Mano a mano de entidades de ayuda humanitaria en Nepal

Eran las 12 del mediodía cuando la familia de Krishna Bahadur Dulal se encontraba trabajando en el campo, cerca de la pequeña aldea de Thulo Sirubani. De pronto, la tierra bajo sus pies comenzó sacudirse. “Sentimos un miedo terrible”, nos cuenta Krishna. Este 25 de abril de 2015, un terremoto que alcanzó una magnitud de 7,9 grados sacudió todo el territorio del Nepal. Una vez que cesaron los sacudones, la familia corrió hasta donde estaba su casa y comprobó que de ella sólo quedaba un montón de escombros.

Trabajo con colegas

Ahora, Krishna quiere construir una nueva casa pero no cuenta con recursos, ni siquiera con un mínimo de dinero o de materiales. Pero a partir de hoy, 7 de mayo de 2015, se ha encendido una primera luz de esperanza. Vemos a Krishna parado delante de los escombros de su hogar con una lona en las manos: «Ahora, al menos podremos construir un techo provisorio». La organización de ayuda para la autoayuda “Help—Hilfe zur Selbsthilfe e. V.” contribuyó con las lonas para instalar una carpa para la familia de Krishna y otras 600 familias.

Help fue creada en julio de 1981 por diputados de todos los partidos representados en el Parlamento de Alemania y por personalidades de la ciencia y de la Iglesia para ayudar a los refugiados de la crisis de Afganistán. En el ínterin, esta alianza se ha convertido en una institución de ayuda humanitaria que opera en el mundo entero. Para desarrollar su labor, Help coopera con numerosas organizaciones asociadas. Entre ellas también se encuentra NAK-karitativ, fundada por varias Iglesias regionales de Alemania. La entidad ha facilitado un fondo de 30.000 euros para brindar ayuda inmediata.

Un techo más firme donde cobijarse

Según indicaciones de las Naciones Unidas, el sismo principal que arrasó Nepal y su principal secuela del 12 de mayo, que tuvo una intensidad de 7,3 grados, destruyeron 500.000 casas. Todavía falta darles un techo provisorio a 350.000 familias. Las personas que se refugiaron en los casi 400 campos o en cobertizos de emergencia que construyeron con sus propias manos, por lo general duermen debajo estructuras de caña de bambú o de tiendas de lona. Pero esto será insuficiente porque la temporada de lluvias, que en promedio dura más de 100 días, está a punto de comenzar en Nepal, apenas sople el Monzón. Cuando lleguen las tormentas, se necesitarán techos más firmes para protegerse.

La Iglesia regional Canadá no es ajena a esta situación. Canadá tiene a su cuidado a los hermanos y a las hermanas de Nepal tanto para asistirlos en lo espiritual como en lo organizativo. Las campañas de auxilio se concentran en las regiones de Sipapokhare y Sipaghat (Dharkhola) en el este del país. En primer lugar, las aldeas recibieron alimentos y mantas, y ahora es necesario velar por el transporte de chapas onduladas para instalar techos. Además se ha planificado la construcción de baños públicos, porque en estos momentos, la falta de instalaciones sanitarias es uno de los mayores riesgos que se corre en Nepal. Unas 1,1 millones de personas están afectadas.

En consonancia con las Naciones Unidas

La Iglesia regional América del Norte aportó unos 35.000 dólares canadienses como primer gesto de ayuda inmediata. A estos fondos se agrega una subvención superior a los 10.000 euros proveniente de Alemania del Sur. Además, la Iglesia regional de allí contribuye a través de su obra misionera con otros 30.000 euros a la labor que desarrolla una organización de ayuda humanitaria cristiana-supraconfesional, que se ocupa, principalmente, de velar por la ayuda sanitaria interviniendo en zonas de catástrofe.

La fundación NAK-Humanitas de la Iglesia Nueva Apostólica de Suiza contribuye activamente a paliar la situación de emergencia que vive el Nepal por medio de dos obras de ayuda humanitaria. A “Save the Children”, la organización independiente más grande del mundo que lucha por los derechos del niño, aportó 25.000 euros y a la Cruz Roja otros 25.000 euros. Las entidades nuevoapostólicas también se orientan en los mismos objetivos que las Naciones Unidas definieron como prioritarios. Estos son la ayuda sanitaria y velar por los niños y las madres que amamantan.

Vivir la fe también en la aflicción

Se han planificado otras acciones de ayuda más amplias en la Iglesia regional de Canadá y en NAK-karitativ. Comprenderán, en otras tareas, la reconstrucción de las casas devastadas, con la que recién se podrá comenzar al finalizar la temporada de lluvias.

A pesar de todo, los hermanos y las hermanas de Nepal no han permitido que la situación de emergencia los detenga y siguen viviendo su fe. Hasta los Servicios Divinos se siguen realizando, ya sea en la iglesia de Katmandú que sufrió tan sólo daños o en la casa de un Pastor en Sipaghat (Dharkhola), donde el edificio de la iglesia sí resultó destruido. Y las comunidades de Sipapokhare y Sipaghat acaban de ser visitadas por su Obispo Shrestha.