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Punto de referencia con una señal de pare

octubre 15, 2015

Autor: Andreas Rother

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¿Todavía en el camino correcto? Depende ante todo de la meta. Está bien, cuando uno tiene una orientación. Pero hay que saber entenderla… Instrucciones de un Servicio Divino del Apóstol Mayor.

Alrededor de 22.500 participantes habían venido el 19 de julio al estadio «Tata Raphaël» en Kinshasa (República Democrática del Congo). En el centro del Servicio Divino para la juventud con el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider estuvo la petición dirigida al omnipresente y omnisapiente Dios: «Y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno» (Salmos 139:24).

«Para saber si uno está en buen camino, primero hay que hacer algo: hay de establecer cuál es la meta a la que uno quiere llegar», dijo el Apóstol Mayor: «El día de nuestro Sellamiento, el día de nuestra Confirmación nos hemos puesto una meta: La meta de mi vida es estar con Jesús». «Ahora podemos preguntarle a Dios: Dime, si estoy en el camino correcto o no». La Biblia cita muchos ejemplos de orientación de Dios para el camino.

Advertencias y compromisos

Cuando David mandó a la muerte al esposo de Betsabé, Dios le hizo saber que había tomado el camino del pecado (2 Samuel 11): «David aceptó el mensaje de Dios y se arrepintió», apeló el Apóstol Mayor a los hermanos y hermanas: «Acepta las advertencias de Dios».

Saúl pensó que se podía reemplazar la obediencia con sacrificios (1 Samuel 15): «También nosotros a veces estamos en este camino de negociaciones, de compromisos: No haré esto, pero sí haré lo otro. No intentes negociar con Dios. Haz simplemente lo que Él te pide y cuándo Él te lo pide. Este es el buen camino».

Ni huida ni espada

Jonás emprendió la huida para no tener que hacer lo que Dios esperaba de Él (Jonás 1). «No te escondas de Dios, pues es el mal camino, el que no te conduce a ninguna parte. Sigue mirando a la gloria de Dios».

Jesús detuvo a Pedro de seguir defendiéndolo con la espada (Juan 18:10-11). «Jesús no quiere que ataquemos a los que no comparten nuestra fe. Oremos por ellos, seamos un ejemplo para ellos. Este es el camino correcto, el que nos conduce a Jesús».

Señal divina de pare

El Apóstol Mayor mencionó a modo de ejemplo cuatro formas de «cómo el Señor puede decir: ¡Para! Vas en la dirección equivocada»:

  • «Si no avanzas en lo que te propones hacer, entonces primero formúlate la pregunta: ¿Puede Dios estar de acuerdo con lo que me propongo? Busca información, reflexiona y elabora otra propuesta que responda a la voluntad de Dios».
  • «Los siervos de Dios no están para reglamentar tu vida; no están para decidir en tu lugar. Pero Dios les ha encomendado que digan a sus hijos: ¡Ten cuidado, este aquí no es el camino correcto!».
  • «A veces el Señor se sirve de tu entorno, de los que te rodean, para advertirte, para darte un buen consejo. ¡Acepta entonces su consejo!».
  • «Así como Jesús partió el pan con los discípulos de Emaús, así celebra la Santa Cena con nosotros en el Servicio Divino. Bajo la luz de la palabra y experimentando la Santa Cena nos podemos dar cuenta si hemos tomado un camino equivocado».

Más cerca, tanto más grande

«El problema no es saber si es bueno o malo, si tú eres el único que lo haces o si muchos miles también lo hacen», dejó claro el Apóstol Mayor Schneider. «El problema es que tú quieres entrar en el reino de Dios y que para ello has tomado el camino equivocado».

«Tanto más avanzas en el camino correcto, tanto más grande será tu confianza en Jesús, tu amor hacia Él. Este amor luego se convertirá en tu única motivación, te alegrarás cada vez más en Cristo y te volverás cada vez más humilde: necesitarás la gracia de Dios. Así pronto llegaremos a nuestra meta».

octubre 15, 2015

Autor: Andreas Rother

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