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Portero de gran corazón

diciembre 10, 2016

Autor: Andreas Rother

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Cambió a su Iglesia: de un grupo cerrado a una comunidad abierta en medio de la sociedad. El domingo de la semana que viene finaliza su era. El Apóstol de Distrito Noel E. Barnes (Cabo) pasa a descanso.

La orquesta filarmónica de Ciudad del Cabo y la Iglesia Nueva Apostólica Cabo hacen causa común en varios niveles. Una perfecciona a los instrumentalistas de la otra y la otra pone a disposición los coros. Regularmente ambas hacen presentaciones juntas. Y hace poco la orquesta ha recibido un director general cuya carrera musical comenzó en una comunidad nuevoapostólica, ejecutando la flauta dulce, lo que ya es casi obligatorio para los niños.

Dejar salir y dejar entrar

Este es un ejemplo clásico de la forma en que Noel Edward Barnes ha guiado a la Iglesia regional: como en otros lugares, también allí regía hasta la década de 1990 una fuerte introversión con el lema «Sólo con los hermanos y hermanas, sólo para los hermanos y hermanas». Pero entonces llegó a fines de 1996 el nuevo Apóstol de Distrito con el lema: «Abrir las puertas de la Iglesia».
Y las puertas de la Iglesia se abrieron en ambas direcciones. Involucrarse ya no está atado a la membresía. No se necesita ir regularmente a la iglesia para poder cantar en los coros del Cabo. Al mismo tiempo, la Iglesia fue mucho más allá, fue hasta el público, incluyendo el canal privado de televisión NAC TV.

La Iglesia como refugio

Y la Iglesia entra en medio de la sociedad, incluso hasta donde duele. Por ejemplo, a Delft, un municipio que es conocido por la violencia, el abuso de drogas y la violencia de las bandas. Allí la comunidad «Leiden Central» tiene su casa de Dios. Durante la semana, el edificio de la iglesia sirve como lugar de reunión y salón de deportes, como un refugio seguro, especialmente para los jóvenes.

Esto también es un buen ejemplo de la forma en que el saliente Apóstol de Distrito entiende la «Iglesia»: una comunidad alegre en la que Dios está activo, y en la que todas las personas puedan sentirse bien, pero también como un refugio seguro, que crea autoestima y dona consuelo.

La intuición como fortaleza en la dirección

¿Cómo lo logró este hombre que parece muy formal a primera vista?

Con previsión, perseverancia y prudencia: «Ya has hecho la mitad del camino, cuando las cosas ya no vayan mal», dijo una vez a un colega decepcionado. «Entonces verás que muy pronto todo va a ir bien“.

Con una fuerte generosidad como asistente espiritual y una austeridad casi famosa como jefe de la administración. Más de un empleado tuvo que escuchar: «Eso todavía no encaja. Tienes que negociar de nuevo». O: «Esto no fue un buen servicio. Tienes que pedir un descuento».

Pero, sobre todo, con su propia fortaleza en la dirección: con un gran corazón y un oído abierto para todos. Con la capacidad de capturar los sentimientos de sus interlocutores intuitivamente. Y finalmente, con la experiencia y el pálpito para tomar la decisión correcta. Todo esto culminando a veces con el enunciado: «Este fue un buen pensamiento, pero una mala idea“.

El círculo se cierra

Cuando el Apóstol de Distrito Barnes pase a descanso durante el Servicio Divino del Apóstol Mayor el domingo 18 de diciembre de 2016, en la comunidad de Silvertown, se cerrará para él el círculo: exactamente hace 20 años y tres días en esa misma iglesia se hizo cargo de la tarea que ahora transmite a su sucesor, a quien le deja huellas muy grandes.

diciembre 10, 2016

Autor: Andreas Rother

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