Desafíos similares, los mismos objetivos, diferentes caminos: ¿Cómo abordan las Iglesias nuevoapostólicas en Europa y Norteamérica sus reformas estructurales? Un panorama de los trabajos de reestructuración que están en curso.
Precisamente el día de la madre hubo que despedirse de una madre de la fe –la comunidad. Al menos para los miembros de las comunidades Elmira, Kingsdale, Kitchener y Waterloo en Canadá. Pero se congregaron en la nueva comunidad Margaret Avenue.
Objetivos comunes
Esta fusión es parte de la reforma estructural que emprende la Iglesia regional Canadá desde hace cinco años. A partir de 2014 se han amalgamado diez comunidades en las localizaciones Laval, Halton, Halifax y London. Aún está por delante la unión de otras nueve comunidades en las localizaciones Niágara, Port Coquitlam y Cambridge.
La edición de enero de la revista “Canada District News” menciona cuatro objetivos para esta reforma estructural: comunidades vivas con ofrecimientos para todas las clases etarias, la distribución de las tareas de los siervos y otros voluntarios en más hombros, la creación de mejor infraestructura para las actividades de la comunidad y la reducción de costos para futuras generaciones.
Motivos comunes
Muy similares suenan las metas de Alemania del Sur y Renania del Norte-Westfalia (Alemania), que presentaron, ambas en abril de este año, sus estrategias de localizaciones. Y también los EE.UU. y Berlín-Brandeburgo (Alemania) basan los planeamientos que han presentado anteriormente en la “visión y misión” de la Iglesia Nueva Apostólica. “Una Iglesia en la cual las personas se sientan bien”, dice allí poco más o menos. Así como: “ofrecer asistencia espiritual y cultivar una estrecha comunión”.
También son comunes para las Iglesias regionales de Europa y Norteamérica los motivos de la necesidad de actuar: por un lado, el cambio de valores en la sociedad y el envejecimiento de la población que repercuten en el retroceso de la concurrencia a los Servicios Divinos, por otro lado, la necesidad de renovación y remodelación de los edificios de las iglesias, que en parte tienen décadas de uso.
Criterios comunes
¿Cómo se decide qué comunidades permanecen, cuáles son ampliadas o cuáles fusionadas? Al respecto los Apóstoles de Distrito alemanes Rainer Storck, Michael Ehrich y Wolfgang Nadolny han mencionado criterios concretos en sus presentaciones. Los mismos van desde la estructura etaria a la disponibilidad de portadores de ministerio y portadores de funciones, así como costos de mantenimiento e inversiones para el edificio de la iglesia hasta la cantidad de concurrentes a los Servicios Divinos y la distancia hasta la comunidad más próxima en la región.
Renania del Norte-Westfalia ha llegado al resultado de que 162 de las hasta el momento 345 comunidades continúan sirviendo al menos hasta el año 2030. Y que otras 25 comunidades quedarán preservadas como localización pero quizás ya no con un edificio propio, sino alquiladas. Alemania del Sur ha elaborado categorías similares. De todos modos, “… no puede haber para eso un modelo ni datos sólidos uniformes”, dice el Apóstol de Distrito Ehrich agregando que quiere “decisiones sostenibles y aceptables para cada caso individual”.
Conversaciones comunes
Aquí como allí, la Dirección de la Iglesia sigue conversando con los dirigentes de distrito y de comunidad sobre cómo proceder en lo sucesivo. Hasta julio será presentado a los hermanos y hermanas el estado de los debates. Este camino también fue el que siguió la Iglesia regional Canadá: “Se conversó intensivamente y también se buscaron los aportes de los miembros de la Iglesia y de los portadores de ministerio”.
El Servicio Divino para la fusión de comunidades en Margaret Avenue se basó en el texto bíblico de Salmos 27:4: “…que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida”. Los niños cantaron. Y después del Servicio Divino hubo rosas para todas las madres. La conclusión para los hermanos en la fe de allí fue: “Ha sido un día bendecido y un maravilloso comienzo para esta nueva comunidad”.
Foto:
Romolo Tavani