La Iglesia tiene lugar para todos

Día transfronterizo de la juventud

Los jóvenes de Namibia y Angola se podían reconocer fácilmente con sus gorras y remeras idénticas: celebraron juntos un día de la juventud que duró tres días, del 23 al 25 de agosto de 2024, en Rundu, una ciudad de Namibia cercana a Angola. Después de que el Apóstol Curdwell Mukwati diera la bienvenida oficial a los jóvenes e iniciara el fin de semana de la juventud con una oración, no hubo quien los parara. Los jóvenes salieron en varias direcciones para limpiar la basura del centro de la ciudad. El evento también ofreció otros momentos destacados, por ejemplo, representantes de la policía local dieron charlas sobre la violencia de género y el consumo de drogas. Los jóvenes jugaron al tira y afloja, al fútbol y al vóleibol, o bien animaron a sus amigos desde las gradas. Y en un concierto coral conjunto, un invitado sorpresa de Zambia apareció de repente para interpretar un solo de violín. El evento concluyó el domingo con un Servicio Divino dirigido por el Apóstol Patrick Liwakala.

Participar activamente

El grupo de personas adictas y sus familiares de la Iglesia regional Alemania del Oeste fue recibido el 29 de junio de 2024 en la barbacoa anual realizada en Hagen (Alemania) con el lema “Valoración”. Este grupo se reúne periódicamente para hablar de la enfermedad y fortalecerse mutuamente. No todos pudieron acudir a la fiesta de verano de este año debido a problemas de salud, pero los ausentes no fueron olvidados y se les deseó una pronta recuperación. También estuvo presente el Obispo Manfred Bruns que escuchó preocupaciones y problemas, así como alegrías y agradecimientos. Los participantes contribuyeron trayendo comida e ideas para futuras actividades.

La palabra la tienen las mujeres

El viernes 30 de agosto de 2024, la iglesia estaba llena de mujeres que tenían algo que decir a los Apóstoles. Durante su visita a Lubumbashi (República Democrática del Congo), el Apóstol Arnaud Martig de la Iglesia regional Canadá no solo visitó la ciudad, sino que también quiso aprender algo de los hermanos y hermanas de la Iglesia regional República Democrática del Congo Sudeste. En el futuro, las dos áreas de Apóstol de Distrito trabajarán aún más juntas. Por eso el Apóstol, acompañado por el Apóstol Felicien Ilunga, conocedor del lugar, fue a la iglesia de Lufira y se reunió con un grupo de mujeres que se llaman a sí mismas “Sœurs majeures”. Explicaron al Apóstol su concepto de la atención a las hermanas en la fe y le contaron sus experiencias personales.

Servicio Divino para los más pequeños

“Entonces le fueron presentados unos niños, para que pusiese las manos sobre ellos, y orase”. Estas palabras de Mateo 19:13 constituyeron la base de un Servicio Divino especial: a fines de agosto de 2024, niños de las comunidades y distritos de los alrededores se reunieron en N’Zérékoré (Guinea) para celebrar un Servicio Divino. Los acompañaban sus padres, amigos y algunos portadores de ministerio, que también siguieron el Servicio Divino en las filas posteriores. El Pastor Koundouno Emmanuel subrayó que Jesús ama especialmente a los niños y está cerca de ellos todos los días. El programa no terminó después del Servicio Divino. Los niños aun pudieron participar en un concurso, en juegos de interior y exterior, y en actividades musicales y de interpretación. La jornada terminó con una foto grupal.

Paz a pesar de las diferencias

La celebración del 28 de junio de 2024 en Bad Belzig (Alemania) tuvo una liturgia inusual para los cristianos nuevoapostólicos. Y por una buena razón: participantes de cuatro confesiones cristianas diferentes se reunieron para un Servicio Divino conjunto en la iglesia de Santa María. Entre otras cosas, los cristianos nuevoapostólicos participantes aprendieron sobre las oraciones que se pronuncian en otras Iglesias al comienzo del Servicio Divino en alternancia con el ministro. El tema principal del Servicio Divino fue la paz. Esto también se reflejó en las actividades que siguieron: juntos, los cristianos hicieron pájaros en origami en memoria de los que pierden la vida en las guerras, crearon un cuadro de la paz o aprendieron un canto sobre la paz con un miembro de la comunidad evangélica. Por último, los cristianos pronunciaron oraciones de intercesión y recitaron juntos el “Padre Nuestro”.