En todo el mundo muchos millones de personas están huyendo. Algunos abandonan su país por miedo al terror y temor por su cuerpo y su vida. Ayudarlos en los nuevos países a los que llegan es expresión de amor activo al prójimo.
Mundialmente hay en la actualidad unas 60 millones de personas que están huyendo, estima la agencia de ayuda para los refugiados de las Naciones Unidas. Es la cantidad más alta nunca antes registrada por el ACNUR. Según estas cifras, cada día un promedio de 42.500 personas se ponen en camino en la búsqueda de paz, seguridad y una nueva vida. Son personas ancianas, niños, familias enteras. Han perdido todo, su hogar, sus bienes y muchas veces las personas queridas que estaban a su lado. Con motivo del día mundial del refugiado que se celebró el 20 de junio, nosotros en nac.today echamos una mirada al campo de refugiados de África del Este. Surgió una muy conmovedora historia.
El Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider, el presidente internacional de la Iglesia Nueva Apostólica, hizo en un Servicio Divino en Luxemburgo el 11 de enero de 2015 claras declaraciones en contra de la violencia, la xenofobia y el odio. El terror vivido en el norte de África o en el Cercano Oriente conduce a una afluencia de refugiados de dimensiones nunca antes conocidas. Ya en su oración inicial, el Apóstol Mayor pensó en las víctimas de la violencia: «Oramos por todas las personas que se encuentran en profundas necesidades. Oramos por los que son víctimas de la injusticia». Y siguió orando en particular por todas las personas que están en gran peligro a causa de su fe. «Porque tienen otra fe se las quiere dañar o matar. Eso nos preocupa».
Son víctimas de la injusticia
Entre los invitados del Servicio Divino realizado en Luxemburgo se contaban en ese momento dignatarios de alto rango de diferentes religiones y confesiones. En una reunión posterior al Servicio Divino, el Apóstol Mayor Schneider les agradeció por su presencia y les transmitió la solidaridad con todas las víctimas del racismo, sean judíos, musulmanes o cristianos.
También en la Iglesia regional Renania del Norte-Westfalia, Alemania el Apóstol de Distrito Rainer Storck hizo saber a sus hermanos y hermanas en una circular, qué importante es el amor al prójimo y el apoyo que se brinda. Al fin y al cabo, como expresó el dirigente de la Iglesia en Dortmund, el gobierno del estado nacional de Düsseldorf cuenta con que hasta fin de año sólo a Renania del Norte-Westfalia vendrían unos 100.000 refugiados y solicitantes de asilo. «Esto implica para nuestra sociedad desafíos especiales, que no pasan de largo frente a nosotros como Iglesia», escribe el dirigente en su carta a la comunidad.
Muchas acciones conjuntas
Ya se ha dado inicio a muchas acciones conjuntas: donaciones de ropa, donaciones de dinero, alojamiento, clases de idioma, ayuda en los trámites ante las autoridades. «Todo esto me parece muy bueno y aliento a que se siga haciendo», escribe el Apóstol de Distrito Storck. «La dedicación personal como acto de amor cristiano al prójimo es para nosotros –además de toda intercesión– algo sobreentendido». Con todas las acciones, los cristianos nuevoapostólicos dan una señal de solidaridad. «Estamos en contra de toda forma de xenofobia».
El dirigente de la Iglesia recomienda en su circular, ponerse de acuerdo con las organizaciones caritativas locales o bien con las iniciativas de ayuda que se han creado en el interín en muchas partes. Es recomendable ponerse en conexión con las autoridades comunales para obtener informaciones sobre qué ayudas son necesarias y así poder estimar las posibilidades de brindar apoyo.
Indicaciones similares fueron dadas por todos los Apóstoles de Distrito. En toda Europa las comunidades nuevoapostólicas se declaran solidarias con las personas que cayeron en necesidad. En todas las Iglesias regionales existen ayudas dignas de ser mencionadas. Y entonces los conceptos «migrante» o «inmigrante» suenan muy técnicos, en realidad son personas en extrema pobreza y muchas veces en el límite de sus condiciones de vida.
Prestar ayuda, ser solidario
NAK-karitativ, una obra caritativa de las Iglesias regionales nuevoapostólicas de Europa, convoca a que se hagan donaciones. En su sitio web dice que está huyendo una enorme cantidad de personas que por persecuciones, guerras y hambre tuvieron que dejar su patria. Provienen de Afghanistán, Irak, Pakistán, Siria y otros países también inseguros de África. «En su huida dependen de personas que los ayuden a escapar, que por lo general son criminales a los que deben pagar elevadas sumas, para poder siquiera llegar a Europa. Completamente agotadas, muy maltratadas y desvalijadas esas personas llegan al sur de Europa».
El Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider se expresa muy preocupado por esas condiciones: «A través de nuestra ayuda no queremos destacar a qué Iglesia pertenecemos. Antes bien resulta totalmente sobreentendido que obedeciendo al Evangelio practicamos el amor al prójimo y la compasión».
Oremos por esas personas, prestémosles ayuda, mostrémonos solidarios.