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septiembre 18, 2024

Autor: Katrin Löwen

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En el texto bíblico, Jesucristo confirma a la comunidad su retorno y los creyentes confirman que creen en ello y se preparan. En un Servicio Divino, el Apóstol Mayor explicó lo que esto significa concretamente.

El 19 de julio de 2024, el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider echó una mirada al futuro junto a los hermanos en la fe de Vanadzor (Armenia). Para el Servicio Divino de ese viernes utilizó una palabra del libro del Apocalipsis: “El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús” (Apocalipsis 22:20).

Ciertamente vengo en breve

El Apóstol Mayor explicó que el Hijo de Dios confirmaba con su “ciertamente” la prédica de los Apóstoles. Jesús dijo: “Ciertamente vengo en breve. Lo que los Apóstoles predican cuando hablan de la venida del Señor no es una hermosa historia. No es algo que hayan inventado, no es una invención nuevoapostólica. Esta es mi promesa. Yo Jesucristo, el Hijo de Dios, yo que he vencido a la muerte y al infierno, yo que soy la verdad, os lo digo: Vengo en breve”.

Al afirmar que ciertamente viene, Cristo no está diciendo que va a intervenir de algún modo en el mundo y sus problemas. “Dijo muy claramente: ‘Esta no es mi tarea, este no es mi reino. He venido a traer la vida eterna’”. Sí, Jesús escucha las preguntas de los hijos de Dios, pero su ayuda consiste en “tomarlos de este mundo y conducirlos a su reino, donde ya no hay necesidad, ni sufrimiento, ni dolor”.

La afirmación de Jesús se aplica personalmente a cada uno: “Jesucristo te confirma personalmente, tal como eres, hoy: ‘Quiero que estés conmigo para siempre, vengo a llevarte conmigo, aunque lo hayas hecho todo mal, aunque me hayas olvidado, nada ha cambiado conmigo, vendré a buscarte. Quiero que estés conmigo. ¿Lo quieres tú?”.

Y nada puede impedir esta afirmación: “A veces la gente tiene la idea de que tal como está el mundo hoy, tal como está la Iglesia hoy, el Señor Jesús no puede venir”. Jesús lo contradice: “No necesito esperar a que nada cambie en el mundo. No, vengo en breve y mi retorno no depende de los seres humanos. Vengo el día que yo he decidido”.

Amén; sí, ven, Señor Jesús

Con su amén, los creyentes están de acuerdo con Jesús atestiguando que creen en la inminente venida del Hijo de Dios. ¿Es así? “A veces tenemos la idea de que Dios espera en su amor hasta que yo esté preparado”. O a veces esperamos tanto tiempo que ya no lo creemos. “Seamos firmes en nuestra fe en el retorno de Jesús”, exhortó el Apóstol Mayor. “Jesucristo nos confirma: ‘Yo vengo’ y nosotros decimos: ‘Sí, creo en ello’”.

“Siempre podemos acudir al amado Dios con nuestras preocupaciones”, recordó el Apóstol Mayor. Pero lo más importante debe ser que Jesús venga de nuevo. “Esa es la ayuda que esperamos. Aquí no obtendremos todas las respuestas. No recibimos todas las explicaciones, pero estamos de acuerdo”.

Refiriéndose a Mateo 13:24-30, que trata de la cizaña que crece junto con el trigo, el Apóstol Mayor enfatizó: “Como seres humanos, nos gustaría un poco más de orden, nos gustaría limpiar bien el campo y quitar la cizaña. El amado Dios nos dice: ‘No, no te corresponde a ti decir quién es bueno y quién es malo, quién es fiel y quién es infiel, debes amarlos a todos, todos pueden venir a mí’”.

El amén también muestra a Jesús: “Hasta que vengas otra vez, queremos seguir viviendo según tu enseñanza y tu palabra. No importa cómo se comporte el mundo”. Es una promesa: “Viviré según tu palabra y pondré en práctica tu enseñanza en mi vida diaria”.

El Apóstol Mayor recordó que la gracia es esencial para la salvación, porque sin ella nadie puede llegar a ser perfecto. “Todos sabemos lo que debemos hacer para recibir la gracia: debemos ser humildes con nuestro prójimo y tener la firme voluntad de perdonarlo. Si sé que necesito absolutamente la gracia, no me resulta difícil ser humilde ante Dios y ante los seres humanos, y pedir al Señor una y otra vez: ‘Señor, dame la gracia’”.

En su venida, Jesús reconocerá por el amor quién está preparado para entrar con Él en su reino. “Sabemos por qué el Señor Jesús viene a llevarnos consigo: porque nos ama, quiere ayudarnos y redimirnos, pero también porque quiere enviarnos como reyes y sacerdotes en el milenario reino de paz para contribuir a la salvación de todos los seres humanos”.

Pensamientos para el camino

“Si sé que el Señor Jesús vendrá en breve, hago todo lo posible para prepararme para esa tarea. Ya hoy debo tener el deseo de que todos los seres humanos sean ayudados”, dijo el Apóstol Mayor y pidió a todos que reflexionaran: “¿Es realmente importante para mí que mi prójimo también encuentre la gracia y pueda recibir la salvación? ¿Qué hago para ser un verdadero testigo de Cristo para mi prójimo? ¿Para hacerle experimentar que Dios lo ama?”.

septiembre 18, 2024

Autor: Katrin Löwen

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