¿Planificación familiar y anticoncepción? Ambas son, en principio, asuntos exclusivos de los cónyuges. Y también culturalmente hay diferencias en todo el mundo. Por eso, la Iglesia se abstiene de dar recomendaciones, si bien defiende firmemente una importante directriz.
La Iglesia Nueva Apostólica dice “sí” a la vida en un doble sentido. Pues este “sí” se aplica, por un lado, a la sexualidad y, por el otro, a la vida que surge. Así se desprende de la posición oficial de la Iglesia que acaba de ser publicada en la revista para los miembros “community”, edición 01/2022.
La sexualidad como expresión de amor
“La sexualidad en el matrimonio es voluntad de Dios, como expresión de amor mutuo entre los cónyuges”, dice. Pero también: “La persona tiene la obligación a obrar con responsabilidad y sentido común en lo que respecta a su sexualidad. Esto también comprende la decisión de si un matrimonio desea tener hijos y cuántos desea tener”.
Se aplica lo siguiente: “En principio, el control de la natalidad es asunto exclusivo de los cónyuges”. Y: “Debido a las diferentes culturas y condiciones individuales, la Iglesia Nueva Apostólica no puede brindar recomendaciones detalladas sobre el tema de la planificación familiar”. Pero sí les da a las parejas una directriz que tiene que ver con los diferentes métodos anticonceptivos.
Diferencias en el modo de acción
Existen métodos “cuyo modo de acción esencial es impedir la fecundación del óvulo por el espermatozoide”. La Iglesia no tiene objeciones al respecto, porque siguen el requisito de “no matar ningún óvulo fecundado”.
La Iglesia, en cambio, «rechaza todos aquellos métodos y recursos que inhiban en lo esencial el desarrollo posterior de un óvulo ya fecundado o bien lo maten”. Los métodos que utilizan ambos métodos, en algunos casos con un desfase temporal, “al menos deben ser considerados críticamente”.
La infusión del alma como parámetro
El parámetro es, entonces, no matar una vida una vez que ha surgido. Esto se desprende de los enunciados doctrinarios sobre “el principio y el final de la vida humana” publicados en “community” 01/2021 y 2/2021.
Los aspectos centrales:
- A fin de proteger al ser humano como imagen de Dios, la Iglesia rechaza que se mate la vida humana.
- No puede establecerse claramente en qué momento tiene lugar la infusión del alma. Para proteger lo más posible a la vida humana, la Iglesia parte de la base de que la infusión del alma tiene lugar en el momento de la unión del espermatozoide con el óvulo.
- Por lo tanto, a esta nueva vida le corresponde dignidad humana ilimitada.
Más informaciones
La única pregunta ahora es: ¿Qué método anticonceptivo funciona de qué manera? La posición ofrece una visión general al respecto.
Sin embargo, “estas explicaciones no pueden sustituir a una consulta personal con el especialista, particularmente porque en determinados casos los métodos anticonceptivos pueden implicar riesgos para la salud. Tampoco se considerarán las diferentes situaciones culturales y sociales a las cuales está sujeta la elección de los métodos”.
El resumen oficial: “La planificación familiar es asunto de los cónyuges, pero la Iglesia rechaza los métodos y recursos para el control de los nacimientos cuyo efecto principal sea el de matar a los óvulos ya fecundados. No debe impedirse que una vida que ya se esté formando pueda seguir desarrollándose”.