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Myanmar, un país de esperanza y deseos

diciembre 2, 2015

Autor: Peter Johanning

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¿Es Myanmar realmente un país tan cerrado como afirman los medios? ¿Existen restricciones? En el rubro «Dondequiera, como en casa» habíamos mirado entre bastidores. Ahora el Apóstol de Distrito competente, Urs Hebeisen, da una breve entrevista sobre su trabajo:

nac.today: Apóstol de Distrito Urs Hebeisen, Ud. es responsable en la Iglesia Nueva Apóstolica de muchos países en el área de Apóstol de Distrito ubicada en el sudeste asiático, también de Myanmar. Se lo conoce como un país muy cerrado. ¿Esto todavía es válido?

Hebeisen: Para el turismo, las puertas hace mucho que están abiertas, pero sólo en ciertas partes del país. Yangon por ejemplo, la capital. Allí hace tiempo que son posibles la industria, los negocios y las inversiones.

Hermosas nuevas posibilidades

nac.today: ¿Y qué ocurre en lo concerniente a las Iglesias? ¿Pudo Ud. como Apóstol de Distrito viajar libremente por el país?

Hebeisen: Allí donde llegaron los turistas, yo naturalmente también pude llegar. Lamentablemente en esas zonas hay pocos miembros en las comunidades. La mayoría de los misioneros sólo llegó hasta la capital. Pero ahora hay nuevas posibilidades. Mucho más importante es que un Apóstol pueda llegar a todos los hermanos y hermanas. Por muchos años esto fue posible con el Apóstol David Thang. Él llegó a todas partes en el país. Nuestra Iglesia, entretanto, cuenta allí con unos 1.300 miembros en 18 comunidades.

nac.today: ¿Cuántas veces volará Ud. hasta allí?

Hebeisen: Por lo general, visito el país una vez por año.

Estamos llenos de esperanza

nac.today: ¿Qué es lo especial que tienen las personas en Myanmar?

Hebeisen: Son personas muy amables y dignas de ser amadas, que reciben con gusto a los extranjeros. Muchos jóvenes y en realidad todos están llenos de esperanza, lo que naturalmente impulsa mucho la migración. En general, las personas tienen una impronta muy budista.

nac.today: ¿Cómo se ve allí el futuro?

Hebeisen: Todos hablan ahora de libertad. Los deseos son muy fantasiosos. Pero ahora se hizo un buen comienzo. Aunque la Iglesia nunca estuvo prohibida, esperamos que ahora la podamos poner sobre una base un poco más sólida y legal. Lo que se necesita ahora son ante todo nuevos edificios de Iglesias. Además esperamos que haya puestos de trabajo para los jóvenes para que se puedan quedar en el país.

Foto: NAC Indonesia/ En casa de un pequeño hermano en la fe de Myanmar.

diciembre 2, 2015

Autor: Peter Johanning

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