Las mujeres, principales testigos del sepulcro vacío
Hay un gran misterio en este caso criminal. Se trata de un cadáver desaparecido, pero hace mucho que todos los rastros se han convertido en polvo. Hay declaraciones de testigos, pero son bastante confusas. ¿Qué significa todo esto?
Lo que está claro es que el cuerpo fue enterrado a lo grande. Sepulcro en la roca, sellado con alta seguridad, primera ocupación, un lecho mortuorio recién hecho. Proporcionado por un tal Yosef de Ramatayim, hombre importante con un puesto en el Sanedrín, o consejo, y además, rico.
El entierro fue muy observado. ¿Por quién? Las declaraciones de los cuatro testigos difieren. Se habla de mujeres, a veces dos, a veces tres, a veces vagamente más. Pero siempre surge un nombre: Miryam, llamada Magdalit. ¿Es la testigo clave que estuvo muy cerca de todo el acontecimiento?
Con demora al sepulcro
De alguna manera, el funeral apresurado no parece haber sido del todo satisfactorio para las damas. Al día siguiente, las mujeres –sean cuántas sean– vuelven a la tumba. ¿Por qué? Los testigos tienen opiniones divididas al respecto: algunos dicen que simplemente para llorar, otros para cuidar las cosas,y otros con aceites fragantes para embalsamar el cadáver. Un día y medio tarde, porque se interpuso el día de reposo.
Y entonces la conmoción: la cueva está abierta, la pesada piedra frente a la entrada ha desaparecido. ¿Cómo? Solo el testigo que responde al nombre de Matityahu tiene una respuesta. Habla de un terremoto y de un ángel que viene del cielo y remueve la roca. Pero los otros tres no saben nada de esto.
Inspectores en carrera
Sin embargo, los ángeles aparecen en las cuatro declaraciones, a veces uno, a veces dos, y a veces solo un joven con una larga túnica blanca. Su papel, sin embargo, suele ser menos el de un obrero de la construcción que el de mensajero: “Ha desaparecido”, dicen, refiriéndose al cadáver que las mujeres están buscando.
Extraño: las mujeres se conforman con eso y no hacen un seguimiento. Solo el testigo Loukas informa que buscaron y efectivamente no pudieron encontrar el cuerpo. Y envía a Shimon, apellidado Kefa, a que lo verifique.
El testimonio de Jochanan lo convierte en un escuadrón de dos inspectores que corre apresuradamente a examinar de cerca la escena del hecho. No solo están los lienzos, sino que el sudario se encuentra prolijamente enrollado en un lugar aparte. ¿Qué pasó con el cadáver?
Un mensaje, muchas reacciones
“Ha resucitado”, anuncian los ángeles a las mujeres, al menos en tres de los cuatro testimonios. Pero sus reacciones varían significativamente. A veces reciben el mensaje con alegría y quieren transmitirlo apresuradamente. A veces piensan que son rumores, y a veces huyen espantadas.
Y entonces viene el descontrol. En todas partes aparece el hombre buscado, ¡y está vivo! En Matityahu se aparece a las mujeres junto al sepulcro, en Jochanan primero a Miryam Magdalena y después a Teoma, y en Loukus a dos hombres sin nombre en camino a Ammaus. Marcos hace su propio resumen sobre esto. Y en todas partes, al final, es toda la multitud de discípulos la que puede dar fe de ello.
“Jesús vive”. Este mensaje tiene tanto alcance que perdura a través de los milenios y es tan profundo que llega a miles de millones de corazones. Y el acontecimiento es tan grande que no cabe en un solo relato.
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