Más allá de los titulares: voluntarios en acción

La iniciativa de la Iglesia Nueva Apostólica Asia del Sudeste colocó alrededor del 60 por ciento de sus desembolsos en la ayuda para catástrofes. Esto surge de su último reporte anual de actividades. El dinero se utilizó en su menor parte para medidas de urgencia y en su mayor parte para la reconstrucción.

«Las Filipinas son azotadas continuamente por tifones, incendios y otras catástrofes», escribe el Apóstol de Distrito Urs Hebeisen como Presidente de la organización caritativa en su prólogo. «NACSEA da inicio a sus acciones de ayuda no por las noticias sensacionalistas, sino respondiendo al llamado de los necesitados».

Edificios de iglesias como alojamiento de emergencia

La institución caritativa se ocupa de las víctimas de incendios en Magugpo North Tagum, donde familias que quedaron sin techo son provistas de alimentos, mantas y dinero en efectivo. Y también San Luiz Ruiz se vio afectado por las consecuencias del fuego, donde la comunidad nuevoapostólica, además de la asistencia en especies, puso a disposición el edificio de la iglesia como alojamiento de emergencia.

Una acción caritativa tuvo que combatir las consecuencias de una sequía en Mindanao, la segunda isla más grande de las Filipinas. Allí se había declarado situación de emergencia después de que el fenómeno meteorológico conocido como «El Niño» había provocado una falta masiva de agua en el sector agropecuario. Más de 370 familias recibieron alimentos para paliar la aguda necesidad por la que estaban pasando. Y casi 90 familias recibieron semillas como «ayuda para la autoayuda» para el futuro.

Cuando la vida está en ruinas

«Hay catástrofes que figuran en los titulares de todo el mundo. Y mucha gente se hace partícipe», dice en el reporte anual refiriéndose a los huracanes. «Y por otro lado hay catástrofes naturales de las que no se entera casi nadie».

Eso tiene que ver muchas veces con la cantidad de víctimas fatales. En las Filipinas estas no siempre son muchas porque las personas siempre se pueden equipar mejor contra los tifones. Sin embargo, no hay de subestimar lo dura que resulta la vida de los afectados cuya vivienda y muchas veces también sus medios de subsistencia resultan dañados.

A más de 200 familias apoyó NACSeaRelief en tales situaciones en el año 2016: después del tifón «Melor» (llamado localmente «Nona») en la Región Oriental Mindoro y después del tornado «Haima» (localmente «Lawin») en Northern Luzon. Además de la asistencia de emergencia en forma de alimentos, los afectados también recibieron materiales para la reconstrucción.

Una familia de instituciones caritativas

Educación y ayuda para la autoayuda son otros dos puntos centrales del trabajo de la organización caritativa. El reporte anual menciona, por un lado, proyectos comunitarios como la terminación de una escuela con seis aulas en Negros. Pero también existe el estímulo individual para más de dos docenas de estudiantes, uno de los cuales terminó sus estudios en el año del ejercicio informado.

Valerse por sus propios medios: este también es el objetivo de otras medidas como ser la entrega de botes de pesca a familias de la Región Surigao, la subvención a un criadero de langostinos en Mindanao y los primeros inicios para la producción y comercialización de bolsos de tela.

Para solventar alrededor del 43 por ciento de sus gastos, la organización caritativa depende de donaciones privadas. Sin embargo, más de la mitad proviene de entidades suizas: NAK Diakonia y ante todo NAK Humanitas. Esta subvención varía según el estado de los proyectos. En 2015 se contaban entre los donantes, por ejemplo, NAK Karitativ y la Obra Misionera de la Iglesia Nueva Apostólica –hoy «humaNAKitv»–. Y así el reporte anual deja claro al final: «NAC SEA Relief es parte de la familia de obras caritativas que vinculadas con la Iglesia Nueva Apostólica están activas en países de todo el mundo».