¿Qué es la Iglesia en realidad? ¿Es sólo un edificio? ¿Sólo una confesión determinada? ¿Acaso una organización? Encontramos diferentes definiciones. En la Sagrada Escritura, Pablo habla del “cuerpo de Cristo”. Al respecto, he aquí algunos pensamientos del Apóstol Mayor.
Dortmund, Alemania, 23 de noviembre de 2017. La Asamblea Internacional de Apóstoles de Distrito acaba de comenzar y como ocurre desde siempre, el Apóstol Mayor que la preside, pronuncia unas palabras espirituales. Esta vez, la máxima autoridad de la Iglesia habló sobre el «cuerpo de Cristo» como aparece en varios pasajes de la Sagrada Escritura, ante todo en Pablo. Los textos son ricos en contenidos y transmiten un fuerte enunciado. Las interpretaciones de ellos que hace el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider también lo son; comprenden un amplio contexto. Llegarán primero a los portadores de ministerio de la Iglesia en un número especial de los Pensamientos Guías. En este punto, nac.today anticipa un primer panorama de lo expuesto por el Apóstol Mayor.
La Iglesia de Cristo en su diversidad
Pablo habla sobre “el cuerpo de Cristo”, cuando habla sobre la Iglesia. Los cristianos creyentes son los miembros; todos ellos cumplen una función diferente. Con esta analogía, Pablo no quiere definir a la Iglesia, sino describir aspectos esenciales:
- Cristo es la cabeza del cuerpo, es decir de su Iglesia. Los miembros del cuerpo están a su servicio.
- Son todos diferentes, cumplen diferentes funciones, aunque actúan juntos y se sirven los unos a los otros.
- Para edificar este cuerpo/su Iglesia, Dios ha dado diversas dones y servicios.
La Iglesia de Cristo consiste en todos los creyentes que pertenecen a Cristo por medio del Bautismo, la fe y la confesión. Puede ser comprendida únicamente en la fe. Dios es el único que sabe sobre la honestidad de cada individuo en relación con la fe. Cuando Pablo estaba en vida, todavía no existían varias comunidades religiosas o confesiones. Hoy en día, en cambio, existe una gran diversidad de Iglesias cristianas. En este contexto, la Iglesia de Cristo no debe ser confundida con estas instituciones o comunidades religiosas. Si bien consiste en muchos cristianos, no es ni confesional (es decir católica o nuevoapostólica o protestante u ortodoxa, etc.) ni es la totalidad de todas estas Iglesias.
El concepto nuevoapostólico del cuerpo de Cristo.
Los cristianos nuevoapostólicos creen que:
- Dios llama a los que ha elegido, para que reciban el Bautismo con Agua y que, de este modo, sean incorporados a la Iglesia.
- Dios ha confiado los dones espirituales a los miembros de la Iglesia de Cristo y les ha pedido que sirvan de este modo a Dios y a su Iglesia.
- Dios ha donado a los miembros de la Iglesia de Cristo que ha escogido para ello la fe en los Apóstoles y en el don del Espíritu Santo. Estos creyentes no son “mejores” que otros, sino que han sido llamados por Dios para cumplir determinada tarea en la Iglesia de Cristo.
Y a pesar de que todos los miembros del cuerpo de Cristo fueron equipados con dones diferentes, todos ellos son exhortados a ser solidarios los unos con los otros y a superar sus diferencias para edificarse mutuamente en el amor de Cristo.
Las relaciones con las otras Iglesias cristianas
Un concepto de Iglesia de Cristo como este determina las relaciones de la Iglesia Nueva Apostólica con las otras Iglesias, específicamente:
- Sobre esta base, la Iglesia Nueva Apostólica quiere desarrollar sus relaciones con otros cristianos y otras Iglesias cristianas. Está agradecida con todos los cristianos en el pasado y en el presente, que han puesto al servicio de Cristo y de su Iglesia los dones que han recibido de Dios.
- Como miembros del cuerpo de Cristo, el propósito de los cristianos nuevoapostólicos es confesar la fe en Jesucristo en conjunto con todos los cristianos y anunciar las obras de bien de Dios. Como renacidos del Agua y del Espíritu saben que tienen la vocación de anunciar el retorno inmediato del Señor y de dar testimonio de la actividad de los Apóstoles vivientes.
- Tributan el debido respeto a los cristianos que no comparten esta misma fe.
Al expresar esto, el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider recuerda las palabras que dijo el Apóstol Pablo: “Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados, con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz” (Efesios 4:1-3).
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