Los Sacramentos (50): El Bautismo en dos partes
El Santo Sellamiento. Esta es la respuesta de la Iglesia Nueva Apostólica a la pregunta: ¿Cómo llega un cristiano al Espíritu Santo? Aquí, la interpretación actual de los Sacramentos y sus puntos de referencia en la Biblia y la historia de la Iglesia.
Los Sacramentos nuevoapostólicos tienen su base en la vida y el obrar de Jesucristo. Esto se aplica no solo al Santo Bautismo con Agua y a la Santa Cena, sino también al Santo Sellamiento.
Bautismo con Agua y Bautismo con Espíritu
Tanto Juan 1:29-34 como Mateo 3:16 informan que después del Bautismo de Jesús el Espíritu de Dios descendió sobre Él. El hecho de que el Santo Sellamiento encuentre allí su modelo se debe también a Hechos 10:37-38, que se refiere a “cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret”.
En los acontecimientos del Jordán “se pueden observar dos actos diferentes”, explica el Catecismo de la Iglesia Nueva Apostólica (Catecismo INA 8.3.3) la división del renacimiento de agua y Espíritu en dos Sacramentos. Los diversos relatos de los Hechos de los Apóstoles también dejan claro que el don del Espíritu Santo se dispensaba después de ser administrado el Bautismo con Agua.
Los componentes del Sacramento
Siguiendo el plan de edificación común de todos los Sacramentos, las cuatro piedras del ángulo: fe, transmisor, signo y contenido, se definen de la siguiente manera en el caso del Santo Sellamiento:
- El Santo Sellamiento presupone que el que lo recibe tenga fe en el Dios trino y los Apóstoles enviados por Jesucristo –en el caso de los niños, que sus padres tengan esa fe–, así como el Bautismo dispensado en la debida forma (Catecismo INA 8.3.7).
- Los transmisores del Sacramento son exclusivamente los Apóstoles. Esto sigue el testimonio de la Sagrada Escritura, según el cual el Bautismo con Espíritu estaba ligado al ministerio de Apóstol (Catecismo INA 8.3.5).
- Según la Biblia, el signo visible es el rito de la imposición de manos del Apóstol. Asimismo, su oración forma parte de la administración en la debida forma (Catecismo INA 8.3.6). El aceite de la unción no se utiliza, ya que no se menciona en los primeros relatos cristianos.
- El contenido del Sacramento es siempre el acto de Dios: la persona se llena permanentemente de Espíritu Santo, de poder divino. Se completa el renacimiento de agua y Espíritu iniciado en el Bautismo con Agua. Sus efectos son la filiación divina, así como el requisito para alcanzar la condición de primicia (Catecismo INA 8.3.8/8.3.9).
En este sentido, la “filiación divina” es, según el Catecismo, “aquella situación del hombre ante Dios que se caracteriza por la recepción de todos los Sacramentos, por la fe en la prédica apropiada del Evangelio y la orientación de la vida al retorno de Cristo”. “Primicias” es el término utilizado para describir a todos aquellos que Jesucristo lleve consigo en su retorno. Son idénticas a la “comunidad nupcial” (Catecismo INA 10.1.3).
Sin embargo, uno ya es incorporado al cuerpo, o mejor dicho a la Iglesia de Cristo, con el Santo Bautismo con Agua. Porque el Bautismo con Agua realizado en el nombre del Dios trino vincula a todos los cristianos entre sí (Catecismo INA 8.1.6).
Crismación, confirmación, Sellamiento
El camino para llegar a ser un cristiano con plenos derechos pasa por varias etapas. Esto también se conoce en las Iglesias Católica y Ortodoxa, que según las cifras de afiliación representan un buen 70% de todos los cristianos del mundo:
- Las Iglesias Ortodoxas reciben a niños y adultos con una celebración en tres partes: Bautismo con Agua, crismación y comunión. Mientras que el Bautismo da una participación en la muerte y resurrección de Cristo, la crismación da una participación en el descenso del Espíritu Santo en Pentecostés. Así, el bautizado se convierte en un “laico”, un miembro del laós, el pueblo de Dios.
- En las Iglesias Católicas, la confirmación es el Sacramento que da el Espíritu Santo “en plenitud”. Perfecciona la “gracia bautismal” y su objetivo es “enraizar más profundamente a los creyentes en la filiación divina”. La administración del Sacramento está vinculada al episcopado. Los destinatarios son los adultos, de ser posible inmediatamente después del Bautismo, o los niños mucho después del Bautismo, en cuanto alcanzan la “edad del uso de razón”.
El nombre de “Sellamiento ” para el Sacramento de la transmisión del Espíritu ha sido tomado de la Iglesia Católica Apostólica. Sin embargo, la interpretación de la imposición apostólica de manos como confirmación del Bautismo se desarrolló tempranamente en la Iglesia Nueva Apostólica, que aún estaba en desarrollo, en la dirección actual.
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