
La prédica no surge porque sí, debe estar inspirada por el Espíritu Santo, coincidir con la Biblia y corresponder a la doctrina. El Apóstol Mayor lo explica detalladamente.
“Debido anuncio de la palabra” es el título de la carta doctrinaria publicada en la edición especial 2/2020 de los Pensamientos Guía para portadores de ministerio. El artículo se ha publicado ahora también en la revista para miembros “community”, número 2/2025 .
El “debido anuncio de la palabra” se presenta inicialmente en el Catecismo como una característica del apostolado. En el poder del Espíritu Santo, los Apóstoles deben anunciar el Evangelio del nacimiento, la vida y el obrar, la muerte, la resurrección, la ascensión y el retorno de Jesucristo.
El “debido anuncio de la palabra” es una de las autoridades que el apostolado confiere a los portadores de ministerio en la ordenación. Además de la prédica en los Servicios Divinos, se aplica también a transmitir la palabra de Dios en las visitas de asistencia espiritual.
Coincidir con la Biblia
“La coincidencia con la Sagrada Escritura no consiste en atenerse estrictamente al sentido literal”, subraya el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider. Para comprender el mensaje de la Biblia es importante tener en cuenta el factor humano.
Esto abarca desde la visión del mundo de la época de la que procede un texto, pasando por la estructura social y la cultura del momento, hasta la personalidad y los propósitos de los autores. En concreto, en el Antiguo Testamento el sol gira alrededor de la tierra, el Apóstol Pablo no tiene problemas con la esclavitud. Y los cuatro autores dan a sus Evangelios un carácter propio.
“Únicamente el Espíritu Santo, que inspiró a la Sagrada Escritura, puede brindar la comprensión correcta de ella”, aclara la carta doctrinaria. Leída de este modo, la Biblia muestra el camino a la salvación. “No es su misión sustituir a la ciencia ni darnos modelos legales o sociales concretos para la sociedad”.
Coincidir con la doctrina
“La doctrina nuevoapostólica se basa en los enunciados de la Biblia, los cuales eventualmente son profundizados mediante reconocimientos provenientes del Espíritu Santo que son declarados válidos por el Apóstol Mayor”, continúa. La doctrina está contenida en el Catecismo de la Iglesia Nueva Apostólica y es transmitida por los comunicados oficiales de la Iglesia. “La prédica de un portador de ministerio de la Iglesia Nueva Apostólica solo es apostólica y correcta cuando responde a esta doctrina”.
Inspirada por el Espíritu Santo
“El Espíritu Santo nos anuncia la palabra de Jesucristo, la cual es válida por toda la eternidad”, dice la carta doctrinaria. A veces esto se mezcla en la prédica con opiniones personales, como en ciertas declaraciones del Apóstol Pablo y del Apóstol Mayor Bischoff sobre el retorno de Cristo. El mensaje “El Señor viene pronto, ¡estad preparados!” es válido siempre. Pero la parte de la prédica que reflejaba la opinión personal (ser soltero o un lapso de tiempo) no se hizo realidad.
No siempre resulta posible, y tampoco es conveniente, desterrar de la prédica todos los sentimientos personales. Pero “prestemos atención a distinguir exactamente entre la prédica del Evangelio, que acontece con autoridad ministerial, y nuestros propios pensamientos”.
“Por eso es decisivo santificarse para poder reconocer el mensaje del Espíritu Santo y transmitirlo en forma genuina”, apela el Apóstol Mayor. Esto también se aplica a los oyentes: “Si se dejan guiar por el Espíritu Santo, pese a las imperfecciones humanas que es posible encuentren en la prédica, podrán comprender la verdad del Evangelio”.
Foto: Oliver Rütten