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Orientados a la solución para llegar a la perfección

noviembre 27, 2024

Autor: Katrin Löwen

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Todos son parte del problema, inevitablemente. Pero todos pueden ser parte de la solución, si así lo desean. Para ello, hay que llegar a la raíz del problema y Dios se encargará del resto.

Orar funciona. Lo hizo recordar el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider en un Servicio Divino en San Pablo (Brasil) el 29 de septiembre de 2024. Especialmente cuando se ora por el perdón de los pecados, porque el mayor deseo de Dios es “librarnos definitivamente del mal y del sufrimiento”. Y llevar a sus hijos a su reino, donde todo es perfecto.

Señor, ten misericordia de mí

“Y no somos perfectos, somos pobres pecadores”, se lamentó el dirigente internacional de la Iglesia. Y leyó un pasaje bíblico adecuado, tomado de Salmos 41:4: “Yo dije: Jehová, ten misericordia de mí;
Sana mi alma, porque contra ti he pecado”. Luego explicó a los hermanos y hermanas qué es exactamente el pecado:

  • “Todo pensamiento, toda palabra, todo acto contrario a la voluntad y a la naturaleza de Dios”.
  • “Cuando no cumplimos la promesa que hemos hecho a Dios”.
  • “Cuando tenemos la oportunidad de hacer el bien y no lo hacemos”.

“No debemos temer ningún castigo de Dios”, tranquilizó el Apóstol Mayor. “Dios no es un Dios que quiera castigar a los pecadores”. Entonces, ¿por qué es tan malo el pecado? “Todo pecado es malo porque nos imposibilita la perfecta comunión con Dios”. Los seres humanos distinguen entre pecados mayores y menores, pero ante Dios, el pecado es absoluto e “incluso el pecado más pequeño en el sentido humano hace imposible entrar en el reino de Dios”.

El perdón de los pecados no puede ganarse mediante sacrificios, renuncias o sufrimientos autoimpuestos. “Ni siquiera puedes compensar tus pecados con buenas obras”, dijo el Apóstol Mayor. “No puedes obligar a Dios a perdonarte”.rch gute Taten ausgleichen“, sagte der Stammapostel. „Du kannst Gott nicht zwingen, dir zu vergeben.“

MAURICIO BOLLETTA

Por el camino del perdón de los pecados

El camino eficaz para obtener el perdón de los pecados es, según el Apóstol Mayor:

  • “Creer en Jesucristo y en su sacrificio, y solo Jesús puede perdonar nuestros pecados a través de su sacrificio y su mérito”.
  • “Ir a Dios como humildes pecadores y pedir: Por favor, perdóname”.
  • Estar decidido a mejorar: “Él pondrá a prueba si realmente tienes el deseo de cambiar”.
  • No actuar por miedo al castigo: “Los que están motivados por su amor a Dios y su deseo de comunión con Él están verdaderamente motivados para cambiar”.
  • Creer en los Apóstoles de Jesús: “Él envió a sus Apóstoles y les dio autoridad para anunciar el perdón de los pecados. Así que debemos ir y escuchar el perdón de los pecados a través de los Apóstoles y de quienes Él envió”.

Dios también tiene en cuenta las relaciones con el prójimo:

  • “Dios no quiere que juzguemos a nuestro prójimo. Mi prójimo es un pecador, pero yo también lo soy, ambos necesitamos el perdón”.
  • “Quieres el perdón, ¿es importante para ti? Entonces demuéstralo y perdona a tu prójimo”.
  • “Dios quiere que reparemos el daño que hemos hecho. No podemos limitarnos a decir: Perdóname. Tenemos que hacer más para restaurar la alegría, la paz y la confianza en Dios”.

Parte de la solución, parte del problema

Dios quiere sanar las almas de los creyentes y liberarlas del mal. A los que se quejan del mal en el mundo, Dios les dice: “¡Hola, despierta! ¿Te das cuenta de que eres parte del problema?”. Porque “con nuestros pecados, contribuimos a la propagación del mal”. Incluso a pequeña escala: “Si algo va mal en la comunidad, también somos parte del problema”.

Sin embargo, esto también significa: “Tú también eres parte de la solución. Si cambias tu comportamiento, si haces menos el mal, mejorarás toda la situación. Quizá solo en pequeña medida, pero si todos lo hacen, la situación en la familia, en la pareja y en la comunidad mejorará”.

Arrancar las raíces

Las raíces del mal pueden ser: el propio ego, la riqueza terrenal, la envidia. “Cada uno puede descubrir por sí mismo por qué ha cometido pecados”. El Espíritu Santo puede ayudar en la búsqueda. “Y te ayudará a extirpar la raíz. Y cuanto más nos inspire el Espíritu Santo, más humildes seremos, más amaremos a Dios y al prójimo, y menos pecaremos”. Dios lo reconoce y concede su perdón y su gracia, haciéndonos así perfectos. “Nos libera completamente de todo mal y realiza este gran milagro para que lleguemos a ser tan perfectos como Cristo”. Esto abre el camino al reino de Dios. “Y en su reino seremos liberados del mal y tendremos gozo y paz eternos”.

En resumen, el encargo del Servicio Divino es: “Tomemos conciencia de nuestros pecados, recorramos el camino para obtener el perdón, trabajemos en nosotros mismos con la ayuda de Dios para desterrar el mal de nuestro corazón y entonces podremos esperar la gracia de Jesucristo. Él nos hará perfectos”.erbannen, und dann können wir auf die Gnade Jesu Christi hoffen. Er wird uns vollkommen machen.“

noviembre 27, 2024

Autor: Katrin Löwen

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