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«Nuestra Iglesia vive»

febrero 14, 2019

Autor: Dinara Ganzer

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Del Caribe, pasando por España, hasta el Mar Negro. Muchos hermosos lugares turísticos formaban parte del campo de actividad que el Apóstol de Distrito e.d. Markus Fehlbaum (Suiza) cultivó por diez años. En la entrevista permite echar un vistazo a su trabajo.

¿Qué desarrollos consideraría como hitos?

Hay muchos, pues nuestra Iglesia vive. Son la nueva interpretación de Bautismo, nuestra definición de Iglesia de Cristo, la nueva disposición para los ministerios sacerdotales concerniente a la conducción de los Servicios Divinos, pero también la nueva interpretación de ministerio con la definición de ordenación, encargo y nombramiento. Un hito especial también es la constitución de la Iglesia Nueva Apostólica en Cuba.

Usted atendió numerosos países. ¿Cómo resolvió las diferencias culturales?

Aceptando y amando a las personas así como son. Abordándolas con tolerancia y valoración y confiando en ellas. Así se puede construir el reino de Dios en todas partes del mundo.

Además de las lenguas que se hablan en Suiza, usted domina inglés, español y rumano. ¿Le resultó fácil aprender tantos idiomas?

Crecí en una ciudad donde se hablan dos idiomas y por eso tuve una intuición por los idiomas ya desde muy pequeño. Amo la comunicación, el relacionarse con los demás, así como el sentirse interesado por el otro y el intercambio entre las personas. Esto me hizo fácil aprender idiomas.

¿Fue el idioma la clave (ante todo en las áreas confiadas) para que usted pudiese entusiasmar a las personas en favor de nuestra fe?

Podía hablar con las personas sin traductor y responder sus cartas sin traductor. Esto proporcionaba cercanía y confianza para trabajar juntos como discípulos de Jesús.

¿Cómo se preparó para su descanso ministerial?

Alegrándome por tener ahora más tiempo para mi familia, para mis amigos y para mí mismo. Seguiré estando activo en diferentes tareas, no obstante será en otro nivel y con otro ritmo. Deseo seguir siendo un servidor de Jesús.

¿Ante qué desafíos se encuentra ahora en su nueva fase de la vida?

Seguir haciendo tanto bien y practicando tanto amor como me sea posible. Me dedicaré al bienestar de nuestros jóvenes, de los niños –incluso de mis cuatro nietos–, así como de las personas necesitadas y de nuestros hermanos y hermanas. Quiero colaborar para que en lo posible muchos jóvenes, también de los países de misión, participen del DJI 2019 en Düsseldorf. Sigo siendo el presidente de nuestra fundación humanitaria Humanitas y de Diakonia. Colaboraré más en nuestros hogares para niños en Rumania y Moldavia. En Cuba colaboro para desarrollar nuevas estructuras y la administración local de nuestra Iglesia.

¿Cómo quisiera aprovechar el tiempo estando en descanso ministerial?

Los idiomas seguirán siendo mi hobby. Seguiré aprendiendo rumano para, por ejemplo, corregir junto con la profesora las traducciones que hago de las circulares de nuestro Apóstol Mayor. Para quedar en forma voy dos veces por semana al gimnasio. De tanto en tanto iré a ver un partido de fútbol de mi equipo de Biel. Los chorizos no pueden faltar en esas ocasiones.

¿Tiene previsto ocuparse de alguna tarea en su comunidad?

Hablé con el dirigente de mi comunidad y lo apoyaré activamente en la asistencia espiritual y ante todo en la atención de hermanos con Santa Cena.

En su página de Facebook usted tiene casi 5000 amigos. Siempre pasa algo en ella. ¿De qué manera –desde su punto de vista– es útil este medio?

Hace fácil la comunicación y lleva a una buena interrelación entre las personas. Es una buena posibilidad para que otros se enteren de lo que vivimos.

El «barullo» de Facebook ¿alguna vez fue demasiado para usted?

No, pues alegría compartida es doble alegría y tristeza compartida es media tristeza.

Eine ausführliche Version dieses Interviews findet sich in der Ausgabe 17/2018 der Zeitschrift «Unsere Familie».

febrero 14, 2019

Autor: Dinara Ganzer

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