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Nueve veces la ayuda de Dios

abril 27, 2017

Author: Andreas Rother

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Fuerza, consuelo y bendición. Dios ayuda de muchas maneras. Lo demuestra el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider con el ejemplo bíblico de Jacob. ¿Y cómo se llega a esa ayuda? Respuestas de un Servicio Divino.

«Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo. No temas, gusano de Jacob, oh vosotros los pocos de Israel; yo soy tu socorro, dice Jehová; el Santo de Israel es tu Redentor».Así dice el texto bíblico de Isaías 41:13-14 que sirvió de base al Servicio Divino del 12 de marzo en Saskatoon (Canadá).

Aquí el profeta se dirige al pueblo de Israel que se encontraba en la difícil situación del cautiverio babilónico. Le recuerda que a través de los ancestros como Jacob fue elegido por Dios como pueblo para ser salvado por Él y dar testimonio de Él ante todas las naciones.

¿Qué tiene que ver este hecho bíblico con el tiempo actual? «Nosotros somos el pueblo escogido que tiene la posibilidad de pertenecer a la novia de Cristo», dijo el Apóstol Mayor. «Más de uno puede pensar: ‘Ah, nuestra comunidad es tan pequeña y débil…’. Pero el pobre Jacob no tenía nada, sólo una piedra para recostar su cabeza. ¿Y qué pasó? La promesa se cumplió y fue padre de un gran pueblo».

«Dios nos quiere ayudar a entrar en el reino de Dios», acentuó el Director de la Iglesia. «¿Y en qué consiste esta ayuda?».

  • En protección: «Él siempre garantizará que nada pueda impedir nuestra redención. Seguro, tendremos que pasar por dificultades. Pero cuando Dios ve que las cosas se ponen demasiado difíciles, utilizará su poder para apartar el obstáculo».
  • En gracia: «Él nos perdona para que nos podamos poner a trabajar liberados de nuestros pecados. Y nos dice: ‘No te preocupes por lo material, es una carga innecesaria. Perdona a tu prójimo’. Esto hace que todo sea mucho más fácil para ti».
  • En consuelo: «Cuando las cosas se ponen demasiado difíciles, el Espíritu Santo nos muestra la gloria de Dios. Nos muestra qué grande es el amor de Jesucristo. Por cierto, no lo podemos ver con nuestros ojos, pero lo podemos sentir con nuestra alma y con nuestro corazón».

«Dios también acude en nuestra ayuda para que podamos ser bendecidos», complementó el Apóstol Mayor. «¿Cómo funciona esto?».

  • Por los mandamientos: «El que obra conforme a la ley, el que lleva a la práctica el Evangelio, experimenta paz y alegría en su corazón».
  • Por los ejemplos: «En las preocupaciones también se puede mantener la paz y la alegría. Esto no es teoría, lo podemos ver en nuestras comunidades. Sólo tendréis que abrir bien los ojos».
  • Por el don del Espíritu Santo: «Tomaos el tiempo necesario para oír en vuestro corazón la voz del Espíritu Santo».

Y finalmente, Dios ayuda a ser verdaderos servidores y testigos de Cristo abriendo el entendimiento.

  • Para su plan: «Él enviará a su Hijo para buscar a la novia. Pero este no es el final de la historia. Después vendrá el reino de paz en el que todos los hombres podrán oír el Evangelio».
  • Para la debida motivación: «Dios no quiere obligar a los hombres a seguirlo. Él quiere que los hombres experimenten su amor y que por eso se decidan por Él».
  • Para el propio obrar: «Como testigos de Dios vivamos de modo que nuestros prójimos puedan experimentar su amor».

¿Y cómo se llega a esa ayuda? Aquí el Apóstol Mayor Schneider volvió a hacer alusión al ejemplo de Jacob: con una fe inquebrantable en la promesa, luchando hasta el final y estando dispuestos a servir al Señor. «Aquel que lucha por su redención, recibirá la ayuda de Dios y su bendición».

abril 27, 2017

Author: Andreas Rother

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