Son dos que aman la música: Anna y Owen. Una ya es famosa y el otro tiene potencial para serlo. Un motivo para superar la distancia que los separa y unirse para hacer música.
Las voces van subiendo, una más aguda que la otra. La música comienza, Anna y Owen se ríen mientras Chrispin pone fin, con la música de su smartphone, a la pequeña competencia por llegar a tonos más altos, acompañados por un interludio vocal espontáneo.
Cuando se encuentran dos músicos
Chrispin Lindunda es un cantante tenor muy conocido en Zambia. Comenzó su carrera de cantante en la Iglesia Nueva Apostólica, más tarde tomó clases magistrales con un profesor de canto profesional y también actuó en conciertos fuera de la Iglesia. Disfrutaba por asistir a conciertos. Por ejemplo, cuando Anna Lapwood, la famosa organista del Reino Unido, actuó con el coro Pembroke en Zambia. “Al parecer, yo estaba cantando para mí mismo después del concierto y así fue como Anna me conoció”.
Anna Lapwood se hizo famosa gracias, entre otras cosas, a las redes sociales. No solo es directora de orquesta, sino también organista, locutora y la Directora de Música más joven del Colegio Pembroke (Reino Unido). También es organista independiente en la sala de conciertos Royal Albert Hall de Londres y artista asociada del coro de cámara profesional, los BBC Singers. Esta joven de 28 años ya ha publicado dos álbumes como solista de órgano y es especialmente popular entre el público joven. Y no duda en transmitir sus conocimientos. Por ejemplo, a Chrispin, con quien se mantuvo en contacto después de conocerlo musicalmente.
La voz genera sentimientos
En 2022, Chrispin y Anna quedaron en encontrarse para una sesión de música. Chrispin había conocido previamente a Owen Kasonda en Lusaka y quedó impresionado por su voz. “Habiendo identificado a Owen como una voz poco común, pensé que lo correcto era presentárselo a Anna Lapwood. Ella quedó asombrada. Owen cantaba realmente bien”. Se reunieron para cantar juntos en el gran edificio de la comunidad nuevoapostólica de Olympia, en Lusaka. Anna también asistió al Servicio Divino de juventud junto con Owen y Chrispin. Sin embargo, después los tres prefirieron trasladarse a la Iglesia Anglicana para tocar el órgano.
“La Iglesia Nueva Apostólica es la razón por la que he llegado hasta aquí”, dice Chrispin, “pero no todos los miembros tienen la oportunidad que yo he tenido”. Por eso también quería dar una oportunidad a otros. “Así, quiero presentar al mundo exterior a Owen y a cualquiera que realmente siga este camino que yo he emprendido. Quién sabe, quizá encuentren su felicidad”.
Ni un solo día de clases de canto
Owen canta tenor y, gracias al aliento que le da Chrispin, incluso se anima a cantar contratenor, un registro más arriba. Este taxista de 37 años no había tomado ni un solo día de clases de canto antes de recibir el apoyo de Chrispin y Anna. “Aprendí a cantar en la Iglesia, en el coro”, dice. Y aprendió más con YouTube. “Nunca tuve la oportunidad de ir a una escuela de música, que era lo que yo quería hacer”. Owen simplemente no puede permitírselo.
“Estuve a punto de dejar de cantar porque pensé que no me haría ningún bien”. Aunque le gusta dirigir, dar clases de canto y realizar apariciones como invitado en varios coros nuevoapostólicos de Zambia, lo máximo que consigue es que le reembolsen los gastos de viaje. Pero entonces llegó Anna. Ella le dio clases de canto en la medida de sus posibilidades y lo volvió a motivar.
Owen suele transmitir directamente al coro los conocimientos que adquirió por sí mismo. Le encantaría recibir clases de canto. “Porque así podré enseñar a otros a un nivel profesional”. Le gustaría hacer del canto su profesión. Anna lo motiva a perseguir este sueño. “Como a ella le encanta la música, se dio cuenta de que tengo talento».
Todos los que aman la música, se juntan
Sitali Sitali también tiene talento. Este joven de 30 años es organista en la comunidad nuevoapostólica de Lusaka Central. “En mi comunidad de origen, en Choma, conseguimos un órgano en 2012 y me convertí en el primer organista joven que lo toco desde entonces”. Estudió música en la Universidad de Rusangu, en Monze, y ya ha tocado en órganos de otras iglesias y en conciertos. También le agrada transmitir sus conocimientos a sus hermanos y hermanas. En su página de Facebook publicó extractos de un taller de órgano dictado en la comunidad Ndola. “Anna Lapwood descubrió mi post y se puso en contacto conmigo para pedirme que organizara con ella un taller de órgano aquí en Zambia”.
A principios de septiembre de 2023, 15 organistas se reunieron en la iglesia de Ndola. “Anna nos enseñó sobre todo musicalidad y nos dio consejos sobre cómo llegar a ser un buen organista”, cuenta Sitali. “También nos tocó las obras en las que estaba trabajando. Y cada participante pudo interpretar una obra en la que había estado trabajando”.
Al día siguiente, Anna invitó a cantar a Owen, Chrispin y su hermano Lishebo. Para Owen, esto suponía un viaje de 400 kilómetros, que no se habría podido permitir. “Anna, su prometido y Chrispin cubrieron los gastos del viaje y el alojamiento”, dice Owen agradecido. Anna dio a los tres tenores zambianos clases de canto y consejos para mejorar su canto. Cantaron juntos con gran alegría, como solistas o a dúo. Owen cantó “Amazing Grace” de Dottie Rambo, “Ombra mai fu” de Haendel y muchas otras obras, siempre acompañado por Anna al órgano. Le gusta especialmente entonar cantos cristianos. “La mayoría de los cantos que entono son de nuestra Iglesia”.
Owen se da cuenta de que ha mejorado con respecto al año pasado. Los demás también lo confirman. Si se coloca un objetivo y se concentra en lo que hace, Owen podría algún día ganar dinero con su canto, dice Chrispin. “Tiene un gran talento”.