Preservar los recuerdos (7): Dar forma a las fotos, no solo dispararlas

Para agregar valor a las fotos en comparación con las innumerables instantáneas del siglo XXI, no se necesitan caros dispositivos en las cámaras ni costosos editores de imagen. Con los siguientes consejos, las fotos se pueden valorizar ¡sin ni siquiera tener que usar Photoshop y compañía!

1. Un giro con la cámara

Nada parece más aburrido que los motivos ubicados en el centro. Un pequeño giro con la cámara para que la persona, el animal, la planta u otro objeto sean capturados con la regla de los tercios y la foto de inmediato queda más armónica, a veces incluso más fuera de lo común e interesante.

¿Alguien no conoce la regla de los tercios? Aquí una breve explicación: En la foto se cruzan dos líneas verticales y dos líneas horizontales imaginarias (ver el ejemplo). El motivo «se ubica» en uno de los cuatro puntos de intersección, en lugar de como se hace tan a menudo, en el centro de la foto. Eso es todo.

2. Darle densidad a las fotos

Las fotos de ambas botellas (ver los ejemplos) lo aclaran: El lugar donde se ubica el fotógrafo determina si la foto transmite proximidad o distancia. Los botellas en ambos casos están en el mismo lugar. La perspectiva que adopta el fotógrafo, que una vez está parado en forma perpendicular y la otra ligeramente oblicua, decide la composición y el mensaje de la foto.

En este contexto es muy importante que mientras que el fotógrafo no se encuentra en el estudio, el que se mueve es el fotógrafo y no el motivo. Es decir, es más fácil para el fotógrafo dar dos pasos a un costado (y dejar su motivo en el mismo lugar) que intentar ubicar el motivo en una nueva posición. Cambiar de perpectiva se hace muy rápido y tiene grandes efectos.

3. Cerca, más cerca todavía

«Si tus fotos no son lo suficientemente buenas, es que no te has acercado lo suficiente», dijo el famoso fotógrafo Robert Capa. Y este es en los hechos un consejo simple y comprensible. Muchas veces basta con acercarse unos pocos pasos al motivo para aprovechar una perspectiva más interesante, completamente diferente.

Esto no significa de ningún modo que en el futuro se hagan solo tomas de cerca o utilizar solo lentes macro para fotografiar en la Iglesia. Pero siempre es bueno elegir una y otra vez, adicionalmente, perspectivas más de cerca. Se estará cumpliendo así, además, el principio «Pars pro toto». «(Tomar) una parte por el todo» es muchas veces más eficaz que una imagen que presenta una visión general.

No solo disparar las fotos, sino de ahora en más darle su forma siendo plenamente conscientes de lo que se hace: este es el sentido del diseño en fotografía. Lo que se invierte es ínfimo, solo basta con pensarlas un poco y moverse un poco.

Quien quiera ocuparse más intensivamente del diseño de fotos, puede hacerlo en el correspondiente capítulo del libro «Fotografía en el Servicio Divino» a partir de la página 33. Los consejos se pueden descargar en inglés y alemán.