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Preparar el suelo para la palabra de Dios

junio 6, 2018

Autor: Andreas Rother

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Llevarse más del Servicio Divino. Esto es lo que enseña un Servicio Divino bíblico en formato muy pequeño: el encuentro de los discípulos de Emaús con Jesús resucitado. Lo que este ejemplo puede brindar todavía hoy a los creyentes: un Servicio Divino sobre el Servicio Divino.

«Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían». Este texto bíblico de Lucas 24:27 fue el punto central del Servicio Divino del 22 de abril de 2018 en Trebaseleghe (Italia).

«Se trata del encuentro de los discípulos de Emaús con el Resucitado», explicó el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider. Jesús había muerto. Pero los discipulos no habían perdido su fe. Sin embargo, estaban tristes y desilusionados. «Se sentían solos y abandonados».

«El Resucitado se acercó a ellos y los consoló». Les recordó lo que está escrito en el Antiguo Testamento. Les indicó todo el plan de redención de Dios –de Moisés a los profetas-, lo cual todo ya había sido predicho. «Más adelante, cuando el Señor compartió la cena con ellos, Dios les abrió los ojos y reconocieron a Jesús».

En las huellas de los discípulos de Emaús

«Podemos comprender los pensamientos y sentimientos de los discípulos», dijo el Apostol Mayor. «A menudo estamos desalentados y tristes al comprobar que el mal todavía tiene gran poder. Estamos desilusionados porque nuestros deseos y expectativas no se han cumplido. A veces uno se siente solo y abandonado».

«El Señor acude a nuestro encuentro en el Servicio Divino y nos quiere consolar. No lo vemos como persona, sino que lo reconocemos por las palabras de la prédica de un hombre». Esto se lograría mejor si se cumpliese una determinada condición, dijo recordando a los discípulos de Emaús. Ellos disponían de grandes conocimientos de la Sagrada Escritura y Jesús edificó sobre este saber.

Preparación previa y posterior del Servicio Divino

«Debemos conocer la Biblia. Es necesario que leamos regularmente en la Biblia», enfatizó el máximo dirigente de la Iglesia. «Es importante y útil preparar la prédica previa y también posteriormente, leyendo en la Biblia; esta es una tarea nuestra». Pues conocer la Biblia …

  • … brinda seguridad y consuelo,
  • … profundiza la prédica y aumenta su efectividad,
  • … permite reconocer concepciones que son incompatibles con el Evangelio.

«Si alguien te desilusiona, tómate cinco minutos y lee cómo Jesús fue desilusionado y cómo reaccionó. Cuando fue tratado injustamente, cuando su oración no fue respondida y cuando su deseo no fue cumplido; también podemos leer cuáles fueron sus reacciones en esos momentos. Lee alguna vez unas frases sobre cómo trató a los pecadores. Así queremos llegar a ser, así queremos obrar; como Jesucristo».

Cómo actúa el anuncio de la palabra

El encuentro de los discípulos de Emaús con el Resucitado también muestra lo que pasa en el anuncio de la palabra en sí. El Espíritu Santo …

  • … revela el plan de salvación de Dios: «El mayor milagro sigue siendo la gracia y la elección. Con su amor te quiere guiar a la comunión con Él».
  • … demuestra que Dios tiene todo en sus manos: «Lo que sucede hoy ha sido previsto y … predicho. No tengas miedo, Dios nos protege».
  • … recuerda las promesas divinas: «Dios vela sobre su manada pequeña, a la que quiere dar su reino. El Señor Jesús prometió que su poder se perfeccionará en los débiles».
  • … señala lo que Jesús espera de los creyentes: «La unidad fue su petición más entrañable. Si se entiende esto, se superan todas las dificultades que se presentan en una comunidad».

El punto culminante como punto de inflexión

El punto culminante del Servicio Divino también se encuentra en los discípulos de Emaús: «Es la vivencia de la Santa Cena», dejó claro el Apóstol Mayor. «Y no es sólo una ceremonia. Pues en ese momento experimentamos la presencia del Hijo de Dios. Él está aquí, contigo y conmigo».

«Esforcémonos para conocer la Biblia aún mejor para que el Espíritu Santo pueda edificar su prédica sobre nuestros conocimientos y nos pueda fortalecer y consolar a través de la palabra», fue su llamamiento final. «Que cada uno pueda experimentar la presencia de Jesucristo en la Santa Cena. Entonces haremos como los discípulos de Emaús; ellos regresaron de inmediato y testificaron: ‘Jesús vive, se nos ha aparecido'».

junio 6, 2018

Autor: Andreas Rother

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