Corea del Sur es un país como cualquier otro. El hermano en el norte, aunque está geográficamente cerca, políticamente está muy lejos. Cuando el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider el mes que viene viaje a Corea del Sur, habrá en su programa una oración por la paz.
Una amarga guerra a comienzos de los años 1950 dividió el país en Norte y Sur. Hubo numerosos acercamientos, pero una unificación verdadera todavía no se produjo. Entre ambos estados existe la DMZ, la zona desmilitarizada. Con unos 250 kilómetros de longitud, está situada con bastante exactitud a lo largo del paralelo 38º: tierra de nadie. Se creó en 1953 después de cesar la Guerra de Corea. La frontera entre ambos estados se halla muy fortificada, aunque en realidad debería ser una zona de alto de fuego. Pero una y otra vez se producen rebrotes de conflictos armados.
A fines de mayo el Apóstol Mayor visitará la ciudad de Daejeon. Daejeon es la quinta ciudad más grande de Corea del Sur con más de 1,5 millones de habitantes. Desde aquí se puede llegar a Seúl, la capital del país, en 50 minutos con el tren de alta velocidad. Es la cuarta vez que un Apóstol Mayor llega a esta región del país, para el Presidente actual de la Iglesia es la primera.
El Apóstol de Distrito responsable de la Iglesia Nueva Apostólica en ese país, el Apóstol de Distrito Urs Hebeisen de las Filipinas, se alegra mucho por la visita: «El Apóstol Mayor viaja por todo el mundo para atender a miles de creyentes, pero nunca se olvida de los pequeños grupos en sociedades y culturas complicadas».
Oración por la paz en la Campana de la Paz
La máxima autoridad de la Iglesia también hará una oración por la paz. A tal efecto viajará junto a sus acompañantes al parque conmemorativo para la reunificación Imjingak, a unos 50 kilómetros al noroeste de Seúl junto a la ciudad de Paju. Allí se encuentra la famosa Campana de la Paz. Pesa varias toneladas y se hace sonar ante todo en las fiestas de Año Nuevo como exhortación a la reunificación.
En el parque para la reunificación, cuyo nombre se debe al río Imjing con el que limita, hay numerosos monumentos conmemorativos que recuerdan con dolor la Guerra de Corea y la división. Muy cerca de allí se encuentra también el Puente de la Libertad, a través del cual miles de norcoreanos huyeron hacia el sur antes de cerrarse la frontera.
Está previsto un nutrido programa
Con la visita a Corea del Sur finaliza un viaje de una semana por Asia del Sudeste: el viernes 20 de mayo al mediodía, el Presidente internacional de la Iglesia llegará primero a Japón. El Servicio Divino del domingo se celebrará en el salón de un hotel. A Corea del Sur, el Apóstol Mayor llegará el jueves. El viernes por la mañana está planeado el viaje al parque de la memoria. Y el domingo está previsto el Servicio Divino en Daejeon/Corea.