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Maravillarse por las maravillas de Dios

febrero 5, 2020

Autor: Oliver Rütten

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Mirar hacia atrás, ¿solo para uno mismo o mejor en un grupo grande? «Nosotros lo hacemos juntos en la comunidad», manifestó el Apóstol Mayor Schneider. Una invitación para reflexionar y agradecer.

El domingo 29 de diciembre de 2019, el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider celebró un Servicio Divino en Stade (Alemania). Basó su prédica en Salmos 40:5: «Has aumentado, oh Jehová Dios mío, tus maravillas; y tus pensamientos para con nosotros, no es posible contarlos ante ti. Si yo anunciare y hablare de ellos, no pueden ser enumerados».

¡Señor, Dios mío!

«Si miramos hacia atrás a las obras de Dios, primero tenemos que tomar conciencia de quién es realmente el Dios, en el que creemos», introdujo el dirigente de la Iglesia. «Nuestro Dios es un Dios de comunión, de comunión del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo».

  • El Padre: «Todo lo bueno viene de Él. Es el Señor omnipotente. Dios, el Padre, es el Dios del amor».
  • El Hijo: «Creemos en el Redentor. Todos los que confían en Él son salvados, justificados y redimidos por Él».
  • El Espíritu Santo: «El Dios invisible puede ser experimentado por el hombre a través de la actividad del Espíritu Santo. Dios, el Espíritu Santo, es un poder. Es el Consolador».

Reconocer las maravillas de Dios

Las maravillas de Dios se pueden experimentar de múltiples formas, explicó el Apóstol Mayor:

  • Lo hermoso en la comunidad: «Pienso en los diferentes encuentros: jornadas para la juventud, Servicios Divinos, Servicios Divinos festivos». Todas estas son maravillas de Dios que producen admiración. Aquí es importante: «Esto no es el éxito, el resultado de nuestro trabajo, de nuestros esfuerzos, nuestros dones y fuerzas, ¡esto viene de Dios!».
  • El amor incondicional de Dios: «Me propuse tantas cosas y de lejos no hice todo». Pero, «Dios sigue amando, aceptando al hombre. Esto es lo maravilloso del amor de Dios».
  • La riqueza de la palabra de Dios: «¡La palabra produce tanto! Ayuda al que padece, al joven, al anciano, al pobre, al rico. Una maravilla que se puede experimentar una y otra vez».
  • La cercanía de Dios al hombre: «Precisamente aquellos que se encuentran en gran necesidad, los pobres, los perseguidos, los refugiados, los enfermos graves, justamente ellos son los que experimentan más la cercanía de Dios. Esto es lo maravilloso en la lucha, en la aflicción, en las dificultades. ¡Este es nuestro Dios!».
  • El poder del Espíritu Santo en el hombre: «Los hermanos y hermanas que pasan por momentos difíciles, por situaciones imposibles, justamente ellos son los que siguen sirviendo, siguen ofrendando, siguen amando. Esto es lo maravilloso del poder de Dios. Lo podemos experimentar y vivir».

Vislumbrar los pensamientos de Dios

«Los pensamientos de Dios son tan grandes que no siempre los podemos entender», dejó claro el Apóstol Mayor Schneider. Pero también aquí vale la pena hacer una retrospectiva.

  • Todo sucede diferente a lo que uno esperaba: «Dios deja que el mal haga de las suyas. Lo permite. Pero es tan grande que hasta se puede servir del mal para hacer el bien».
  • Dios es poderoso en los débiles: «Sí, a veces tenemos problemas con esto. Sería mucho más sencillo si todos fuésemos perfectos, si no tuviésemos tantas imperfecciones». Pero «Él quiere ser poderoso en los débiles para que toda la gloria y la alabanza sean para Él y no para el hombre».
  • Estar aún más cerca de Jesucristo: «Nosotros, los hombres, siempre creemos: ‘En realidad, ahora sabemos lo suficiente. Y lo que somos en realidad no está tan mal'». Pero el Espíritu Santo nos impulsa a desarrollarnos: «No, no nos podemos quedar detenidos, hay que continuar. Todavía tiene que crecer el reconocimiento. Venid aún más cerca de Jesucristo».
  • Salvación a través de la fe y la confianza: «Esto es algo muy importante, lo quiero subrayar una y otra vez: La fe no solo significa: ‘Sí, creo, eso es verdad’. La fe ya de por sí significa confianza. Confiamos en Dios, el Padre, el Creador, que hace todo bien, que nos conduce a la comunión con Él. Él está con nosotros. Él nos quiere salvar».
  • Dios obra en cada segundo: «Ni siquiera sabemos cuántas veces Dios nos ayudó. Dios nos dio tanto y nosotros no sabemos apreciarlo». Y lo más grandioso: «Él nos prepara el maravilloso futuro. Él tiene preparada una herencia».

La conclusión del Apóstol Mayor: «Alabamos a Dios por las riquezas que nos ha regalado. Confiamos en Él. ¡Él quiere nuestra salvación!».

febrero 5, 2020

Autor: Oliver Rütten

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