Ningún ser humano tiene derecho a quitar lo que Dios ha dado
¿Están los seres humanos legalmente autorizados a matar a otros seres humanos? ¿Se trata de venganza o de justicia? En estas cuestiones, la humanidad está dividida. ¿Qué dice la Biblia al respecto? ¿Y cuál es la postura de la Iglesia? Respuestas para el “Día Mundial contra la Pena de Muerte”, el 10 de octubre.
Más de dos tercios de todos los Estados del mundo han abolido la pena de muerte o, al menos, han dejado de aplicarla. Y la cifra aumenta año tras año, por un lado. Pero, por otro lado, en 2022 el número de ejecuciones subió al nivel más alto de los últimos cinco años. Así lo denuncian las organizaciones de derechos humanos. China, Irán, Arabia Saudita y Egipto encabezan la lista de países de mayor número de ejecuciones, seguidos –aunque a una distancia significativa– por los Estados Unidos.
No inmunes a los errores
Agencias gubernamentales y no gubernamentales hacen campaña contra esta situación en todo el mundo: La “Coalición Mundial contra la Pena de Muerte”, fundada en 2002, se ha convertido en una alianza de 180 grupos de derechos humanos y organizaciones cristianas. Desde 2007, la Unión Europea conmemora el “Día contra la Pena de Muerte”. Y desde ese mismo año, Naciones Unidas llaman en una resolución al cese de las ejecuciones en todo el mundo.
“La pena de muerte es un trato inhumano y degradante, contrario a la dignidad humana”, justificó su compromiso el Consejo de Europa. “No sirve para disuadir de la comisión de delitos. Ningún sistema jurídico está a salvo de errores judiciales, que pueden dar lugar a la pérdida de vidas inocentes”.
Moisés y la prohibición de matar
Desde una perspectiva cristiana, el tema parece claro a primera vista. Después de todo, el quinto mandamiento es: “No matarás”. Pero el tema no es tan simple porque el término hebreo que se usa aquí es razach, no harag.
- Además, el término razach se encuentra en todas partes en referencia a matar en forma ilegítima, asesinato intencional u homicidio involuntario y siempre solo en referencia a seres humanos.
- El término harag se utiliza especialmente en referencia a matar a personas en batalla y guerra, matar por sentencia de muerte, cuando Dios mata o se mata a un animal.
Así, el Catecismo de la Iglesia Nueva Apostólica llega a la siguiente conclusión: “La traducción literal de este mandamiento del texto original hebreo expresa: ‘No asesinarás’. Según el sentido original de la palabra, el quinto mandamiento prohíbe derramar sangre inocente de forma arbitraria, ilegal y en perjuicio de la sociedad; no se refería a prestar servicios en guerras ni a la pena de muerte” (Catecismo INA 5.3.6.1).
Jesús y la prohibición de matar
Y luego viene Jesucristo y pone al quinto mandamiento en un relieve aún más agudo: “Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio. Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego” (Mateo 5:21-22).
“No limita el cumplimiento del mandamiento a su observación al pie de la letra, sino que le incorpora la actitud interior de la persona”, explica el Catecismo (Catecismo INA 5.3.6.2). En otras palabras, para Cristo ya no cuenta la obra en sí, sino el impulso para hacerlo. En consecuencia, en 1 Juan 3:15 podemos leer: “Todo aquel que aborrece a su hermano es homicida”.
Lo que Jesús enseña, también lo vive: “El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella”. Con estas palabras impide que se aplique la pena de muerte a la mujer adúltera.
Prohibición de matar hoy
¿Y qué dice hoy la prohibición de matar? “La vida es dada por Dios. Únicamente Él es Señor sobre la vida y la muerte”, subraya la Iglesia Nueva Apostólica (Catecismo INA 5.3.6.3). “Por lo tanto, ningún hombre tiene derecho a poner término a una vida humana”.
En este sentido, “ejecutar una pena de muerte perjudica el orden divino”, añade el Catecismo en Preguntas y respuestas (Catecismo INA PyR 339): “La Iglesia Nueva Apostólica considera que la pena de muerte no es un medio apropiado de intimidación y, con ello, de protección de la sociedad.»
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