánimo. El sueño espiritual se reconoce cuando los creyentes ya no reaccionan a los impulsos divinos, se vuelven indiferentes al destino de los demás y se estancan en su desarrollo personal. El cansancio espiritual también puede aparecer cuando se extiende la sensación de que los sacrificios, el trabajo duro y la oración no dan resultados visibles. 

El Apóstol Mayor Schneider era consciente de sus palabras: “Esto es un poco duro. Suena como si todos estuviéramos durmiendo en nuestra fe”. Sin embargo, quien está despierto puede reconocer el progreso de la Obra de Redención de Dios y participar en ella.

La salvación está al alcance de la mano y la Obra de Dios avanza imparable. El Apóstol Mayor Schneider subrayó: “Se trata de un acontecimiento concreto. No me preguntéis cómo funcionará. No tengo ni idea. Pero tendrá lugar en un momento muy concreto, que ha sido fijado y decidido por Dios”.

Dios está obrando

La Iglesia se desarrolla en doctrina y conocimiento, guiada por el Espíritu Santo. El énfasis se pone cada vez más en Cristo mismo, en la vida eterna y en el mandamiento del amor, en lugar de en las normas de conducta puramente humanas. “Se trata más de Jesucristo y no de sus siervos ni de sus mensajeros. Hay una evolución en la doctrina”.

Al mismo tiempo, el Apóstol Mayor advirtió que el progreso de la Obra de Dios supone un reto para cada creyente: quien se quede atrás corre el peligro de perder el contacto. El desarrollo espiritual personal debe seguir el ritmo del progreso de la Obra divina.

El propio desarrollo espiritual

El Apóstol Mayor Schneider centró su atención en el desarrollo interior de los creyentes. La fe en Cristo se manifiesta en el amor a Cristo. Y el amor a Cristo no debe estar motivado por la esperanza de una recompensa, sino surgir de una verdadera entrega. “Lo hacemos por Jesús y por nuestro prójimo. Porque queremos que nuestro prójimo reconozca que Dios lo ama”.

“¿Qué pasa con mi propio desarrollo, mi desarrollo espiritual? ¿Qué pasa con mi fe, en qué fase me encuentro? Con la ayuda y la gracia de Dios, estaremos bien preparados para el retorno de Cristo. El Adviento ofrece la oportunidad de examinar la propia vida de fe: ¿Dónde me encuentro en mi relación con Cristo? ¿Qué significado tiene su venida para mí? ¿Cómo se desarrolla mi amor a Dios y a mi prójimo? La búsqueda del desarrollo espiritual no es un objetivo teórico, sino una preparación concreta para el retorno de Cristo.

17 12 2025

Autor: Oliver Rütten

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