De Alemania a Venezuela, pasando por Canadá, y luego por Centroamérica y Sudamérica: así puede esbozarse la vida del Apóstol Lorenz Hans Muth, un pionero de los clásicos. El 30 de enero de 2023 habría cumplido 100 años.
“Nunca olvidaré el momento en que estuvimos parados uno al lado del otro frente al altar en Berna (Suiza) en Pentecostés de 1980 para recibir el ministerio de Apóstol”, recordaba con mucho gusto el Apóstol Mayor Richard Fehr. “Fue en esa ocasión cuando te vi por primera vez y pude llegar a conocerte. Después volviste a Sudamérica”.
El hecho de que Muth llegara a América y se convirtiera en Apóstol no estaba en absoluto predestinado.
Redescubrir la fe
Lorenz Hans nació de padres católicos el 30 de enero de 1923 en Anrath, cerca de Krefeld (Alemania). Sus experiencias como soldado desde los 17 a los 22 años en la Segunda Guerra Mundial fueron decisivas para él. “En las condiciones imperantes en aquella época, lamentablemente había perdido toda fe en Dios y en la vida después de la muerte”, escribió en su biografía.
Pero el año 1947 trajo consigo dos puntos de inflexión en su vida: Lorenz Hans Muth conoció a su futura esposa Charlotte y se enamoró de ella. Ambos se casaron ese mismo año. Entonces pudo conocer y valorar la Iglesia Nueva Apostólica. “Esto reavivó mi fe y fui sellado ya en 1948”.
Buscad primeramente el reino de Dios
En 1955, la pareja se trasladó a Canadá. Allí Lorenz Muth recibió su primer ministerio en la Iglesia como Subdiácono. Y demostró tener celo misionero. Después de mudarse a Canadá, se puso en contacto con una organización de asistencia social alemana para obtener direcciones de personas de su país de origen en su nuevo lugar de residencia.
¿Qué quería con las direcciones?, le preguntaron a Muth. Fundar una comunidad nuevoapostólica. ¿Ya tenía trabajo? No. “Pues acabábamos de mudarnos allí ese mismo día”. Entonces él respondió: “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (Mateo 6:33).
Con semejante actitud, no es de extrañar lo que siguió. El Apóstol de Distrito Michael Kraus oraba una y otra vez por un colaborador para la Iglesia en Venezuela. Esto conmovió a Charlotte y Lorenz Muth. Sin embargo, tenían dudas sobre si eran las personas adecuadas para esa tarea. En diciembre de 1965, ambos finalmente se animaron y se dirigieron a su Obispo. Al año siguiente se trasladaron a Venezuela por encargo del Apóstol de Distrito Kraus.
En toda Centroamérica
Lorenz Muth, que entretanto había sido ordenado como Evangelista, ni siquiera sabía dónde estaba el país. “En algún lugar de Sudamérica. No debí prestar la debida atención en las clases de geografía”. Sus ideas de palmeras, playas y mar azul no se vieron defraudadas. Pero el portador de ministerio también tuvo que enfrentarse a la densa jungla.
Con la ayuda de grabaciones y libros, Charlotte y Lorenz aprendieron el idioma local, el español. Los primeros intentos, como preguntar dónde estaba la oficina de correos, acabaron sin mucho éxito. Pero en diciembre de 1967, Muth pudo celebrar el primer Servicio Divino en español.
A partir de 1970, su área de actividad se amplió para incluir Colombia, Perú, Ecuador y Bolivia. Más tarde fueron añadidos Panamá, Costa Rica, El Salvador, Nicaragua, Trinidad y Surinam. Paralelamente, recibió los encargos ministeriales de Evangelista de Distrito y Anciano de Distrito.
En cualquier país en el que trabajara la pareja, Charlotte Muth daba clases de escuela dominical y formaba coros. La pareja no tenía hijos propios, pero adoptó a dos niños colombianos como hijos suyos.
El trabajo continúa
El 25 de mayo de 1980, Lorenz Hans Muth recibió el ministerio de Apóstol en Berna, al mismo tiempo que un tal Richard Fehr. “En aquel momento, jamás habría soñado con pasar a descanso un día, ocupando el ministerio de Apóstol Mayor”, dijo el dirigente de la Iglesia once años después.
La Iglesia en Venezuela no contaba con una docena de miembros cuando Muth se puso manos a la obra en 1966. Hoy, las estadísticas muestran 12.000 hermanos y hermanas en la fe en 108 comunidades, atendidas por 214 siervos.
El Apóstol Muth falleció el 23 de junio de 1999 a la edad de 76 años. Su primer colaborador en el trabajo en ese país fue Walter Wicke. Había emigrado de Alemania en los años cincuenta para evitar una ordenación. En 1967 fue instituido como Subdiácono y finalmente como Apóstol en 1994, entre otros países para Venezuela.