Zúrich. El nuevo año 2014 tiene un lema nuevo: «¡Pongámonos a trabajar con amor!» El Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider, cabeza espiritual de la Iglesia Nueva Apostólica exhortó a los cristianos durante el servicio divino de Año Nuevo en Stuttgart (Alemania) a apropiarse de una forma especial de la confesión de fe: «En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros» – palabras del Señor.
Desde hace tiempo es una tradición que durante el servicio divino de Año Nuevo el Apóstol Mayor da una palabra como guía para el nuevo año. En esta ocasión le tocaba a Jean-Luc Schneider, en el ministerio de Apóstol Mayor desde Pentecostés de 2013. Su deseo para todos los cristianos y para las actividades en las comunidades de la Iglesia Nueva Apostólica es: Pongámonos a trabajar con amor. La fe en Jesucristo se demuestra en las obras que produce el amor, dice el cabeza de la Iglesia. Actuar de manera concreta para el bien de nuestros prójimos debe ser un componente íntegro de nuestra preparación para el retorno de Cristo. Amar al prójimo significa estar preparado compartir sus cargas, es decir, aquello que le hace sufrir.
Solidaridad con el prójimo
El Apóstol Mayor recuerda que en las comunidades hay hermanos en la fe que se ven afectados por las enfermedades o por la soledad. Otros deben hacer frente a problemas económicos, familiares o de trabajo. Al margen del sufrimiento visible, que causan todas estas cargas, también puede provocar efectos sobre la fe y la confianza en Dios. «Bien es verdad que no nos es posible quitarle la carga al otro, pero sí podemos aliviarla. Además, queremos orar por aquellos que son probados en el sufrimiento. Tomémonos el tiempo para escucharles y mostremos compasión – y, si fuera necesario, ofrezcamos nuestra ayuda». Aplicar el evangelio en el día a día a veces incluye renuncia y lucha. No obstante, llevar la carga del otro significa animarse el uno al otro a seguir al Señor. «También implica evitar todo aquello que pueda herir al prójimo.»
Ver al prójimo en la sociedad
Este amor fraternal no termina cuando salimos por la puerta de nuestra comunidad, subrayó fehacientemente el cabeza de la Iglesia. Ya los primeros Apóstoles animaron a ser solidarios en la Iglesia. El Apóstol Mayor Schneider: «Nuestro prójimo también es aquel que no comparte nuestra fe.» La participación en acciones humanitarias es una manera bonita de expresar compasión.
Y por último, en este nuevo año también tendremos que vernos con las debilidades de nuestros prójimos. «Incluso sufriremos por ello de vez en cuando.» Sin embargo, el amor por lo que Jesús nos lleva, nos capacitará a perdonar al otro y amarle a pesar de sus errores. «Nuestro amor hacia el prójimo también se manifiesta en cuántas veces podemos perdonarle.»
Tener tiempo para los demás
El cabeza de la Iglesia estuvo el día de Año Nuevo en Fellbach, cerca de Stuttgart (Sur de Alemania). El servicio divino festivo fue traducido simultáneamente al inglés, croata, italiano, ruso, español y vietnamita y retransmitido vía satélite a casi 400 comunidades en el sur de Alemania así como Bosnia-Herzegovina, Israel, Croacia, Macedonia, Serbia y Ucrania.
El Apóstol Mayor usó para su servicio divino el texto bíblico de Gálatas 6:2 que semanas antes ya había hecho llegar a los Apóstoles de Distrito en todo el mundo, sobre el cual escribió un amplio artículo para los ministerios sacerdotales en la Iglesia Nueva Apostólica: «Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo.»
Sus pensamientos durante el servicio divino de Año Nuevo iban en la misma dirección. Ciertamente no es posible quitarle de nuestro prójimo todos los dolores, el sufrimiento o los problemas. «Pero podemos aliviar a nuestros hermanos y a nuestras hermanas si también llevamos su carga.» Para ello hace falta, según el líder espiritual, un oído abierto así como un corazón abierto, para poder observar el sufrimiento. Con mucho ímpetu hizo un llamamiento a los creyentes: «Busquemos siempre el tiempo para escuchar a los demás. Vivimos en una sociedad de comunicación y ¡aun así disponemos de tan poco tiempo! ¡Préstale tu oído al otro! ¡Lo necesita! Y cuando ya has escuchado la historia por quinta vez, escúchala por sexta vez. ¡Lo necesita! Escuchar es una señal de la compasión.»
Ofrecer una ayuda concreta
Prestar una ayuda concreta también forma parte del lema Pongámonos a trabajar con amor, afirma el Apóstol Mayor. Santiago dijo en su carta de forma muy acertada: «Si el hermano o la hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y hartaos; pero no les diereis las cosas que son necesarias para el cuerpo: ¿qué aprovechará?» (Santiago 2:15).
También debemos compartir la carga de creer. En el marco de la comunidad siempre queremos animarnos de nuevo y sacar coraje, dijo el cabeza de la Iglesia y dio un ejemplo: «¿De qué hablamos en el círculo de los hermanos? ¿Cuál es el contenido de nuestras conversaciones?» La conversación que mantenemos deberá aliviar la carga, no hacerla más pesada.
Y por último el Apóstol Mayor describió la carga de la debilidad de nuestro prójimo: «Todos seguiremos siendo seres imperfectos y todos somos pobres pecadores.» También en el futuro debemos contar con la debilidad, con la imperfección de nuestros hermanos y hermanas. «Sigamos perdonándonos mutuamente, volvamos a perdonarnos y otra vez más.»
Y lo que se aplica a los individuos o a la comunidad, también es válido para el conjunto de la Iglesia. Léase más sobre el servicio divino de Año Nuevo con el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider en la página web de la Iglesia Nueva Apostólica del sur de Alemania.
Pongámonos a trabajar con amor – ¡esto es nuestro deseo para todos los cristianos en el nuevo años!