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Palabras suaves, gran repercusión: comienza una nueva época

mayo 3, 2018

Author: Andreas Rother

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Expulsados de la mesa del Señor, excluidos de la cena de comunión… Esto existía hasta mediados de los años 1980. Pero después vino el Apóstol Mayor Hans Urwyler. Hace 30 años que pasó a descanso. Una retrospectiva a su actividad.

La expulsión regía para parejas que convivían sin libreta de matrimonio o divorciadas, también para personas que confesaban su orientación homosexual. Entonces se les aconsejaba con toda seriedad no participar de la Santa Cena y no pocas veces se les prohibía participar de ella. Quedaban así excluidas del Sacramento que debía transmitir la comunión de vida con Jesucristo y las fuerzas para poder vencer.

«Cada uno es responsable de sí mismo»

Seis páginas tenía la carta que argumentaba en contra de esta práctica, mencionaba diversos textos bíblicos y citaba enunciados de Apóstoles Mayores. «Ante Dios no vale la acepción de personas. Antes bien, todos los que quieren eso que reciban redención y paz para su alma», sintetizaba el documento que circuló en 1986 entre los portadores de ministerio nuevoapostólicos. Lo decisivo es la actitud interior con la que el hombre se halla ante el altar. Y sólo Dios la conoce.

«De manera tal, la responsabilidad por la participación de los hermanos y hermanas en la Santa Cena no es del Apóstol Mayor, los Apóstoles ni de los siervos; nosotros no podemos decidir sobre la dignidad o indignidad de los hermanos», dice finalmente. «Antes bien, cada uno es responsable de sí mismo».

El comienzo de una evolución

Fue el mismo Director de la Iglesia el que escribió estas palabras y con ellas puso en marcha una revolución cultural. Estaban a punto de terminar los tiempos en los que los asistentes espirituales regulaban hasta los mínimos detalles de la vida privada de los miembros de la Iglesia: desde la vellocidad en la cara (barba), pasando por cómo organizar el tiempo libre (cine, fiestas populares, Carnaval) hasta el equipamiento del hogar (televisores). Todo esto era desplazado por una nueva época, la época de la «responsabilidad personal».

Inició esta nueva era un cierto Hans Samuel Urwyler de Suiza. Había nacido el 20 de febrero de 1925 como el primero de tres hijos varones de padres nuevoapostólicos, obtuvo el título de Ingeniero en automóviles, más tarde fue comerciante independiente. En 1949 comenzó su actividad como portador de ministerio, en 1976 fue ordenado como Apóstol y en 1978, después de la repentina muerte de Ernst Streckeisen, su antecesor en el ministerio de Apóstol de Distrito y Apóstol Mayor, fue elegido como Director de la Iglesia.

Con visión de futuro y para poner las cosas en orden

Y no sólo con el principio de la «responsabilidad personal» afrontó el Apóstol Mayor Urwyler los temas de la época: «Temas de actualidad» se llamó un grupo de trabajo que creó en el año 1987. Los primeros temas fueron: SIDA, homosexualidad, depresión. La transmisión por video de Servicios Divinos tuvo sus inicios en uno de sus encargos. Había traído la idea en 1983 de un viaje a América. En los años 1980 también hizo sistematizar las relaciones públicas equipándolas con materiales uniformes internacionalmente.

Pero su mirada también se dirigió al pasado y muy lejos hacia el futuro. Así, impulsó a que se abordaran los hermanos en la fe en otras congregaciones apostólicas, un impulso que décadas más tarde condujo a la declaración de reconciliación. También puso en marcha reflexiones estructurales. Son testigos de esto dos notas: ya sea para la creación de la Iglesia regional Alemania del Oeste como para la interpretación de ministerio. «También nuestros antecesores encontraron soluciones extraordinarias para situaciones especiales», escribió una vez en la revista de la Iglesia «La Voz del Centinela».

Un hombre de palabras suaves

Alrededor de 1,5 millones de miembros pertenecían a la Iglesia Nueva Apostólica al asumir el ministerio de Apóstol Mayor. 4,5 millones fueron al transmitir el ministerio a su sucesor. En 1987 Hans Urwyler sufrió un accidente cerebrovascular del que se recuperó sólo con dificultad. El 3 de mayo de 1988 pasó a descanso después de haber ordenado al nuevo Apóstol Mayor. Richard Fehr se hizo posesión de su cargo oficialmente el 22 de mayo.

Después de un segundo accidente cerebrovascular, Hans Urwyler falleció en 1994 a la edad de 69 años. Su Iglesia lo recuerda como un hombre de palabras suaves y contundentes. Y como un hombre que mantuvo la palabra: «Quisiera ser una ayuda para la consumación de todas las almas de muchos pueblos y naciones, de diversos idiomas y lenguas en vista del día de la cercana Primera Resurrección».

mayo 3, 2018

Author: Andreas Rother

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