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La libertad en cinco dimensiones

febrero 13, 2020

Autor: Andreas Rother

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Amor, vuelta a casa, herencia, responsabilidad, resolución. Estas son las cinco libertades que Jesucristo nos tiene preparadas. En Nzagi (Angola) el Apóstol Mayor presentó la clave para alcanzarlas. Y se llama: ser hijo.

El Servicio Divino del 11 de enero de 2020 se basó en el texto bíblico de Romanos 8:15: «Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!».

El Bautismo de Espíritu libró a los creyentes del yugo de la ley mosaica, explicó el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider, haciéndolos hijos de Dios. Ahora se podrían dirigir a Dios así como lo hacía Jesús: con «Abba», que significa Padre, Papá, Papito. Y esto hace libres a los hombres en distintos aspectos.

Amor en lugar de temor

«El pueblo de Israel no tenía elección. Tenía que ser obediente». Mientras lo era, le iba bien. Y si no, estaba amenazado por castigos, dijo el Director de la Iglesia recordando hechos bíblicos en torno a la serpiente de bronce y la rebelión de Coré.

Jesús, en cambio, obedeció a la voluntad de Dios «porque amaba a Dios y quería quedar en comunión con Él». De la misma manera, «nosotros no obedecemos como esclavos para no ser castigados, sino que obedecemos por amor. Pues Dios es nuestro Padre, lo amamos y queremos tener comunión con Él».

Vuelta a casa en lugar de huída

Cuando Adán cometió el primer pecado en el paraíso, se escondió. Y cuando Jonás actuó en contra de la voluntad de Dios, intentó huir.

Pero con su parábola del hijo pródigo, Jesús dejó claro: «No dudes en volver a Dios. Pídele su gracia y su perdón». Volver a Dios significa: «Reconozco que hice algo mal y quiero cambiar».

Herencia en lugar de esclavitud

«No somos esclavos de Dios. Él nos hizo sus hijos», enfatizó el Apóstol Mayor. «Si lo servimos, lo hacemos por agradecimiento», pues «Él nos hizo tan ricos».

No ricos en el sentido de una recompensa. Puesto que lo que Dios ofrece, nadie lo puede ganar por sus propias fuerzas. Sino ricos como herederos: «A través del Espíritu Santo recibimos la promesa de heredar el reino de Dios».

Responsabilidad en lugar de sumisión

Un esclavo debe hacer solamente lo que se le dice. No es responsable de hacer más. Mas el heredero sabe que participa en la responsabilidad de los asuntos de su padre».

Entonces, «servimos al Señor porque estamos agradecidos por su herencia y somos responsables de ella». Y «somos conscientes de que podemos colaborar en la Obra de Dios y lo queremos hacer».

Resolución en lugar de padecimiento

José fue vendido por sus hermanos y a pesar de ello quedó fiel a Dios y al final fue una bendición para ellos. Los Apóstoles Pedro y Pablo fueron arrojados a la cárcel y a pesar de ello alababan al Señor y fueron una bendición para muchos. Esto demuestra, manifestó el Apóstol Mayor, que el creyente no es simplemente una víctima de las circunstancias que debe soportar sus padecimientos en silencio.

«Fuimos enviados por Dios a este tiempo para servirlo y ser una bendición para otros», enfatizó el Director de la Iglesia, «para dar testimonio en estas condiciones especiales y en estas situaciones especiales, y esto es lo que hace la diferencia».

La conclusión del Apóstol Mayor Schneider: «Estamos agradecidos a Dios porque nos hizo sus hijos, herederos de su gloria. Confiamos en su amor y su gracia. Cumplimos su voluntad a pesar de las adversidades».

febrero 13, 2020

Autor: Andreas Rother

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