Estar dispuesto, apoyar, dar. El servicio al prójimo tiene muchas facetas. El Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider convoca a que prestemos este servicio con los dones existentes y no pensemos solamente en nosotros mismos.
El Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider celebró el 21 de mayo de 2017 un Servicio Divino en la gran iglesia de Depok (Indonesia). Estuvieron presentes 10.000 hermanos y hermanas: localmente y en las 128 comunidades de todo el país. La prédica se fundamentó en 1 Pedro 4:10: «Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios».
Los cristianos son convocados a servir al prójimo …
La epístola de Pedro está dirigida a los cristianos que se vieron confrontados con la enemistad de la sociedad pagana. El autor de la epístola de Pedro los exhorta a guardar al fe y a apoyarse los unos a los otros. Sus palabras siguen siendo actuales todavía hoy, dijo el Apóstol Mayor. Hoy también se conocen las tentaciones. Es tarea de los creyentes, servir al prójimo con los dones que han recibido por la gracia de Dios.
… con el don de la fe. «Tenemos la gracia de que podemos creer en Dios. Es una gracia que sepamos que Jesucristo es el Hijo de Dios, que es el Salvador que Dios ha enviado para nuestra redención». Esta fe ahora hay que aplicarla. El mejor camino para hablar sobre la fe, es indicarle al prójimo que «Jesucristo nos quiere ayudar a superar los pecados y que Jesús nos perdona».
… con el don del amor. «El amor a Dios nos ayuda a vencer las aflicciones y pruebas cuando tenemos que sufrir como cristianos». Pero este amor también hace posible el amor al hermano y la hermana y «aprovechemos el amor de Dios para fortalecer la unidad del pueblo de Dios».
… con el don de la gracia. «Cuanto más y mejor conozcamos a Jesucristo, tanto más nos daremos cuenta de cuánto necesitamos la gracia para tener comunión con Él». Y esto también repercute en la relación con el prójimo: «Como estoy tan agradecido por el perdón de mis pecados, no me resulta difícil perdonar también a mi prójimo. No sólo es una condición: el debes perdonar para que te pueda ser perdonado. ¡No, se convierte en una necesidad, en un deseo del alma!»
… con las capacidades que Dios ha concedido. «Y naturalmente hemos recibido muchos otros dones». El Apóstol Mayor pidió encarecidamente aprovechar estos talentos individuales: «Utilicemos estas capacidades para gloria de Dios y para bendición de la comunidad». Pero un don lo tienen todos, está seguro el Apóstol Mayor: el de orar correctamente. «Sabemos que debemos pedir primero por la redención. Debemos orar primero por el cielo y después por la tierra».
… con dones materiales. «Todo lo que tenemos en nuestra vida, lo consideramos como un regalo de la gracia de Dios. Es gracia que tengamos recursos, que tengamos dinero». Y con relación al texto bíblico, el Apóstol Mayor explicó: «Sed generosos con los demás sin murmuraciones». Esto también significa que las ofrendas puedan ser utilizadas fuera de la comunidad. Y esto para que la Iglesia pueda cumplir con su trabajo y los Apóstoles con su misión.